—Después de aclarar el tema sobre ti, el Scorpicore me dijo que estaba listo para avanzar y que debería darme prisa porque solo me quedaban unos años más de vida.
—¿Qué? Lith había conocido a Protector desde que tenía cuatro años. En sus ojos, el Ry solo había crecido y se había vuelto más fuerte con el tiempo, no más viejo.
—Viví durante más de ocho años como un lobo, antes de convertirme en un Ry. Y treinta años después de eso. Para una bestia mágica, yo era bastante viejo, Azote. La idea de la muerte no me sorprendió tanto como sus palabras, ya que no tenía sentido.
—Se dio cuenta de mi confusión y me explicó que ser una bestia mágica no es el final del viaje, sino solo un paso. Al menos, si eres capaz de Despertar.
—Todas esas noticias estaban dando a Lith y Solus un dolor de cabeza.
—¿Las bestias mágicas no esconden el secreto del Despertar? ¿Están locas? —Lith pensó.
—No es solo eso. Según lo que dice, parece que el Despertar no es tan fácil como pensábamos. —