—¿Has notado que empiezas a usar más palabrotas cuando te frustras? —oí una voz que sonaba como la mía propia llamándome desde detrás mientras echaba un vistazo a mi alrededor.
—¿Pero qué demonios? —giré y miré para ver quién estaba ahí. Esta vez, la voz no provenía de dentro de mi cabeza. Venía de detrás de mí, como si alguien estuviera físicamente allí.
En el momento en que me giré, vi que había alguien realmente allí. Alguien que se parecía mucho a mí. Sólo que esta persona, quien también resultaba estar en blanco y negro, estaba algo invertida en el aspecto físico.
Yo tenía el pelo oscuro y ojos de color claro, caoba y azul para ser precisos. Esta persona ante mí parecía tener los ojos completamente negros y el pelo blanco. No podía estar seguro ya que estaba en blanco y negro, pero eso era lo que aparentaba.