—¿Cuánto tiempo ha pasado? ¡Estando atrapado en esta maldita habitación, es imposible saber si he estado aquí un día, una semana, un mes o más! —Fex maldijo internamente, mientras miraba sin expresión alguna las paredes de la cueva.
—¡Y lo peor de todo, esto es tan AAAABBURRRRIIIDDDOOOOO! —Gritó a todo pulmón— ¡Vamos! ¿Dónde está ese feo monstruo calvo de antes? Ni siquiera puedo recordar nada sobre mi pasado, ¡así que al menos dame a alguien que me haga compañía! ¡No quieren que me muera de aburrimiento, verdad?!
Sin embargo, no importó cuánto gritara Fex o cuán a menudo lo hiciera, no obtuvo ninguna reacción por parte de sus captores.
—Espero que Pig encuentre a alguien pronto. Tal vez ya lo hizo y simplemente estoy atrapado en algún lugar muy lejos —Fex reflexionó.
Justo cuando pensó eso, las puertas se abrieron y otra criatura entró. Era difícil saber si era la misma que había visto antes, o si cada vez que venían era una diferente con simplemente un aspecto similar.