Después de revisar las minas, Solus los trasladó al segundo piso de la torre para continuar su trabajo. Al igual que su gemelo subterráneo, el nuevo piso era tan poderoso como exigente.
Lith y Solus lo llamaron el Corazón, y habían pasado bastante tiempo decidiendo cómo utilizar la habitación al máximo.
El Corazón era el panel de control de la torre para sus arreglos. Siendo parte de las habilidades innatas de Solus, tanto Lith como ella podían encender y apagar las formaciones mágicas con solo un pensamiento, dándoles una poderosa herramienta contra cualquiera que intentara atacarlos dentro de su hogar.
El problema era que debido a la regresión de Solus por pasar siglos sin dueño, todos los arreglos que Menadion había impreso en la torre habían desaparecido. Además, la torre estaba lejos de ser completamente restaurada, lo que limitaba la cantidad de arreglos que podían almacenarse dentro del Corazón.