Aun con un oponente tan fuerte frente a él, incluso aunque Quinn había recibido un golpe serio por primera vez desde que había despertado, el Vampiro Celestial continuó siendo increíblemente tranquilo, porque estaba convencido de que no había manera de que pudiera perder.
Quinn sabía que tenía múltiples formas de derribar al Hombre lobo frente a él. Si esto era lo que los Puros habían estado preparando todo este tiempo, si este era el tipo de enemigo que el mundo tenía reservado para él después de estar dormido por más de mil años, entonces simplemente no estaba a la altura.
—Aun así, parece que tengo la oportunidad de probar algunas cosas.— Quinn pensó, formándose una leve sonrisa en sus labios.
Quinn estimó que el Hombre lobo podría haberse convertido en el terror de la era actual, así como Un Cuerno y Graham lo habían sido en su tiempo. Desafortunadamente para él, simplemente se encontró con el Vampiro Celestial, que moría por probar algunas cosas nuevas.