Tan pronto como Edward recibió la orden, supo que no tenía más opción que cumplir. El hecho de que le hubieran enviado el mensaje directamente a él y que fuera una convocatoria también, significaba que no tendría elección. Si ignoraba la orden, habría serias consecuencias por hacerlo.
Antes de partir, decidió informar a Peter de su partida, pero no le dijo el motivo exacto de su marcha, solo que los demás esperaran su regreso.
—¿Y si no vuelves antes de la ejecución? —Preguntó Peter.
Hubo una breve pausa mientras Edward pensaba en cómo responder a esto, ya que había una buena posibilidad de que esto sucediera. Edward no era lo suficientemente ingenuo como para creer que no tendrían algunos espías y no ser lo suficientemente ciegos como para no notar la torre iluminándose.
Si no daba una razón lo suficientemente buena para que estas cosas ocurrieran, entonces podrían mantenerlo fácilmente en el castillo del rey.