Mientras el sueño de Hiro pasaba, en el mundo real, los otros héroes estaban luchando contra el papa.
-maldición.-
Dijo Ren mientras sostenía un golpe de la réplica de la lanza, Raphtalia rápidamente le arrojo una botella, era una poción de curación.
-gracias.-
Dijo Ren mientras tomaba la botella, habían pasado solo unos minutos, todos habían llegado al acuerdo de proteger a Hiro, si se volvía loco podría causar un gran daño a todos ellos.
-así que protegerán al demonio del escudo.-
Dijo el papa mientras los miraba con supremacía, cambiando la lanza por un arco dijo.
-es momento de acabar con todos ustedes.-
Disparando varias flechas que golpearon varios lugares, varios papas aparecieron, Itsuki que miro eso dijo.
-es la flecha ilusoria, cuidado es una habilidad de tipo trampa para atacar a los enemigos desprevenidamente.-
Todos se pusieron más en guardia, el papa sonrió y una flecha salió volando, esta se dirigía hacia Hiro, pero una cola dorada la detuvo.
-¡ack!-
Grito de dolor Raphtalia que sintió que casi se desprenda su cola, sangre salía de ella, había logrado resistir la flecha del papa.
-esas colas son molestas, debería de cortarlas.-
Dijo furioso, Raphtalia miro al papa con odio, pues su cola siempre era cuidada por Hiro cuando dormían juntos, él se tomaba su tiempo para cepillarla, no importa si era su forma normal de mapache o su forma kitsune que tomo ahora.
Hiro adoraba jugar con ella, también las alas de Firo eran muy cuidadas por Hiro, por su lado Melty sentía un poco de envidia al ver a Hiro ser minucioso con las alas de Firo, cuidando de sus plumas y viendo si no había plumas dañadas para quitar.
Wyndia también tenía el mismo trato, aunque se acababa de unir, Hiro pasaba su tiempo cepillando su cola y acariciando sus orejas.
Para ellas el hecho de que alguien las quiera arrancar era cuestión de odio máximo, Raphtalia tomo la espada en sus manos.
La espada se estaba tornando roja, mientras la ira la llenaba, Raphtalia comenzó a correr, llamas comenzaron a aparecer por su cuerpo, mientras usaba su respiración, era la segunda vez que la respiración solar había despertado en este mundo.
La espada llameante que quemaba como el sol comenzó a cortar las ilusiones del papa, pero este disparaba flechas, pero eran neutralizadas por la danza del dios del fuego.
Raphtalia ahora parecía una doncella de las llamas con sus colas doradas balanceándose al ritmo de su espada.
El papa seguía intentando detenerla usando las flechas, pero era inútil, el instinto de Raphtalia le decía de donde venían las flechas reales.
Aunque bueno, más que ser su instinto era el flujo de energía del mundo, al estar en el modo Kitsune ella podía sentir mejor la energía que la rodeaba, así siendo más sensible al flujo del mana de las habilidades.
Firo tampoco se quedaba quieta, sus llamas también estaban destruyendo las ilusiones del papa, él no podía contener a Firo y Raphtalia.
-mis creyentes.-
Grito el papa y con una mirada seria dio una orden.
-preparen el juicio.-
Todos lo miraron con miedo, pero mientras estaban así Melty termino de cantar.
-¡tempestad helada!-
Era uno de los hechizos de su madre, uno capas de congelar a todos, pero no tenía el mismo poder de su madre, pero podía detener el canto de los creyentes.
Al sentir la temperatura baja y como sus cuerpos se congelaban muchos entraron en shock, el papa estaba furioso cuando vio eso y disparo una flecha hacia Melty, la cual fue detenida por las alas de Firo.
-no dejare que toques a Mel-chan.-
Dijo ella enojada mientras escupía una llamarada de llamas, el papa rápidamente uso la barrera para detener las llamas.
Ren que miraba esto sentía envidia de las habilidades de Raphtalia, él también quería hacer esos movimientos, pero no podía cuando lo intento la última vez, sintió que perdió todo el aire de su cuerpo.
Mientras Itsuki que seguía disparando no podía darle al verdadero papa, eso lo molestaba más aun con su habilidad innata.
Motoyasu por su lado seguía siendo el, usando poderes vistosos pero no funcionales, Wyndia que estaba callada en una parte termino su hechizo del camino dragón.
-METEORO DRAGÓN.-
Grito ella, desde el cielo una gran roca llameante apareció, el papa vio eso con miedo y usando el arma cargo su poder al máximo y disparo hacia la piedra.
Pero cuando la flecha golpeo no destruyo al meteoro que se acercaba, el papa estaba enojado y cambio a su arco a una lanza.
-¡CUIDADO USARA DE NUEVO A BRIONAC!-
Grito Motoyasu con miedo al verla, pero el ataque fue directamente hacia el meteoro llamado por Wyndia.
Una fuerte explosión y escombros cayeron del cielo al suelo, todos se cubrieron mientras las rocas caían, Wyndia estaba jadeando mientras miraba al papa.
Ese ataque había llevado toda su fuerza y una gran cantidad de energía dragón del área, pero aun así no pudo causar un gran daño al papa.
Pero esto sirvió para agotar más la réplica de las cuatro armas, el papa miro esto enojado, si esto continua así, el no podrá sostener esto.
Apretando la lanza comenzó a cargar su poder al máximo para cavar con esto, todos vieron como el papa levanto su lanza, un brillo segador comenzaba a cargarse, dentro de la catedral todos tenían miedo.
-es momento de poner fin a esta cruzada.-
Dijo mientras estaba listo para atacar, pero una voz dijo.
-tienes razón, Aldreife, Prisión de carámbanos.-
Toda la zona se comenzó a congelar, mientras los héroes miraban a los avatares del papa regresar a la normalidad.
-héroes acaben con el.-
Dijo la voz, pero una segunda voz dijo.
-parece que desperté en mal momento.-
Todos voltearon y vieron a un joven de cabello negro largo, una larga cola de cabello negro podía verse, el vestía túnica de color negro con capucha, sus manos se habían vuelto negras con marcas multi color.
Si alguien lo viera parecería la versión de Rex Lápiz de genshin Impact, salvo que en vez de ser blanca su túnica era negra.
Este joven era Hiro, ninguno pudo reconocerlo rápidamente, pero Firo grito.
-AMOOOOOOOOOOO.-
Ella volvió a su forma humana y salto a sus brazos, Hiro sonrió y la abrazo y dijo.
-está bien Firo, ya estoy bien.-
Él le dio unas palmadas en la cabeza a Firo mientras el miraba al papa dijo.
-déjenme a este inútil a mí.-
Nadie podía entender lo que Hiro quería hacer, pero comenzó a caminar, el chasqueo los dedos y una nueva catedral apareció.
-¡¿pero qué?!-
Todos estaban en shock, Hiro siguió caminando hacia el papa, mientras miraba a todos los congelados Hiro no hizo nada en su contra, pero al ver al papa dijo.
-tus pecados son muy pesados, cuántos muertos llevas en tus pecados.-
El papa no podía moverse por el hielo, pero sus manos libres intento usar la lanza para atacarlo, pero fue detenida por las manos de Hiro.
Todos vieron eso, Hiro tomo la lanza y dijo.
-es una buena arma, lástima que no puedas usarla libremente pero me puede servir.-
Dijo mientras un humo negro la devoraba, el papa se puso pálido al ver eso, la réplica el arma que podía competir con las cuatro armas sagradas ahora había sido arrebatada, Hiro lo miro con ojos fríos y dijo.
-no mereces morir fácilmente, todo el dolor que has causado por tu codicia y tu estupidez es demasiado alta.-
Dijo mientras abría su mano y dijo.
-tu destino es sufrir en las fauces de la bestia del apocalipsis hasta el día final.-
De las sombras de Hiro siete cabezas de bestias comenzaron a salir, todos vieron como las bestias mordieron al papa.
-¡¡¡NO… NO PUEDO MORIR… YO SOY DIOS…!!!-
Grito el papa, pero Hiro mirándolo dijo.
-lastima, yo soy un asesino de dioses.-
Esa simple frase hizo que el papa perdiera todo el color de su cara, asesino de dioses fue algo que había leído en los antiguos textos del a iglesia.
Sabía que ya no había ninguno en este mundo, por lo que podría ser un dios, había soñado con serlo desde hace mucho tiempo, pero ahora vio que era un deseo fútil, pues aun existía un asesino de dioses y era uno de los cuatro héroes legendarios.
-¡¡¡TE MALDIGO DEMONIO DEL ESCUDOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!-
Grito mientras era llevado por las cabezas dentro de las sombras, Hiro que miraba eso dijo con desprecio.
-¿un mortal se atreve a maldecirme? Es una lástima que las maldiciones humanas no me lleguen pero la de ese bastardo aun me pase factura.-
Dijo Hiro mientras caía de rodillas, sangre negra comenzaba a salir de su cuerpo, esto asusto a todos, Hiro levanto su mano y dijo.
-no se acerquen, es peligroso que toquen mi sangre por el momento.-
Dijo mientras comenzaba a usar senjutsu para quemar la sangre negra, esta era la maldición puesta por aquel ser que lo mato en su primera vida, aquel que le quito su memoria.
Una maldición que se activa cuando usa sus verdaderos poderes, Hiro estaba usando el senjutsu y quemo la maldición.
Después de un rato Hiro había quemado bastante de ese lodo negro que salió de su cuerpo, cuando las llamas acabaron Hiro había regresado a la normalidad, con su armadura negra.
Este cayó al suelo inconsciente, las chicas corrieron a verlo, pero una voz sonó y dijo.
-rápido, ayuden a los héroes y a los heridos, el héroe del escudo tiene prioridad máxima, salven su vida.-
Dijo mientras miraba a Hiro, los caballeros rápidamente se movieron, unos ayudaron a los héroes y sus grupos, a Hiro un grupo de caballeros lo colocaron en una camilla para transportarlo.
Mientras otros de los caballeros se movieron y comenzaron a eliminar a los integrantes de la iglesia de los tres héroes rápidamente.
Así mientras en Melromarc, un grupo de caballeros rodeo la iglesia y comenzó la cacería de brujas en la iglesia.
En poco tiempo Melromarc comenzó a moverse y muchos tuvieron miedo, pues eran miembros activos de la iglesia de los tres héroes.
Mientras eso pasaba en una habitación en misión cercana a Melromarc, Hiro descansaba en una cama.
Había estado recibiendo curaciones por parte de varios magos al servicio de la reina, pero por mucho que intentaban quitar la maldición no era posible.
Era algo más fuerte que ellos, solo el tiempo podía eliminarla. En el mundo interior de Hiro, él estaba viendo su reino de alma, era un lugar especial en su alma.
Donde en su mayor parte su poder duerme, pero ahora este lugar estaba muy roto, había una estrella morada que era su annihilation maker en este lugar.
Junto a ella estaba el toque del cielo haciendo un estanque de brea negra, el cual era el hogar de VI.
En otro lugar estaba el espíritu del escudo flotando tranquilamente, pero aun cuando ellos estaban aquí, Hiro podía ver que su alma estaba fracturada y partes de ella faltaban.
Pues había lugares donde parecía un cristal roto con partes faltantes, aunque su alma parecía que se curaba sola, tardaría mucho tiempo en sanarse.
-¡ahhh! Esto es una molestia.-
Dijo Hiro mientras miraba su reino del alma, Hiro camino por el lugar viendo todo el sitio destruido, pero había una parte donde no podía acceder.
En ese lugar había un pequeño brillo dorado que no podía salir, había una especie de energía oscura que impedía que eso saliera.
-así que esta es la maldición de ese hijo de puta, realmente evito que mi poder pudiera salir.-
Dijo Hiro mientras miraba la energía oscura, ese pequeño brillo era el poder total de Hiro, el cual no podía salir, pues al intentar usarlo, la maldición comenzaría a carcomerlo.
Aún recuerda el dolor de su cuerpo físico mientras era consumido por ella, por suerte el senjutsu realmente funciono para hacerlo retroceder.
Hiro ahora sabe que primero tiene que deshacerse de esa maldición molesta y para ello necesita la energía del mundo para limpiarse.
-supongo que cuando despierte me toca darme un chapuzón en una vena del mundo.-
Dijo sonriendo mientras se ponía a meditar intentando guiar su energía en curar su alma.
Título: el despertar de un antiguo héroe.
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gracias a todos los que han leido mi historia, la verdad me ha sorprendido mucho la buena recepcion de ustedes los lectores, les agradesco mucho su apoyo con esta serie, de cualquier forma seguire escribiendo sobre HIro y su aventura en el mundo de Tate no Yuusha.