A pesar de que ya estaba almorzando, me era imposible el no saber tener sueño, ya que me había dormido tarde.
—¡Nao ya nos vamos! — Mi hermana me dijo eso mientras llevaba de la mano a su hija.
—¡Que les vaya bien!— Yo seguí almorzando a la par que intentaba no quedarme dormida, lo cual de poco estaba sirviendo, y era por eso por lo que estaba intentando terminar de almorzar lo más rápido posible.
Y es que, aunque al final no termine de hacer la tarea, tendría que continuar con la tarea sí que quería tener el día libre.
—Aunque tengo que arreglar mi habitación. — Me quejé un poco, pero, aunque no servía de nada, solo seguí almorzando.
Ya cuando volví a mi habitación me centré primero en hacer mi tarea, pero el ver la cama tendida...
—Solo cinco minutos más... — Solo dije eso a la par que me arrojaba hacia la cama.
Y aunque quería seguir durmiendo, era más que obvio que no podría hacerlo por todo el día, ya que mi hermana se molestaría conmigo...
—¡Toma esto! — Escuché eso débilmente por lo me puse boca arriba y tomaba algo de aire.
—¿Con que eso traemos? ¡Toma esto! — Y fue esa respuesta cuando me di cuenta de que se trataba de Akira, por lo que un poco de cuidado me acerque a la ventana para comprobar si podría verlo.
Y ese fue el caso, ya que pude ver que estaba con su hermana menor en el patio trasero jugando con una pelota.
—La hermana de Akira... ya creció mucho desde la última que la vi... — Y no era para menos, ya que a pesar de tener unas semanas viendo como vecina de Akira, no había visto a su hermana menor.
Aunque de cierta forma, el ver a Akira con una sonrisa en el rostro, era algo reconfortante.
A lo que puse mis manos en la ventana para apoyar mi cabeza y ver más cómodamente a mi amado vecino.
¿Por qué sigues ocultando esa sonrisa tuya?
Y aunque quería hacerle esa pregunta a Akira, sabría que el me diría algo como eso no es verdad, o alguna otra excusa.
—¡Hermano ¿Qué paso con la chica del otro día? — La hermanita de Akira pregunto eso mientras lanzaba la pequeña pelota con la que estaban jugando.
—¿La chica del otro día? —
—No te hagas el que no sabe, hablo de la chica del parque, estudian juntos ¿Verdad? — Eso me tomo un poco por sorpresa.
Pero como no podía ver la expresión de Akira, ya que me estaba dando la espalda.
—Oh, ella... no tengo nada que decir, es solo una buena amiga... creo —
—Pero dime Abril ¿Por qué preguntas por ella? —
—Es sencillo, es que siempre que vuelves de la escuela le dices a mamá que tienes un día cansado por siempre tener a una amiga cerca tuyo. —
—Eso no es verdad, es solo que no estoy acostumbrada a lidiar con ella, pero es una chica alegre y... —
—No es nada, es solo que me pone un poco feliz el que siempre este conmigo. —
A pesar de que estaba escuchando esa conversación con un poco de dificultad, mi corazón no podía evitar sentirse agitado ya que lo que decía Akira podría ser algo que me temía.
¡Vamos! No es posible que Akira le interese una chica, él siempre ha sido muy cerrado.
Intenté buscar algo para calmarme, pero en el momento en el que recordé que estábamos en 2do año de preparatoria, por lo que, si tenía interés en alguna chica, lo más seguro es que fuera alguien del salón, o tal vez no.
Pero el problema es que no sabía quién podría ser o si Akira estaba interesado en alguien.
—¡Mira hermano es Nao! — Ese grito hizo que volviera a mi mundo.
Por lo que no tarde en darme cuenta de que Akira y su hermana me estaban viendo, por lo me alejé de la ventana lo más rápido que pude.
—Espero que no me hayan visto. —Y es, aunque eso era imposible, algo me hizo preocupar un poco más.
—¡Hermano a dónde vas! — Pude escuchar como la hermana de Akira le llamaba, pero no escuche una respuesta.
Y es que, aunque estaba sentada y ocultada debajo de la ventana, por alguna razón, me sentía intranquila.
Pero a medida que pasaron unos minutos, no paso nada, por lo que, al pensar un poco, decidí ponerme de pie.
—¡Te encontré! — Al escuchar eso, me sobresalte un poco ya que sabía de quien era la voz.
—Hola Akira, buenos días, jejeje — Salude entre risas, pero podría verle una expresión de molestia en el rostro.
—Nao... — Akira me empezó a hablar mientras buscaba algo en su mochila.
—Sabes mejor que nadie, que odio que la gente me espié, o me observé a escondidas. — Akira no dudo en decirme con un notable enfado.
—Si claro, sin embargo, ahora tengo una duda Nao. —
—¿Cuál? — Pregunte un poco nervioso ya que rara vez solía a ver a Akira molesto.
—¿Sabes que esto? — Akira me mostro una libreta, concretamente era la de matemáticas.
—Es la libreta de nuestra materia de matemáticas. —
—Si, así es, pero tenía pensado prestarte mis apuntes ya que ayer alguien no dejaba de gritar por la noche.
—¿Enserio? — Pregunte alegremente, pero Akira me mato las esperanzas de poder terminar la tarea de la materia que menos me gusta.
—Sin embargo, ahora estoy molesto. — Y con eso di por sentado que el...
—Así que toma... — Akira me lanzo con fuerza su libreta a través de su ventana, por lo que logro traspasar el espacio que había entre nosotros.
—Pero... — Intenté preguntarle a Akira el por qué hizo, pero me detuve en el momento que vi una sonrisa pícara en su rostro.
—Espero que no sigas pensando que soy el mismo chico de secundaria, se está volviendo molesto tener que repetirlo tan seguido. —Akira me dijo con una notable sonrisa para solo terminar de hablar.
—Iré por ella más tarde, así que cuida mucho mis apuntes, ahora tengo que ir con mi hermana, adiós.
Y antes de que pudiera reaccionar, Akira se despidió de mí.
—Eres un tonto Akira. — Y aunque me estaba quejando por lo que había pasado con Akira hace unos minutos.
Ahora solo estaba centrada en copiar la tarea que me había prestado Akira.
Y es que me parecía un poco molesto el que el solo me prestara su tarea sin nada más.
Y es que en realidad no estaba molesta por eso en realidad, sino más bien por la pequeña broma que me hizo al hacerse el molesto, sin embargo, había algo que no terminaba entender del todo.
¿Desde cuándo Akira suele hacer este tipo de bromas?
Pero, aunque quisiera saber la respuesta, no me dejaba de parecer muy extraño ya que Akira no suele hacer ese tipo de bromas, de hecho, él siempre se molesta cuando alguien le hace una broma, aunque es divertido verlo así.
Tal vez debería de hacerle bromas de nuevo, solo espero que no se moleste conmigo.
Y es que cuando estábamos en secundaria siempre solía caer en todas mis pequeñas bromas que le hacía para dejar de tener esa expresión de estar siempre pensado en algo, ya que él tenía que sonreír un poco más.
—Akira tiene una sonrisa muy linda... — En el instante en el que le dije eso, una calidez llego hasta mis mejillas.
Y es que era más que obvio que estaba avergonzada por lo que acababa de decir, aun así, tenía razón.
—¿Cómo poder acercarme más a ti? — Me pregunte mientras buscaba una forma de hacerme estar más tiempo a solas con él.
Y es que desde que estamos en los clubs, pocas veces nos encontrado al salir de la escuela, lo cual era algo que me hacía muy feliz, pero quería estar más tiempo junto a Akira, quería poder conversar más con él, quería estar más cerca.... quiero que....
—¡No! ¡No pienses más en ello! — Grite eso mientras sentía más calor debido a lo que estaba diciendo.
Y es por más que intentara ocultarlo, desde que me le confese a Akira, las cosas solo fueron a peor, de hecho, aun me arrepiento de haber salido corriendo cuando lo hice, ya que la situación era la mejor posible, y por culpa de mi miedo, deje esa oportunidad irse y como consecuencia mi relación con Akira se volvió mucho más y más complicada y por desgracia nunca tuve el valor de aclarar las cosas.