Después de su éxito en la difusión de la técnica de densificación de Qi, Jonathan se embarcó en una nueva búsqueda: encontrar una manera de generar una cantidad mucho mayor de mana de lo convencional. Decidió ir en contra de toda la teoría mágica existente y explorar un enfoque radicalmente diferente. En lugar de depender del uso de mana para recuperar su mana interno, se propuso aprovechar cualquier forma de energía a su alrededor, basándose en la teoría de que la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma.
Con determinación y perseverancia, Jonathan se sumergió en un profundo estudio de la naturaleza de la energía y las diversas formas en que podía manifestarse. Exploró los principios de la alquimia, la física elemental y los conocimientos ancestrales de los antiguos hechiceros. A medida que profundizaba en su búsqueda, descubrió artefactos antiguos que poseían la capacidad de absorber grandes cantidades de energía.
Estos artefactos eran reliquias poderosas y misteriosas, imbuidas de una antigua magia. Jonathan pasó largas horas examinándolos, tratando de comprender su funcionamiento y cómo podrían ayudarlo en su objetivo de amplificar su mana interno. Realizó experimentos meticulosos, canalizando su propio poder mágico y utilizando los artefactos para absorber diferentes formas de energía.
Sin embargo, en cada intento, se encontró con múltiples complicaciones. Al absorber grandes cantidades de mana para amplificar su contenedor de mana interno, Jonathan se dio cuenta de que corría el riesgo de debilitarlo o incluso quebrarlo. Era esencial encontrar una solución para evitar dañar su propio sistema mágico. Dedicó horas y horas a la investigación y realizó experimentos meticulosos para superar este obstáculo.
En su búsqueda incansable, Jonathan descubrió un concepto que le brindó una nueva perspectiva: en lugar de simplemente absorber mana, debía aprender a transformar y equilibrar la energía que absorbía. La teoría de que la energía no se destruye ni se crea, solo se transforma, fue clave para su descubrimiento. Comenzó a experimentar con diferentes métodos y rituales para convertir la energía absorbida en mana, manteniendo un equilibrio armonioso en su sistema mágico.
El camino hacia la comprensión completa fue arduo y lleno de desafíos. Jonathan se enfrentó a veces a excesos de energía descontrolada que amenazaban con sobrecargar su contenedor de mana interno. Tuvo que perfeccionar su capacidad de canalización y controlar la energía transformada para evitar daños y desequilibrios. Fue un proceso de prueba y error constante, donde cada intento lo acercaba un poco más a su objetivo.
Después de innumerables intentos y errores, Jonathan finalmente encontró una solución prometedora. Descubrió que al combinar los artefactos con su propio conocimiento y poder mágico, podía crear un método para absorber grandes cantidades de energía sin poner en peligro su contenedor de mana interno. Esta revelación lo llenó de emoción y anticipación por las posibilidades que se avecinaban.
Con su nueva técnica en desarrollo, Jonathan continuó experimentando y refinando su método. Descubrió que ciertos artefactos tenían la capacidad de actuar como condensadores de energía, permitiéndole almacenar grandes cantidades de mana transformado en su interior. Esto le brindaba una reserva de energía adicional que podía utilizar en momentos de necesidad.
Sin embargo, Jonathan también se dio cuenta de que esta nueva capacidad requería una disciplina y un control aún mayores. La energía absorbida era poderosa y volátil, y debía ser utilizada con cuidado y sabiduría. Pasó horas meditando y practicando para dominar esta nueva forma de manipular la energía.