Afuera, en alguna parte del mundo, había una ciudad llamada Tierra de sueños. El lugar estaba repleto de edificios y rascacielos por todas partes, y no parecía haber un espacio abierto a la vista. También había una gran pared que lo rodeaba, de unos cien metros de altura.
En la parte superior de las paredes, había varias torretas y mechs que vigilaban día y noche en busca de peligros. Debido a esto, Tierra de sueños era considerada una de las ciudades más seguras para vivir. Pero tenía un costo.
La seguridad era un problema importante, así como la tierra habitable en la Tierra. Después de la guerra, muchas de las antiguas ciudades fueron destruidas y arrasadas. Se había hecho demasiado daño. Partes de tierra desaparecieron, fueron desintegradas en pequeñas piezas, demasiado pequeñas para que los humanos vivieran en ellas.