La semana se había arrastrado interminablemente para Amy. Lucas le había dicho que estaría inalcanzable, ocupado con exámenes durante algunos días.
Ella ya sabía que estaría ausente, pero lo que no sabía era que la realidad de su ausencia la golpearía más fuerte de lo que anticipaba.
Cuando finalmente llegó el fin de semana, Amy se despertó sintiendo un vacío inquietante. Ella había esperado tener noticias suyas, pero ahora parecía una posibilidad distante.
La mañana del sábado comenzó como de costumbre. Pero en lugar de ir al complejo deportivo donde usualmente jugaba al tenis y cualquier deporte que le apeteciera, decidió salir a correr en su lugar, ya que no se sentía motivada para jugar ningún partido.
El aire fresco de la mañana usualmente la vigorizaba, pero hoy, corría mecánicamente, su mente volviendo a Lucas con cada paso. Se preguntaba qué estaría haciendo él, si pensaría en ella y cuándo podría volver a tener noticias de él.