Cristóbal estaba revisando algunos documentos. Como había perdido tiempo en la mañana, no pudo revisarlos, aunque necesitaban ser urgentemente revisados y firmados. Tenía la intención de quedarse tarde hasta terminar su trabajo, pero Abigail le había dicho que lo esperaría para cenar.
Levantó la cabeza, su mano haciendo rodar la pluma. Mientras estaba perdido en sus pensamientos, sus ojos parecían soñadores.
Sus labios se curvaron, y metió los documentos en una carpeta. Se levantó y salió de su cabina, cargando su maletín.
Decidió revisar el resto de los documentos en casa.
Media hora después…
Cristóbal llegó a casa. Cuando estaba en el ascensor, imaginó a Abigail sonriendo mientras le abría la puerta.
Ella extendería su mano para tomar su abrigo y maletín.
Él tomaría su muñeca y la jalaría hacia sus brazos. Luego la arrastraría al baño y se la follaría en la ducha.
El ascensor se detuvo, poniendo fin a sus acelerados pensamientos.