El hombre de carne miró a la misteriosa persona que había aparecido de la sombra del joven. Estaba confundido acerca de cómo había sucedido esto, pero siempre había quienes tenían todo tipo de diferentes poderes.
Lo que le interesaba más era la confianza que se podía ver en las caras de los demás tan pronto como este había aparecido.
—¿Realmente podría ser tan diferente de aquellos con los que acabo de pelear? ¿Cuánto más fuerte puede ser esta persona?—
El hombre de carne no era cualquier persona del otro lado, del reino donde residía la oscura energía de los muertos, engendrando criaturas que parecían haber salido del infierno.
El hombre de carne se llamaba Escam, y era un general que pertenecía al ejército de Inmortui. Había unos pocos individuos fuertes del reino especial en quien Inmortui confiaba, y uno de ellos era Escam.