Capítulo 26: CAPITULO 26

Ya estamos solos, estoy muy nerviosa, es hora de ir a la habitación, le pido que se adelante, recordé que el baño donde me puse la ropa interior había una bata levantadora de encaje con los bordes en tela de satín, así que decidí ponérmela, voy a esa habitación, me quito el vestido, me quedo con los zapatos, entro al baño tomo la bata y me la coloco, me veo en el espero y me sonrojo, me quito las joyas, me veo sexi o eso creo, estoy muy nerviosa, pero quiero hacerlo hoy, camino a la habitación y Carlos está esperándome en la puerta y se sorprende mucho a verme, mi cara se pone roja de nuevo, quiero salir corriendo en este momento, pero no me da la oportunidad, se acerca rápidamente a mí, me mira fijamente y me dice "Sara, mi amor, mi vida, sabes lo que estás haciendo", yo asiento, estoy muy segura digo, estoy segura de que te amo, estoy segura de que te deseo, me mira y se ríe, te tengo una sorpresa me dice y me pone una venda en los ojos, me lleva lentamente a la habitación, siento el aire que entra por las ventanas, huele delicioso, como a rosas, cierra la puerta de la habitación y me quita la venda, me toma las manos y me dice, esta noche tenía planeado hacerte mía, no me había imaginado que tomarías la iniciativa, yo veo todo muy sorprendida, las sábanas de la cama son blancas, hay un corazón con pétalos de rosas, pétalos de rosas en el piso, la luz es muy tenue, hay velas en algunos lugares, lo que le da un aire romántico, dos copas de champaña están servidas en una mesa, él se acerca y las toma, me pasa una y la tomo de un solo trago, necesito calmar los nervios digo, pongo la copa en la mesa, él hace lo mismo y me toma por la cintura, pone su otra mano detrás de mi cuello y me besa, respondo a su beso, dándole acceso por completo a mi boca, sus besos son deliciosos, saben dulce, mezclados con el sabor de la champaña, son embriagadores, poco a poco vamos acercándonos a la cama, mi corazón palpita muy fuerte, poco a poco empiezo a soltar los botones de su camisa, te deseo me dice, creo que mi ritmo es demasiado lento, así que rompe todos los botones y se quita la camisa, paso mis manos por su cuerpo perfecto, me tomo el tiempo para admirarlos, mientras el desabrocha su pantalón y se lo quita, quedando solo en bóxer, su erección es enorme, suelto el nudo de la bata que llevo puesta y la dejo caer de mi cuerpo quedando en ropa interior, ya no me da pena que me vea así, me quito los zapatos y me acerco a él, paso mis manos por su cuello y le digo, deseo que me hagas el amor, que me hagas mujer, que me des placer como lo has hecho tantas veces antes, pero esta vez quiero todo, eso fue como tirarle leña al fuego, me tomo en sus brazos y me puso en la cama, se puso encima de mí, me beso la frente, las mejillas, se separó un poco de mí y me observa, como si estuviera viendo la obra de arte más hermosa, no sé qué hice en mi vida anterior para merecerte dice y me besa con mucha pasión, sus manos empiezan a recorrer mi cuerpo y yo siento que cada toque de sus manos envía corrientes eléctricas a mi cuerpo, deja mis labios y besa el lóbulo de mi oreja, lo cual me provoca un gemido involuntario, luego besa mi cuello, mientras que con sus manos acaricia mis senos, por encima del sostén, pasa su mano por mi espalda y con mucha habilidad suelta los broches y me lo quita, dejando mis senos a su entera disposición, mis pezones están hinchados, al sentir el rose de su lengua vuelvo a gemir esta vez más fuerte, mientras besa mis senos y se divierte con ellos, con la otra mano empieza a quitarme el liguero, se separa de mí, me termina de quitar las medias y con mucha suavidad me quita el cachetero, dejándome completamente desnuda, esta vez no quiero taparme, me excita que me admire.