Quinn había recibido varias misiones en el pasado, pero ninguna como esta. Siempre que se enfrentaba a un oponente fuerte o difícil, donde sentía que su vida estaba en juego, la recompensa era a menudo subir de nivel instantáneamente.
Sin embargo, por primera vez, el sistema dejó claro que lo único que tenía que hacer era sobrevivir. Solo vivir, nada más.
—¿Me está diciendo que solo vivir después de encontrarme con estos dos es tan difícil como luchar contra un nivel emperador?—
Le resultaba difícil comprender en su cabeza cuán difícil iba a ser esto. A decir verdad, estaba un poco atónito por esto. El sistema no se había equivocado en sus evaluaciones en el pasado, y no podía estar muriendo aquí.
—Ustedes son el hermano y la hermana de Vorden, ¿verdad? ¿No es suficiente saber dónde está él, que estará bien?— preguntó Quinn, pensando que tal vez podía hablar y salir de esta situación.