En la fábrica abandonada.
Brian sacó su teléfono móvil y marcó el número de Wyatt Wolfhard.
—Beep, beep, beep…
El teléfono sonó dos veces antes de que Wyatt lo descolgara. Gritó impaciente:
—¡¿Quién es y por qué llama a estas horas de la noche!
El incidente de Connor hoy había supuesto un duro golpe para Wyatt, y su estado de ánimo estaba muy inestable.
—Hermano Wyatt, soy yo, Brian…
Brian sabía por qué Wyatt estaba de mal humor, así que respondió con voz baja.
—Sé que eres tú. Si tienes algo que decir, dilo rápido. ¡No digas tonterías!
Wyatt gritó.
—Hermano Wyatt, tengo preparado un regalo para ti. ¿Puedes venir a mi fábrica? —Brian mantuvo deliberadamente a Wyatt en suspense y no le dijo que había secuestrado a Connor y lo había llevado a la fábrica.
Por otro lado, Connor miró a Brian inexpresivo y no dijo nada.
Dado que Brandon Guthrie y Mandy Hines todavía no estaban dispuestos a rendirse, esta vez Connor haría que se rindieran por completo.