Había pasado media hora desde que salieron del hotel y ahora el coche navegaba por las atareadas calles del pueblo. Los pensamientos de Ella se aceleraban mientras observaba el paisaje que pasaba, su curiosidad creciendo con cada minuto. No tenía idea de adónde la estaba llevando Jasper, y su silencio solo aumentaba su inquietud.
Ella no se atrevía a hacer la misma pregunta una vez más, ya que temía que su pregunta lo irritara. El humor de Jasper parecía perpetuamente gruñón, y Ella había aprendido a andar con cuidado a su alrededor. No quería arriesgarse a provocarlo, así que guardaba sus preguntas para sí misma, optando en cambio por observarlo discretamente.
Finalmente, el coche se detuvo frente a un gran edificio. El interés de Ella alcanzó su punto máximo. La gente entraba y salía de la entrada, y ella podía decir que no era un edificio residencial. Su mente se llenaba de posibilidades mientras salía del coche y seguía a Jasper al interior.