—¿Qué está pasando? —Una voz aguda resonó dentro de la habitación.
Todos en la habitación se quedaron congelados en su sitio. Esta voz no era otra que la de la reina de Jennovia, la Reina Patricia. Entró en la destrozada habitación del príncipe heredero con el sumo sacerdote Héctor siguiéndola desde atrás.
Todos los presentes en la habitación se inclinaron ante su presencia. Guillermo también se inclinó como actuación.
—Saludos a la luna del Reino Jennoviano —La gente dentro de la habitación saludó al unísono.
—Todos ustedes levántense y díganme qué sucedió —La Reina Patricia preguntó de nuevo.
—S-Su majestad, realmente no sabemos qué pasó —Respondió un criado—. Dejamos al príncipe heredero y a la princesa dentro de las habitaciones privadas de su alteza como él ordenó. Y después de un rato, escuchamos una explosión. Lo que ve ahora es también lo que vimos cuando entramos por primera vez.
La reina miró alternativamente al herido Gladiolo y a mí.