Aunque Xander creía que podían salir de esta situación hablando, Layla no pensaba lo mismo. Después de todo, ella había trabajado más cerca de Laxmus durante un tiempo y sabía que ya era una sospechosa principal, sin mencionar que Laxmus era del tipo de persona que actuaba primero.
Ver al trabajador de investigación muerto en el laboratorio fue suficiente prueba de eso. De todos modos, tendrían que luchar hasta que Layla pudiera demostrar que no tomó el cristal del Nido, lo cual era imposible porque sí lo había hecho.
Así que sacó la extraña corta espada negra, y su marca comenzó a palpitar. Parecía sincronizada con los cuernos en su cabeza, ya que estos pulsaban en rojo, encendiéndose y apagándose. Por un segundo, Layla apretó los dientes y entrecerró los ojos pero rápidamente abrió los ojos y recuperó la compostura, equilibrándose a sí misma.