—En general, ¿cuándo suele salir la Srta. Swift de la oficina todos los días? —Michael, preocupado, comentó sobre Wendy debatiendo con él mismo en horarios irregulares.
—La Srta. Swift es conocida en toda la compañía como una adicta al trabajo —respondió honestamente la recepcionista—. Recientemente ha estado trabajando hasta altas horas de la noche. A veces se queda a dormir en su oficina cuando es demasiado tarde para ir a casa.
—Además, ha habido ocasiones en las que ha tenido que ser hospitalizada porque se desmayó de tanta carga laboral... —comentó la recepcionista.
Mientras hablaba, la recepcionista notó un cambio visible en la expresión de Michael. Parecía haber un aura de frialdad emanando de todo su ser que le hacía parecer aterrador. Para ello, la secretaria supo que había dicho demasiado.
Para ser exactos, se dio cuenta de que sus palabras no debían ser tan late risitas directamente a él.