(Punto de vista de Regaleon)
Tempestad y yo volábamos en el cielo hacia el destino donde Clara y Patricia se habían ido. Tempestad se cernió sobre nosotros y vimos un pequeño muelle donde un barco estaba esperando.
—Así que estás planeando escapar, Patricia —dije con una sonrisa siniestra—. Por supuesto que no te lo permitiré.
Conjuré bolas de fuego en el aire y las lancé hacia el barco que estaba en el muelle. Patricia que ya estaba a bordo del barco fue sorprendida por mi ataque. Las bolas de fuego llovieron sobre ella y Clara.
—¡¡¡BASTARDO!!! —Patricia me maldijo a pleno pulmón, mirándome con ojos furiosos.
—Su majestad, tenemos que abandonar el barco —el capitán, supongo, le dijo a Patricia—. ¡Abandonen el barco... repito, abandonen el barco!