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En la Novena Rama.
Luo Qing y los demás esperaron afuera durante tres horas, pero nadie salió.
Zhou Wei no podía esperar pero tampoco podía enojarse. Se mantenía apoyada en la pared con una expresión severa como si alguien le debiera dinero.
Después de media hora más, miró la hora en su reloj y bajó su brazo. No pudo evitar decir:
—¿Por qué aún no han salido?
Luo Qing y los demás encontraron un portátil y se reunieron alrededor de él para estudiar la unidad USB que Qiao Nian les había dado. Todos eran talentos en la industria de la computación. Tras obtener este nivel de programación, no tenían el corazón para preocuparse por nada más. Todos tenían expresiones fanáticas.
Su voz no era suave. Solo Luo Qing estaba ocupado hablándole, y su tono era extremadamente impaciente:
—El Joven Maestro Bo, Chen Zhu y los demás están todos con él. ¿Por qué tienes prisa?
Con eso, continuó discutiendo el código fuente en el USB con la gente alrededor.