Ella miró a su alrededor, pero todo lo que pudo ver fue oscuridad. Comenzó a toser y a jadear en busca de aire. No… ¿qué estaba pasando? No podía respirar. La cara de Alex comenzó a aparecer en la cabeza de Abi. Estaba sucediendo de nuevo. Así había sido cuando estaba perdiendo la esperanza. Cuando ella necesitaba a Alex. No sabía qué había salido mal. Se suponía que solo debía sentarse aquí, soportar la aterradora oscuridad y entrenarse. No esperaba nada más que eso. Entonces, ¿qué era esto? ¿Zeke la engañó? ¿Realmente estaba aquí para morir?
Las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos. No. Esto no podía volver a suceder. Forcejeó, pensando que esto era solo alguna ilusión o algo así. Su mente comenzó a ponerse confusa cuando sus ojos finalmente vieron algo en la oscuridad. Algo, no, alguien se acercaba hacia ella. Y no era un animal. Era una… persona… y era una mujer.