—¡2048 hexagramas!
Yin y yang entrelazados, mientras los Ocho Trigramas se sometían a una evolución transformadora, la adivinación se desenvolvía ante sus ojos.
Con cada cambio, el aura del hombre enmascarado de plata se disparaba explosivamente.
—¡Su fuerza de combate ha aumentado 20,000 veces! —exclamó Sigfrid Seymour, su voz teñida de horror.
El asombroso aumento del poder de batalla de Braydon Neal encendió una tormenta de intención de matar dentro del corazón de Sigfrid.
En verdad, él no era el único que había discernido la verdadera identidad de Braydon.
—¿Tú también lo ves, Sigfrid? —preguntó Jairo Mobley del Pabellón Dragón Dorado.
—¿Y aunque así sea, te atreverías a ponerle la mano encima a este prodigio de la familia Neal? —contraatacó Sigfrid, su mirada penetrante.
Gregorio Lawler del Pabellón Caído se acercó, exudando un aura fría y asesina.
—Su fuerza ha aumentado en veinte mil veces. Su técnica sigue sin resultarme familiar —comentó fríamente.