"Cristóbal abrió sus ojos con asombro y sorpresa, olvidándose de estrechar su mano. Sabía cuán poderoso y rico era Sebastián. Pero también era consciente de cuán peligroso y oscuro era este hombre.
No había pruebas contra Sebastián por su participación en actividades ilegales, pero todos sospechaban que tenía vínculos con el Inframundo.
Cristóbal estaba inquieto ante su fría mirada. Sus pensamientos se aceleraban mientras se preguntaba qué quería Sebastián de Abigail.
Ciertamente, Abigail le había ayudado, pero no era suficiente para que un hombre como él la llevara a su casa e introdujera a su esposa.
Siempre le habían advertido que evitara a gente como él, razón por la cual nunca había considerado hacer negocios con él. Ahora, al verlo en persona, sentía que su aprensión crecía.
Cristóbal sentía que necesitaba proteger a Abigail de cualquier daño que pudiera acecharle. La atrajo aún más hacia él como si intentara protegerla de cualquier peligro posible.