—No te sorprendas, chico. La primera capa era un señuelo que la oscuridad oscureció, dejando visible solo la marca real grabada debajo de la arcilla. —Explicó Jirni, repitiendo el procedimiento en cada esquina.
—Parece que estará lleno. —Kamila dijo mientras señalaba el camino limpio en medio de la suciedad que cubría el piso. Era algo que solo muchas personas tomando su mismo camino podrían haber creado.
Jirni le hizo señas para que se detuviera y guardara silencio mientras conjuraba una esfera de oscuridad para mantener la luz de sus amuletos oculta. No era la cantidad de huellas lo que le preocupaba. Para un objeto raro como las partes de Gorgón, se tenía que esperar una multitud.
Sin embargo, el hecho de que tantas de ellas caminaron ordenadamente era muy poco probable a menos que hubieran venido todas juntas. Jirni activó el dispositivo Silenciador de su amuleto del ejército e informó la anomalía antes de dar otro paso adelante.