«Eso era de esperar, al menos», pensó Noah cuando vio la matriz de teleportación al final del pasillo que conducía a la cuarta capa del Mausoleo.
El mar de conciencia de Noah había sido demasiado débil para alcanzar esas profundidades durante su estancia en la nación Odrea. Las líneas brillantes que cubrían la totalidad de esa estructura solían pesar demasiado en su mente.
Nunca había explorado más allá de la tercera capa, pero su conocimiento sobre los rangos heroicos le hacía imaginar un resultado similar. Las partes más profundas del Mausoleo no podían depender solo del "Aliento" recolectado en el país para proporcionar un área de entrenamiento adecuada para cultivadores de ese nivel.
—Estoy empezando a pensar que mi vida es solo una serie de dimensiones separadas —maldijo en voz baja el Demonio Volador, pero el Demonio Soñador rápidamente acarició su hombro para consolarlo.