El Pecado del Consuelo.
Estas palabras eran claramente una parte del tejido de hechizos del Llave del Estuario. Sunny las miraba intensamente, sintiendo una extraña mezcla de confusión, curiosidad... y temor.
¿Qué demonios significaba esto?
Moviéndose ligeramente, miró al espíritu de la espada. La aparición se encontraba en las sombras, llevando una expresión aburrida y resentida. Sunny se había acostumbrado tanto a la compañía del Pecado del Consuelo — primero en forma de una voz incorpórea, luego como una figura vaga, y finalmente como un reflejo perfecto de sí mismo — que rara vez le prestaba atención en estos días.
Pero el espíritu de la espada no era en absoluto benévolo o inofensivo. De hecho, era un ser siniestro e insidioso, engendrado por el susurro de un daemon temible y destinado a volver loco al portador de la espada.