—Tengo muchas cosas que decir, pero muy poco tiempo así que me limitaré a una cosa. Un Capitán que tiene el valor de emitir la orden de 'detener al enemigo' en lugar de formular una estrategia es digno de ser añadido a la lista de chistes que la Asociación cuenta sobre el ejército.
—Capitán Phloria, ahora estás a cargo de la misión. Ya que me veo obligado a cambiar de planes debido a la manifiesta incompetencia de Kortus en el liderazgo, invocaré el protocolo del segundo al mando.
—Ahora pongan en contacto a la Capataz de los Prospectores. Necesito informarle de mis decisiones. Los refuerzos ya están en camino.— Dijo Berion.
Esas palabras hicieron que los ojos de Kortus se llenaran de lágrimas. Por lo general, el protocolo del segundo al mando se aplicaba solo cuando el oficial al mando enloquecía durante una misión, obligando a sus subordinados a reemplazarlo.