—Abigail revisó la grabación del día anterior. Las imágenes parpadeaban en la pantalla del teléfono, proyectando una luz pálida sobre su rostro mientras escrutaba cada movimiento de Nancy. Una arruga de desconcierto se dibujaba en su ceño, revelando su confusión.
—La grabación continuó mostrando a Nancy, sentada inocentemente en el sofá, absorta en su teléfono. Abigail estaba desconcertada. Ella esperaba ver algún tipo de comportamiento sospechoso, pero en cambio, Nancy parecía no estar haciendo nada fuera de lo común... No había miradas furtivas a las carpetas o al portátil; no había movimientos apresurados para ocultar pruebas.
—La mente de Abigail funcionaba a mil por hora, tratando de desentrañar el enigma que rodeaba la filtración de datos. Sus labios se apretaron en una fina línea mientras contemplaba las posibilidades. Si no era Nancy, ¿quién era el culpable?