"Cuando Shen Jingyan la vio levantarse, no se sorprendió. —¿Te marchas?
El teléfono volvió a vibrar. Esta vez Qiao Nian no lo miró, simplemente tocó su barbilla ligeramente y dijo, —Ha surgido algo.
Shen Jingyan estiró su cuerpo, puso sus manos en la silla, y se echó hacia atrás para mirarla. —Acabo de verte mirando tu teléfono móvil. ¿Tu familia te está presionando? —preguntó con una sonrisa.
¿Su familia?
Los ojos de Qiao Nian eran muy bonitos, y tanto si estaban alzados o hacia abajo, sus pestañas eran largas como un abanico, lo cual lograba reprimir las emociones en sus ojos.
Shen Jingyan vio su labios rojos curvándose, y ella respondió despreocupadamente, —Sí.
Agarró su chaqueta y se levantó, sacó su cartera, y caminó delante. —Vamos, pagaré la cuenta primero. Espérame afuera, y te llevaré a casa.
Para su sorpresa, cuando llegó al mostrador, el camarero le dijo que Qiao Nian ya había pagado la cuenta.