Abriendo los ojos un poco, sintió algo de frío bajo las sábanas. La luz del sol entró por su ventana y le acarició el rostro. Los animales silvestres emitían su canto como es costumbre y aquel frío viento que entraba por esa misma ventana hizo que ella se diera cuenta que, bajo las sábanas, se encontraba completamente desnuda. Levantó un poco las sábanas y se dió cuenta de que la cama estaba manchada con una pequeña gota de sangre y extraños fluidos viscosos. Sin embargo, en lugar de sentirse avergonzada por esto, sonrió relajada y recordó todo lo que pasó la noche anterior.
Todo lo que pasó anoche fue demasiado intenso para ella. Se miró el pecho y se percató de que tenía varias marcas de besos allí. Con un poco de curiosidad, tocó una de las marcas que Toru le había dejado y sintió un poco de dolor. Recordó vagamente como este chico la lamía y la chupaba en diferentes partes del cuerpo, lo que la hizo sentir un extraño escalofrío recorrer su cuerpo.
'En el momento se sintió muy bien, pero ahora duele un poco…' pensó ella. Aun así, sonrió porque ella también hizo lo mismo con Toru. Ella lo besó, lo lamió en diferentes lugares e incluso llegó a morderlo. Así que, ambos estaban a mano.
Observando bien los alrededores, ella frunció el ceño un poco. No vio su ropa por ningún lado, pero luego recordó que Toru la rompió en ese momento. Por lo que ahora ella estaba completamente desnuda sin ninguna oportunidad de vestirse. Bueno, ahí en la mesa aún estaba su túnica de Akatsuki.
'¿Dónde está Toru?' sentada en la cama y cubriéndose con las sábanas, miró a la ventana hasta que un ruido proveniente del otro lado de la puerta se escuchó. Ella miró a la puerta y, por alguna razón, por el sonido de los pasos de esa persona, ella supo perfectamente quién era.
La puerta se abrió y Toru entró. Konan se sorprendió un poco al ver la ropa de Toru. El llevaba una camisa de mangas hasta los codos estilo kimono de color gris con detalles negros en los bordes de las mangas, pantalones negros hasta las pantorrillas dónde habían vendajes negros hasta la punta de sus dedos, dónde iban unas sandalias shinobi grises. También tenía un obi azul oscuro grueso que cubría parte de su cintura y ocultaba la unión de sus pantalones con el kimono. En esta ocasión, los vendajes en sus brazos fueron removidos y, como es costumbre para él, tenía el emblema del clan Asahi en la espalda. Un emblema muy parecido al del clan Uchiha, solo que este mismo estaba modificado para parecer un sol rojo saliendo de una montaña redonda negra. El ya no tenía su capa ni su bufanda, pues las dejó en la mesa junto a la túnica de Konan.
"Buenos días, Konan"
"Uh…" ella sonrió levemente después de verlo. "Buenos días… Toru"
"Traje comida. ¿Quieres?" Levantó las manos con cajas de bento que estaban dentro de unas bolsas de tela e inclinó un poco la cabeza esperando una respuesta.
Konan asintió con la cabeza, a lo que Toru respondió haciendo lo mismo. Se acercó a ella y, poniendo las bolsas de tela con la comida en la mesa, sacó una de las cajas de la bolsa y se la ofreció a Konan. Ella aceptó la comida sin levantarse de la cama y tomó los palillos para luego abrir la caja. El contenido se veía bastante apetitoso, por lo que Konan, sin esperar más, tomó un pequeño trozo de carne y se lo llevó a la boca.
Casi al instante, una gota de sudor cayó por la frente de esta mujer. Miró a Toru y le sonrió.
"¿Tu preparaste esta comida?"
El respondió sin rodeos. "Por desgracia, si…"
"Ya veo. No tiene sabor…"
"Lo sé…"
El chico no cambió la expresión de su rostro, solo miró a Konan en silencio después de responder de esa forma. Toru literalmente envolvió la carne en sal, pero aún así ésta salió sin sabor. Para él fue extraño, como si él estuviera maldito en el ámbito gastronómico. Sin embargo, a pesar de que la comida literalmente no tenía sabor, Konan continuó comiendo con una leve sonrisa en el rostro. Al ver esto, Toru se sentó en el suelo al pie de la cama y comenzó a comer también. Los dos comieron en silencio, pero como ya se había vuelto una costumbre en ellos, aquel silencio era relajante, calma los corazones de ambos.
"Tu ropa… lo siento…" dijo él.
"No pasa nada. Está bien, compraré ropa luego"
Toru levantó un poco las cejas al oír esto. Miró hacia arriba para ver a Konan y le dijo: "No es necesario. Ya compré ropa para tí."
"¿En serio? Ya veo… gracias" ella volvió a sonreír levemente.
Esa sonrisa en ella… Toru no la ha visto sonreír mucho en todos estos años, pero ahora, ella se veía más relajada, más… feliz…
Cuando terminó de comer, Toru se tocó el tobillo, dónde un sello se encontraba en las vendas, y entonces una nube de humo pequeña explotó suavemente. Cuando el humo se disipó, unas prendas de ropa femenina aparecieron. Konan vio esto con curiosidad. Esto hizo que Toru tomara esa ropa y la dejara en la cama junto a Konan.
"No sé qué tipo de ropa te gusta, pero hice que la costurera hiciera una ropa similar a la que usabas. Allí también hay ropa interior"
"Toru, ¿cuándo enviaste a hacer esta ropa? No creo que hayas tenido tiempo para esto"
"Bueno…"
-Hace unas horas-
El clon de sombras de Toru llegó a un pueblo cercano cerca de la antigua Aldea del Sonido. Su ropa estaba bastante deteriorada por las quemaduras, lo que hizo que los habitantes del pueblo lo mirarán de forma extraña. Aunque esto no le importó al clon. En silencio, caminó por las calles de este pueblo y observó todo con detenimiento. El pueblo se veía un poco, como decirlo, tradicional, diferente a Konohagakure o a Amegakure. Las casas se veían antiguas, pero él también pudo ver algunos carteles aquí y allá. La gente se veía bastante preocupada, pues todos eran conscientes de que la guerra ya había comenzado. Esto sembró el terror en las personas, pero aún les quedaba su propia esperanza. Si la esperanza no se pierde, la humanidad aún podría avanzar.
'Parece que en este pueblo no hay lo que busco' Después de ver todo, el clon negó decepcionado. Pero pronto se dió cuenta de que aún le faltaba un lugar por revisar. Al llegar al final de una calle poco transitada, vio un letrero bastante peculiar. No, era más que obvio. 'No es una tienda de ropa, pero sí puedo conseguir lo que quiero, me sirve'
Acercándose a la puerta de madera y papel, el clon llamó a quien maneja este lugar con un saludo.
Un segundo después, una chica de cabello y ojos negros apareció corriendo y así chocando con el clon de Toru.
"Hola, cliente. ¿Qué necesitas?"
"Yo-"
"No se diga más. ¡Acompáñame!"
La chica fue bastante enérgica, tanto que simplemente no le dejó hablar a Toru y lo tomó del brazo obligándolo a entrar al lugar. Él vio esto un poco incómodo, pero se dejó llevar. Al parecer, la chica, al ver la ropa de Toru, entró en un extraño frenesí de diseñadora de modas y no pudo contenerse. Arrastró a Toru por la casa hasta llegar a una habitación en específico y luego gritó:
"¡Okaa-san! ¡Tenemos un chico guapo aquí!"
Del otro lado, la voz de una mujer mayor se escuchó.
"¡¿Qué dijiste?! ¡Hazlo pasar, Nora!"
Ella abrió la puerta y pasó junto a Toru. Inmediatamente una anciana de baja estatura y cabello largo y canoso apareció. Se movió tan rápido a dónde estaba Toru que esto lo sorprendió un poco. La anciana vio a Toru de pies a cabeza y asintió con la cabeza cada vez que miraba lugares en específico. La anciana traía un abanico. Uso el abanico para que Toru levanté uno de sus brazos y luego lo golpeó en la cabeza.
"¡¿Cómo te atreves a dañar una ropa de tan buena calidad en combate, niño?! Esa ropa no es para pelear. Hm. Estos shinobis ya no saben el valor de la buena ropa. Nora, prepara todo, yo tomaré las medidas."
"¡Eso haré, okaa-san!"
Después de eso, la chica se fue y dejó a Toru solo con esta diminuta anciana. Ella tomó una cinta métrica y se acercó a Toru nuevamente.
"Levanta el brazo"
"Uh…"
Bueno, Toru no entendía qué demonios estaba pasando. Todo pasó tan rápido que fue difícil reaccionar. Aun así, le hizo caso a la anciana y levantó el brazo.
"Dime, muchacho. ¿En qué te especializas? Genjutsu, Ninjutsu, Taijutsu. ¿Cuál de los tres?"
"Mayormente Taijutsu, pero lo combino con mi Ninjutsu"
"Bien. Eso me da una idea de que debo hacer. Fue una buena decisión usar una camisa ajustada y unos pantalones cortos, pero el material con el que están hechas estás prendas no es malo, pero es obvio que, si te incendias, la ropa se terminará dañando"
"Tenía eso en mente cuando compre mi ropa, pero no tenían un material más resistente"
"Es porque no sabes dónde comprar, niño. Pero por suerte has llegado a mi negocio. Te haré un lindo kimono que se ajustará a tu movilidad. Me gusta lo tradicional y teniendo en cuenta tu rostro y las expresiones que haces, veo elegancia en ti, así que usaré ese concepto. Un pantalón hasta las pantorrillas también se verá bien, además de que es fácil hacerlo y se pueden usar materiales resistentes en ello. Así no te quedarás desnudo cuando pelees. Le sumaré un obi y unas sandalias shinobi"
Mientras habla sin parar, la anciana sigue tomando las medidas de Toru.
"¿Te gustan las vendas?" preguntó ella.
"Las vendas de mis brazos y piernas son para reducir el daño de mis jutsus, pero las vendas en mis brazos, también las uso para sellos de almacenamiento"
"Entiendo. Ya no habrán vendas en tus brazos, pero conservaremos las vendas de tus piernas y allí podrás ponerle los sellos. Entenderás lo que digo cuando te pruebes la ropa"
"Entiendo. Y ya que estoy aquí y todo ha escalado tan rápido. También necesito ropa para una mujer"
"¿Una mujer? ¿Por qué no la trajiste contigo?"
"Ella estaba durmiendo. No quise despertarla"
"Ya veo. Una novia o algo así, eh. Eso no me incumbe, pero si ella no está, no puedo tomarle las medidas"
"Puedo hacer algo"
Toru juntó las manos y fue rodeado por una nube de humo antes de que la forma de su cuerpo cambiase. Inmediatamente se transformó en Konan.
"Ya veo. Esto me sirve. Entonces tomaré las medidas y me tomara dos días terminar con todo"
Toru frunció el ceño.
"No tengo tanto tiempo. Pagaré esto para que terminen con todo en dos horas"
"¿Estás loco, niño? Es imposible terminar este trabajo tan rápido-"
Los ojos de la anciana se abrieron cuando Toru sacó un gran fajo de billetes. Con la avaricia despertada de esta anciana, ella se puso en modo sería y respondió.
"¡No se diga más! ¡Nora, prepárate! ¡Ha llegado el momento donde ponemos a prueba nuestros límites"
-En el presente-
"Después de eso, ellas comenzaron a correr de un lado a otro mientras confeccionaban todo"
"Es sorprendente que hayan hecho todo eso tan rápido"
"También pensé lo mismo. Cuando mi clon llegó, me tomé el tiempo de preparar comida"
Una comida que no tenía sabor. Konan se sintió decepcionada por esto, pero eso era lo que había. Aun así, ella no entendía cómo alguien puede literalmente quitarle el sabor a algo, no tenía lógica. Bueno… ya de por sí lo que Toru puede hacer no tiene lógica, así que ella, mientras esté con este chico, solo puede esperar las sorpresas que le traerá.
"Gracias por la comida" dijo Konan mientras le devolvía la caja.
Toru suspiro. Y tomó la caja. Se levantó del suelo y puso las cajas en la mesa. Cuando se dió la vuelta para mirar a Konan, se dió cuenta que ella se había levantado de la cama completamente desnuda. Cómo si hubiera sido hipnotizado, se quedó mirándola fijamente. A la vez, Konan se quitó los piercings de la cara y los dejó a un lado. Se acomodó el cabello y tomó el brasier negro que Toru trajo junto con la ropa. Ella miró esto por unos segundos hasta que se dió cuenta de que él la miraba fijamente.
Ser observada por Toru estando desnuda era extraño, le generaba una sensación extraña. Recordó la noche anterior otra vez y un suspiro caliente se le escapó. Se dió la vuelta y se acercó a Toru. Lo miró fijamente así como él la miraba a ella y acercó sus labios a los de él. Ella sentía un poco entumecidas las piernas, pero podía soportarlo si era con Toru. Tocando sus labios con los de él, Konan metió su lengua en la boca de Toru y lo besó apasionadamente.
"Esta bien, puedes hacerlo" Tomando la mano de Toru, hizo que él chico le agarrara los pechos.
Ella no entendía cómo podía ser tan atrevida en estas situaciones, pero así es como es ella. No importa si es con Toru porque después de todo ella se dió cuenta de que ama a este chico y aceptara todo de él.
Mientras se besaban, lentamente caminaron hacia la cama hasta que ambos tropezaron y cayeron sobre las sábanas. Konan nuevamente estaba debajo de Toru, indefensa, desnuda y con el rostro sonrojado. Esto hizo que Toru se sintiera excitado otra vez.
Lo que sucedió después es obvio.
-División 2 de la Alianza Shinobi-
Kitsuchi, el general de esta división de la Alianza Shinobi, se cruzó de brazos y escudriño el horizonte. Frunció el ceño y luego negó con la cabeza. Por un momento pensó en lo difícil que sería para los nuevos soldados estar en el campo de batalla y aunque los novatos no tengan experiencia, deben esforzarse para darle la victoria al mundo.
"Tenemos información nueva"
En la retaguardia, un hombre sentado en el suelo con un extraño casco conectado a una gran caja frunció el ceño al ver a lo que tenían que enfrentarse. Sin embargo, sin inmutarse por esto, se encargó de comunicarle al shinobi más cercano, el cual pasará la información al frente.
"General, hay cerca de doscientas mil tropas enemigas bajo nosotros. Están a 25-30 unidades bajo el suelo"
Kitsuchi mantuvo la mente fría. "Así que de eso se trata. Entonces debemos actuar de inmediato"
Entre el ejército, Hinata sacó su máscara de ANBU y se la puso. Las venas alrededor de sus ojos se hincharon y un suspiro se escapó de su boca. Por experiencia propia, ella sabía que una de sus debilidades era que el enemigo se oculte bajo tierra. Después de todo, Toru…
'No pienses en eso…' negó con la cabeza y dió un paso adelante.
Neji y Hanabi también pusieron expresiones serías y avanzaron.
-División 3 de la Alianza Shinobi-
El aire a su alrededor comenzó a enfriarse, cubriendo todo con una espesa capa de niebla fría. Ella observó junto a todos los demás shinobis como una extraña luz se movía de lado a lado, a una velocidad aterradora. Cada vez que la luz se movía, alguien moría.
Esto es la guerra, esto es la muerte. Sin embargo, ella ya no era una niña, ella no podía quedarse escondida y asustada mientras veía como sus compañeros luchaban. De ahora en adelante, avanzando hacia delante, ella ya no dará marcha atrás.
"Para cambiarme a mi misma…" Ino cerró los ojos y sintió las ondas de chakra tocar su cuerpo. Era difícil para ella, como kunoichi de tipo sensor, captar movimiento a altas velocidades era difícil, pero… "¡Yo soy más rápida!"
¡Boom! Levantando el puño, antes de que él pueda moverse entre los espejos demoníacos, Ino golpeó a Haku en el estómago y lo obligó a elevarse hacia arriba por el retroceso del golpe. Al mismo tiempo, aprovechándose de esto, Kakashi apareció y le dió otro puñetazo a Haku para dejarlo enterrado en el suelo.
"Ha pasado mucho tiempo" Kakashi reconoció a dos de los cuatro shinobis que fueron traídos a la vida una vez más por el Kinjutsu 'Edo Tensei [Reencarnación del Mundo Impuro]'.
El Demonio Zabuza y Haku, ambos regresaron por culpa de quien está controlando a todas las personas revividas por el Edo Tensei.
Por otro lado, Ino reconoció el Kekkei Genkai de la mujer de allí atrás. 'Eso que usa ella es Shakuton, pero es diferente al que usa Toru…' pensando seriamente en cómo debería neutralizar a esa mujer, Ino dejó que Kakashi y Gai se encarguen de Zabuza y Haku.
-En algún lugar al otro lado del campo de batalla-
Escondiendo su escamosa piel bajo una túnica con capucha, Kabuto sonrió después de ver lo que estaba provocando con sus invocaciones del Edo Tensei. Sin duda alguna es difícil controlar a tantos a la vez y es por qué se encuentra en esta fría y oscura cueva, sentado en el húmedo suelo, concentrando todo su chakra en hacer lo que quería.
'Naruto-kun, me has dado una nueva forma de vivir, pero aún no es suficiente. Siento la avaricia de Orochimaru recorrer mi sangre. Aún no puedo obtener a Sasuke-kun, pero debería considerar encontrar a Asahi Toru-kun por si acaso y, para eso, tengo esto…'
Él sonrió de forma irónica. Detrás de él, dos ojos brillaron en color azul como el cielo, rojo como la sangre, con una pupila en forma de trébol negro de cuatro pétalos rotando lentamente en el interior del iris. Era una mujer joven y delgada, de cabello y ojos negros, con dos dagas de madera en cada mano. Ella tenía una capa grande negra desgastada que le cubría el cuerpo.
'Oh, Toru-kun. ¿Dejarás de tener esa cara inexpresiva cuando veas el regalo que tengo para ti?' pensó Kabuto.
Sin embargo, controlar a esta mujer era mucho más difícil que a cualquiera de los que fueron revividos con el Edo Tensei. Ella se resistía demasiado y hacía lo que le daba la gana. Era muy difícil tratar con una persona así.
"Parece que los Siete Espadachines de la niebla están teniendo problemas. ¿Qué tal si vas a ayudarlos?"
"¿Ara? ¿Tan rápido necesitas mi ayuda? Ya veo, ya veo. Entonces iré a divertirme un poco. Ya han pasado algunos años desde la última vez que estuve en una guerra. Que buenos tiempos aquellos. Bueno, ya me voy, Kabuto-chan"
Después de ese extraño intercambio de palabras, Kabuto se acomodó las gafas. Con esto estaba confirmado. Un introvertido como él no puede tratar con una persona tan extrovertida como ella. Una persona tan loca y sádica… como La Espina Sangrienta de Konoha.
-Aldea del Clan Ōkami-
Cerca del río, Toru observó a Konan bañarse en silencio. Ya es mediodía y hay cierta conversación que ha dado vueltas en su mente. Bueno, ahora mismo él está bastante relajado sentado sobre esta roca junto al río, por lo que pensar demasiado no era lo correcto. El agua estaba más fría de lo que parecía y él se había quitado las sandalias y las vendas para poder hundir los pies en el agua.
Dentro del río, Konan sintió la mirada de este chico. A pesar de que esa mirada tenía cierta lujuria sobre ella, esto no la incómodo. Siguió tomándose su baño relajadamente, ya que, estuvo haciéndolo con Toru está mañana otra vez y quedó empapada en sudor y en sus propios fluidos.
***
Cuando Konan terminó de bañarse, Toru le entregó la ropa nueva y ella se la puso delante de él.
"Te queda bien" dijo mientras levantaba el pulgar en aprobación.
A Konan le pareció un poco gracioso como Toru levantó el pulgar sin cambiar la expresión de su rostro, lo que hizo que una pequeña risita saliera de sus labios.
La ropa de Konan era la misma que traía bajo la túnica de Akatsuki, esa misma ropa ajustada, la blusa corta de color azul oscuro y los pantalones ajustados que estaban unidos a sus sandalias. por lo que, nada en su forma de vestir cambió a excepción de que ahora ya no tenía los piercings en la cara ni mucho menos la flor en su cabeza. Ella decidió guardar todo esto como un recuerdo del pasado, pues desde que confirmó sus sentimientos hacia Toru, decidió luchar junto a él y ayudarlo en la búsqueda de "esa" respuesta. A pesar de que el pasado no se olvida, Konan decidió ser mejor y superar esos recuerdos dolorosos.
"¿No regresas a la aldea?"
Al ver que Toru se quedó sentado en aquella roca a pesar de que ella estaba yéndose, Konan inclinó la cabeza con curiosidad.
En respuesta, Toru miró al cielo y sonrió levemente. "Me quedaré aquí un rato. Puedes acompañarme si quieres"
Ella vio algo raro en esta respuesta. Es como si Toru tratase de decirle que quería estar solo y eso la preocupó un poco. Aun así, ella confía en él, así que, si él necesita un poco de espacio personal, ella se lo dará.
"Relájate un poco aquí. Ya es un poco tarde para el almuerzo, pero iré a preparar algo con lo que trajo Okamitsuki-san anoche"
Bueno, ella tampoco quiere comer la comida de Toru de nuevo. El hecho de que esa comida no tenga sabor era un poco… triste, por no decir más. Sin embargo, ella no iba a criticar esa parte de Toru. Así que, se fue en silencio dejando al chico relajarse.
Al ver esto, Toru regresó su mirada al río y vio su propio reflejo. Vio sus ojos, su rostro, se vio a mi mismo y por un momento vio a la primera persona que no lo trató como basura después de reencarnar. El vio a Asahi Kyoko y entonces confirmó las palabras de Jiraiya.
'Me parezco a ella… solo un poco…'
Cerró los ojos y se cubrió los mismos con una mano. Cuando se quitó la mano de la cara y volvió a abrir los ojos, el Rinnegan se mostró. El aún no entendía la razón del por qué ha despertado estos ojos, pero esto no era normal. Después de pensarlo un poco, dedujo que simplemente no es suficiente tener el ADN de los Uchiha y de los Senju para despertar estos ojos, había algo más que él estaba pasando por alto, pero al no encontrar una respuesta, se rindió.
'Familia…' recordó las palabras de Okamitsuki en ese momento. Si ella lo consideraba parte de su familia, entonces él tiene un lugar al que pertenecer, tiene un lugar en este mundo, pero eso no es suficiente para él. Había algo que le estaba molestando desde que Konan lo golpeó aquella vez. 'Konan… es cierto…' al pensar en ella, se tocó el pecho con dolor. El ahora tenía algo que proteger…
No, eso sería demasiado hipócrita. Se supone que estaba protegiendo a Hinata, Hanabi e Ino, pero…
'¿Qué fue lo que hice…?'
Se miró las manos y su mente vio la sangre de Hiashi, la sangre de Sakura y también las lágrimas de esas chicas.
Cerrando los ojos, apretó el puño con fuerza y una pequeña sonrisa se formó en su rostro.
"Es cierto… estoy acostumbrado a esto… y es por eso que está bien"
Buscando en sus recuerdos, se percató de que en toda su vida siempre ha sido odiado por alguien más y que se había acostumbrado a esa sensación. El odio de los demás… se sentía tan familiar… aquel odio con el que creció en su vida pasada. Él se acostumbró al odio, se acostumbró a amar a pesar de eso. Se acostumbró a contener el sufrimiento y lo peor de todo es que había olvidado cómo sentir emociones. Es por eso que todo es tan confuso para él, es por eso que su actitud siempre cambiaba. El simplemente no tenía una identidad, no era nadie… él había dejado de ser alguien en este mundo y en su antiguo mundo. Pero si él logra encontrar esa respuesta, está seguro de que podrá recuperar su propia identidad, él está seguro de que está vez realmente podrá "reencarnar". Si él logra encontrar esa respuesta, tal vez…
"Tal vez podría ver el sol nacer en el horizonte…"
Sin haberse dado cuenta, se encontraba flotando en el cielo con el Rinnegan en sus ojos. Observó el bosque, observó el cielo. El aire, al igual que el agua del río, estaba bastante frío. Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, pero de alguna manera fue cómodo para él. Estando tan alto, él sintió que se encontraba en la cima de todo, pero al mismo tiempo, sintió que estaba encadenado a estar en esa cima.
Dejando salir un suspiro melancólico, esa conversación que tuvo con la anciana que hizo la ropa dió vueltas en su mente.
-Hace unas horas-
"Ya está todo terminado. Gracias por esperar, muchacho" la anciana tomó toda la ropa y la envolvió con una gran tela gruesa de color rojo.
"Le agradezco por haber terminado tan rápido"
"No digas más. Al ver tanto dinero, los ojos de cualquiera bailarían de felicidad. Me duelen las manos, pero valió la pena. Ahora, antes de que te vayas, déjame darte un consejo, muchacho. Si vas a esa guerra, procura mantenerte calmado. Te ves bastante joven, pero por las cicatrices en tus brazos y la expresión de tu rostro, puedo deducir que has visto a la muerte en más de una ocasión. Bueno, es algo que ya pareces saber, pero eres joven, los jóvenes se emocionan muy rápido"
"No tenía pensado ir a la guerra. Dejaré que los shinobis se encarguen de eso. Yo tengo otras cosas que hacer"
"¿En serio? Ya veo. Aun así, supongo que has podido verlo en los habitantes de este pueblo. Todos están asustados. Seguramente la guerra ya ha comenzado y es más que seguro que ya ha muerto mucha gente. Si valoras tu vida, entonces haces lo correcto al alejarte del conflicto."
"Entiendo. Muchas gracias nuevamente. Ya me tengo que ir"
"Si. Que te vaya bien, muchacho"
La anciana se despidió de Toru y suspiró. Miró la puerta en silencio y pensó en todos los niños que irán a esa guerra.
"Que mundo tan horrible en el que vivimos"
-Hace mucho tiempo, en alguna otra vida-
"Que mundo tan horrible en el que vivimos" repentinamente pronunció aquel muchacho de anteojos ligeramente rotos. Él tenía una mochila en la espalda y por las ojeras en sus ojos, no ha dormido mucho por las noches.
Él estaba en la cima de un edificio, observando todo en silencio, con las manos en los bolsillos y una cara inexpresiva. Él respiró relajado, pero luego puso una leve cara de asco al sentir la contaminación en el aire. El cielo estaba cubierto por nubes negras y las luces de toda la ciudad contaminaban la vista. Pensó lo horrible que era el mundo en el que había nacido, pero nada podía hacer al respecto para arreglarlo, no aún…
Él tenía un vendaje en el brazo derecho y una gasa en la cara, parecía haber sido atacado por alguien y terminado en ese estado. Las imágenes de unos tipos de apariencia intimidante llegaron a su mente, pues fueron ellos quienes lo golpearon, pero nos salieron impunes de eso. Afortunadamente la policía estaba cerca y algunos tipos de la universidad también se involucraron.
El viento sopló fuerte, haciendo que él mirara con atención hacia atrás, la dirección en la que el viento iba. Sus ojos plateados se mostraron en la oscuridad y finalmente se reveló la identidad del chico por la luz de una linterna que iluminó su rostro.
Alek Gusev (18 años) era él.
"Al fin te encuentro" quien apuntó a Alek con la linterna apareció. Era una chica de cabello negro y ojos castaños, con un cuerpo un tanto sugerente. "Desapareces como si fueras un ninja. Soy Duscha, estoy encargada del complejo de habitaciónes para los chicos. Ya que eres nuevo en esta universidad, no sabes que está prohibido subir aquí. ¿Sabes? Aquí es peligroso porque está alto y puedes resbalar y caer y entonces ya sabes que pasa cuando alguien cae desde muy alto"
Alek la miró en silenció, pero no dijo ninguna palabra.
Duscha sabía que este chico escapó de casa y se inscribió en esta universidad días después. Era bastante extraño, pero como él no tenía dónde quedarse, pues ahora vive en el campus. Además, escapó de su habitación después de que el toque de queda sea anunciado, por lo que, algunos tipos malvados lo golpearon al verlo solo en la noche y ahora está aquí arriba.
"Eres un tipo muy raro, ¿sabes? Mejor ve a tu habitación antes de que los dos nos metamos en problemas"
Alek, con su típica cara de poker, pasó al lado de Duscha sin siquiera mirarla o simplemente percatarse de la existencia de esta misma y bajó las escaleras en silencio con esa misma indiferencia. Esto dejó a Duscha bastante confundida.
"¿Qué le pasa a ese tipo? Que haya venido aquí, resolviendo una ecuación que se suponía no tenía respuesta, no le da el derecho de actuar tan engreído. Haa… da igual. Alek Gusev, un genio que apareció de la nada, Ha! Cómo si fuera la gran cosa"
-En el presente-
Antes de entrar a la casa, unas hojas de papel pasaron por su hombro. Abrió la puerta para ver qué estaba pasando adentro y vio que había una mesa hecha de papel con dos sillas del mismo material. En el centro de la mesa había algunos platos con comida que, aunque parecía bastante sencilla, se veía bastante apetecible.
"Llegaste justo a tiempo" Konan apareció detrás de Toru y entró a la habitación antes que él. "No es mucho, pero es todo lo que pude hacer con lo que teníamos a la mano"
Al ver la comida, Toru se quedó pensando en las palabras de aquella anciana. Se quedó en silencio por unos segundos, lo que hizo que Konan se acercará a él preguntando qué pasaba, pero él no respondió.
"¿Toru? ¿Estás bien?"
"Uh…" reaccionó al sentir la respiración de ella cerca. "Si, no pasa nada. No es nada"
Esto no convenció a Konan, pero no pudo decir nada, ya que Toru se sentó en la silla y se preparó para comer. Así que, siguiéndolo, ella también hizo lo mismo y se sentó.
"Itadakimasu" Toru juntó sus manos y asintió con la cabeza. Konan lo imitó y juntos comenzaron a comer. O así debería ser, pero Konan se dió cuenta de que Toru se quedó mirando a la comida distraído, pensando en algo, con algo de preocupación en su mirada. Ella quería preguntar, pero justo cuando iba a hacerlo, Toru la interrumpió.
Pensando en todo lo que ha tenido que ver en este mundo y que hay una guerra a la que seguramente esas chicas fueron, Toru dijo como un susurro: "Que mundo tan horrible en el que vivimos"
Konan se quedó en silencio al escuchar esto. Él tenía razón, este mundo era horrible.
"A pesar de que este mundo sea horrible, aún tenemos la flor de la esperanza y, mientras la flor no se marchite, aún podemos mejorar el mundo"
Toru sonrió levemente. "Si. Supuse que responderías eso. Me alegra"
En aquel momento, si alguien le hubiera dicho esas palabras a aquel chico que huyó de casa, seguramente Toru no estuviera en este mundo.
Continuará…