Gloria se dio cuenta de que Cristóbal nunca abandonaría a Abigail. Ningún plan podría mantenerlos separados porque sabía cuánto adoraba Cristóbal a Alison, cuya parte seguía viva en Abigail. Además de eso, había notado por primera vez el cariño en sus ojos hacia ella.
Cristóbal nunca permitiría que ella se alejara de él.
Gloria decidió aceptar a Abigail a pesar de su renuencia porque entendía que su hijo se alejaría de ella en el proceso de disolver su matrimonio. Por eso le estaba dando consejos.
Abigail no sabía cómo responder. Estaba en un dilema sobre si debía o no estar con Cristóbal. Era casi inevitable que no pudiera vivir sin él, pero también era cierto que no podía sofocar su orgullo y autoestima.