Koyomi y Eleanor no estaban seguras de cómo sentirse al respecto. Hace unos momentos vieron a su padre cortarle la garganta a un hombre con una mirada sin emociones. Aquel hombre de alguna manera tenía cierta aura muy parecida a la del Nanadaime Naruto. Sin embargo, ahora también estaban frente a Toru, quien, después de hablar con Konan, se quedó solo en el pasillo.
*Drip...*
*Drip…*
'Otou-chan…' Koyomi miró a su padre, quien en ese momento miraba al techo, con pequeñas lágrimas que se deslizaban por sus mejillas.
Eleanor no fue la excepción, ya que, al igual que su hermana, ella también se vio obligada a ver esta escena.
Una de las razones del por que Koyomi no se lleva tan bien con su padre, es porque el siempre luce tan calmado y no suele hablar más de lo necesario. De hecho, Toru es un hombre bastante distante con sus hijos.
Ahora no quedaba dudas de que tal vez este momento haya desencadenado algún tipo de trauma en Toru. Aun así… este momento solo fue una pequeña parte del sufrimiento de este chico.
***
Luego de observar en silencio por unos minutos, ambas hermanas siguieron a Toru, aun usando el sigilo para evitar ser descubiertas.
Koyomi camino con la mirada en el suelo, mientras que Eleanor la seguía en silencio.
Toru caminaba frente a ellas con la mirada en el suelo.
Allí mismo, Koyomi recordó algo de su niñez. A su familia nunca le faltó nada. Tenían una gran mansión y mucho dinero, pero Koyomi siempre sintió que le faltaba algo. Y aunque suene ridículo a estas alturas, ella solo deseaba la atención de su padre, quien siempre se mantenía tan distante con sus hijas.
Ella miró el rostro de su padre, el tenía una expresión muy diferente a la que ella conocía. Había cierta tristeza en esa cara casi inexpresiva.
Así pasaron unos minutos hasta que Toru entró a un lugar extraño, un lugar que tenia un olor bastante extraño que le recordaba a cierta persona problemática y con problemas financieros. Eleanor supo enseguida que era este lugar. Casi diez segundos después Toru salió, pero ahora el tenía una botella en la mano.
'Eso es sake…' Koyomi se quedó parada frente a la taberna mientras Toru se alejaba en dirección a un callejón sin salida.
Al ver a su padre asesinar a un hombre que parecía conocerlo, al verlo llorar solo y en silencio… se sintió mal haber venido a este lugar solo para esto. A pesar de que al principio Koyomi estaba entusiasmada, ahora ella no podía evitar pensar que lo que estaba haciendo esta mal.
Al ser la segunda hija de Toru, Eleanor entendía bastante bien a Koyomi. Ambas crecieron juntas e incluso hace unos meses vio como su hermana se graduaba de la Academia Shinobi.
'Onee-sama… ¿odias a nuestro padre? Siempre actúas tan altanera y egoísta frente a el' Ella solo vio a su hermana mirar al callejón en silencio mientras pensaba. 'Tal vez… tal vez podamos…' Sin darse cuenta, tomó la mano de su hermana y la miro a la cara.
Koyomi sintió el tacto de la cálida mano de su hermana y la miró expectante.
Los ojos de ambas brillaron con la luz de la muerte. Las manecillas de un reloj se mantuvieron detenidas en los ojos de Koyomi, mientras aquel color azul como el cielo brillaba tenuemente en su ojo derecho. A la vez, los ojos de Eleanor presentaban una condición similar a la de su hermana. Ambos ojos tenían una extraña estrella negra de seis puntas girando lentamente dentro de su pupila, la cual cambió al mismo color azul cielo.
A pesar de que Eleanor le había advertido a Koyomi sobre estar en el pasado, esta chica testaruda no escucho. Ahora mismo, Eleanor sentía que su hermana mayor se había arrepentido de venir después de ver a Toru llorar solo en ese pasillo.
Ambas hermanas, hasta ahora, tenían una imagen diferente de su padre. El era un hombre frío, cuyas palabras siempre iban directo al grano. A él no le importaba nada más que su familia, pero su forma de demostrarlo era desastrosa. Toru se mantenía distante de sus hijas, no les hablaba mucho y, cuando lo hacía, sus palabras eran cortantes y en algunos casos, hirientes para todos.
Eleanor entendía esto, ella era la más responsable y "adulta" de todas sus hermanas y hermanos. Su mente tenía cierta comprensión avanzada sobre la mentalidad humana y, en general, de todos los seres pensantes que conocía.
Inconscientemente camino delante de su hermana sin soltarle la mano. Antes era Koyomi quien arrastraba a Eleanor a la acción, pero ahora era Eleanor la que guiaba a su hermana a pensar de forma más racional.
Estaban en el pasado y podían aprovechar esto para aclarar las cosas.
Mientras caminaban lentamente al callejón, un breve recuerdo llegó a la mente de Eleanor. Se miraba a sí misma hace cinco años frente a Toru, su padre. El le acariciaba la cabeza con una leve sonrisa, ese recuerdo era muy hermoso y preciado para Eleanor. Pero con el tiempo, esa actitud amable en su padre se remplazo por miradas sin emociones y, a veces, miradas preocupadas y decepcionadas.
Aunque, irónicamente, ellas sólo habían malinterpretado a su padre, como muchas otras personas más a lo largo de su vida.
***
Toru sintió un fuerte dolor de cabeza, que rápidamente fue reemplazado por una sensación de pesadez en sus párpados. Su rostro no mostraba ningún inicio de ebriedad, pero su mirada casi perdida lo delató.
En un solo trago, se llevó casi la cuarta parte de la botella que tenia en la mano.
El sake era bastante fuerte, tanto que sintió su garganta quemarse, pero no era para tanto si recordaba que solía imbuir su garganta en Shakuton para lanzar agua hervida como un jutsu defensivo.
"Es increíble…" Toru descansó la espalda en las cajas y miró al cielo. "Ha~…" De alguna manera se sentía bien. Hubo un pequeño sentimiento que bloqueaba todo el dolor que sentía, y eso era bastante placentero.
Sin esperar más, acercó sus labios a la botella y vertió otra gran cantidad del contenido alcohólico en su garganta. Esperó otros segundos y sintió que esa sensación de pesadez aumento.
No hace falta decir que Toru es bastante débil a la hora de consumir bebidas alcohólicas, pues nunca antes en su vida había hecho algo como esto. Incluso en su vida pasada su cuerpo estaba completamente sano, sin ninguna gota de alcohol. Después de todo, odiaba el alcohol por culpa de la madre de su vida pasada.
Aun así, aquí se encontraba, con una botella en la mano, justo como esa maldita perra.
"Fufufu…" Una lágrima se derramó por su mejilla, al mismo tiempo que una pequeña carcajada salió de su boca. "¡Jajajajaja!" Se cubrió los ojos con una mano mientras daba pequeños golpes al suelo con sus talones.
Era gracioso, era irónico. El alcohol lo estaba haciendo actuar extraño. Ni siquiera el entendía esto. Se sentía bien, se sentía fatal. Su sangre estaba hirviendo, pero de algún modo encontró relajante eso.
Por un momento, dejo todo lo que lo atormentaba y se relajó.
*Glup*
Tomo otra gran cantidad de sake y rectifico la postura de su espalda, lo que lo hizo mirar al frente.
"¿Hm…?" Inclino la cabeza con curiosidad. Había alguien ahí. Más de una persona para ser exactos.
No… ¿eran más? Toru no podía entender como es que su visión se puso tan borrosa de repente. Bueno, de por sí su visión ya estaba en la ruina por culpa del Kodō Shigan, o como su antecesor lo llamaba, Mangekyo Shigan. Pero ahora el sentía como todo se volvía doble, como si de clones de sombra se tratara.
"Jaja…" Intento levantarse, pero tropezó y regreso al mismo lugar de antes. Aun así, miró la botella y se dio cuenta que ya casi iba por la mitad. Así que bebió otro poco, asegurándose de no gastar este preciado liquido que en algún momento le destruirá el hígado.
"¡Woaah!" Sonrió satisfecho por lo delicioso que era este sake. Al principio era amargo y tenía un gusto un poco desagradable, pero ahora podía sentir verdaderamente el sabor del sake.
Era perfecto, delicioso y le daba justo lo que quería. Lo hacía olvidarse de todo lo que lo rodeaba y le daba un momento de verdadera diversión que seguramente terminara olvidando al día siguiente. Sin embargo, ahora nada le importaba.
Bebió aun más y suspiró satisfecho.
A pesar de que las voces de tantas personas resonaban cerca de el, ni siquiera eso le importo. El alcohol se encargo de eliminar sus preocupaciones, por lo que ahora nada podría molestarlo.
Sin embargo, mientras bebía otro poco de sake, el Kodō Shigan de sus ojos se activo automáticamente, sintió un escalofrío en la columna vertebral e, inconscientemente, dio un salto hacia atrás esquivando dos shuriken que se clavaron en las cajas de madera.
Acto seguido, aterrizó sobre las cajas, pero de repente se sintió muy mareado, lo que lo hizo caer de espaldas contra las cajas. Obviamente, Toru se aseguró de no derramar ni una gota de sake con sus rápidos movimientos. Aun cuando cayó, sostuvo la botella en alto para evitar que se rompa.
"Eleanor-chan, ¿qué estás haciendo?"
Koyomi, como era de esperarse, se sorprendió por la audacia que su hermana de pronto despertó. Eleanor se había quedado con la mano extendida después de lanzar los shurikens, sin embargo…
*Temblar*
Ni Eleanor sabía lo que había hecho. Su mano temblorosa se quedó apuntando al lugar en el que los shurikens chocaron y sus ojos estaban ligeramente abiertos después de darse cuenta de lo que había hecho.
"¿Me creerías si te dijera que no tengo la menor idea?" Incluso Eleanor no pudo moverse.
Los shurikens fueron tan veloces que Toru a penas pudo esquivarlos. Después se levanto de entre las cajas y se sentó mientras miraba frente a el. Trato de aclarar su visión y un pequeño recuerdo llegó a su mente.
"Ustedes… ¿las he visto en algún lugar?" Se tambaleó aun estando sentado, pero sorprendentemente mantenía el equilibrio en la mano que sostenía la botella. "Tu eres la chica que chocó conmigo ayer y tu la chica que la acompañaba" Toru asintió con la cabeza. Su memoria aún era muy buena, incluso en un estado tan lamentable como este.
Al mismo tiempo, Koyomi y Eleanor se quedaron mirando al tipo ebrio frente a ellas. Rápidamente la timidez y culpa en ellas desapareció, siendo reemplazadas por expresiones faciales que parecían decir "¿Es en serio?". Aun así, se relajaron y se acercaron lentamente.
Toru aprovecho el tiempo tranquilo después de ser atacado para beber otro poco de sake. "Bueno, quiero preguntar algo. ¿Por qué me atacan? ¿Hice algo malo?" Con los párpados ligeramente pesados, se toco la cabeza y luego tomo los shurikens que estaban clavados en las cajas debajo de el. "Vaya. ¡Esto es estupendo!" Repentinamente levantó los brazos en el aire al darse cuenta de algo.
El metal de los shurikens era demasiado bueno, casi como si no fuera de esta época. Comenzó a reírse debido a este hecho, pues su mente daba vueltas y vueltas, lo cual también lo hacía fijarse en cosas ridículas que nunca habría imaginado.
"Uh…" Eleanor y Koyomi se acercaron lo suficiente a Toru, pero no sabían que decir.
Koyomi miro a todos lados buscando las palabras para explicarlo todo, pero Eleanor apretó los puños y respiro profundo. Luego, miró a Toru y dijo: "Lamento haberte atacado antes, no se que me pasó. ¡Aun así, tengo algo que quiero decirte!"
Koyomi y Toru se vieron confundidos.
"¡Esta bien!" Sonrió levantando la botella, también junto sus pies y dejo la botella aún lado. "Vamos! Dilo! Dilo!"
"Uh… bueno… yo… yo…" Esto era más difícil de lo que parecía. Incluso si Eleanor logró reunir el coraje para comenzar una conversación, no tenía la fuerza para terminarla. "¡Soy tu hija! … ¡Y ella también!" Apunto a Koyomi con las manos.
Toru se quedó en silencio por un segundo. Parpadeo un par de veces, tomó la botella de sake en su mano y comenzó a caminar en dirección a la salida del callejón.
"Hm…" Se detuvo a medio camino, miró a las chicas, luego se miró a sí mismo en un charco de agua y suspiro. "Debería ir a comprar cigarros también…" Sonrió de forma inocente mientras se alejaba de allí, sin embargo, sintió que algo tiro de su bufanda, haciéndolo caer al suelo.
"Mou~ siempre es tan difícil hablar contigo, Otou-chan" Fue Koyomi quien detuvo a Toru tirando de la bufanda.
Eleanor suspiro un poco más aliviada. Ahora las dos hermanas estaban en esto y no había vuelta atrás.
"Hoy en día hay muchas personas bromistas" Tratando de no regar el sake y estando tirado en el suelo, Toru miró al cielo. En su campo de visión estaban dos chicas de aspecto muy diferente. "¡Jajajaja! ¡Ahora que lo pienso es bastante ridículo!" Se sentó en el suelo y bebió otro poco de sake.
Las niñas lo miraron y suspiraron cansadas.
"Lo digo en serio, muy enserio" Eleanor fue más directa con sus palabras.
Aun así, seguía pareciendo una broma de mal gusto que ningún tipo ebrio se creería… casi. Toru aún tenía un poco de cerebro en esta condición, así que podía sospechar muchas cosas de esto.
*Shiiaan…* Sin embargo, su Kodō Shigan se volvió a activar en contra de su voluntad y allí fue cuando lo vio. Esas niñas también tenían ojos parecidos a los suyos. No se había dado cuenta hasta ahora, pero estas chicas tenían los ojos plateados, igual a los suyos. Sin embargo, esos ojos plateados pronto fueron reemplazados por ojos que miraban directo a la muerte. Con una luz azul como el cielo, con una pequeña estrella de seis puntas y dos manecillas de reloj rotando dentro de sus pupilas.
Toru, quien hasta ahora bromeaba debido al alcohol, se quedó callado y miró al suelo. Pensaba que se había liberado de las preocupaciones, pero esto solo comenzaba.
"No es posible que yo tenga hijas. Tengo 16 años y soy virgen. Jajaja. Pero es muy raro que también tengan Shigan. ¿Son del clan Asahi también? ¿Sobrevivieron a la masacre? Uh…" Lo recordó en ese momento. Madara le había dicho a Toru que solo la familia principal del clan Asahi posee los Ojos Místicos de la Percepción de la muerte, por lo que no es posible que alguien a parte de el tenga el Shigan.
"Estoy diciendo la verdad. No miento, tu eres nuestro padre. Bueno… en el futuro…"
Esa palabra "futuro" hizo que los ojos de Toru se iluminarán y, en un movimiento rápido, tomó a Eleanor de las manos y la miro con entusiasmo. "¡¿Del futuro?! ¡¿Es siquiera posible?!" El viaje en el tiempo era algo imposible, aun con todos los recursos disponibles, crear un dispositivo que permitiera a cualquiera viajar entre las líneas temporales era casi imposible. No daría buenos resultados.
Pero, ¿y si hubiera una persona capaz de tener una habilidad para viajar en el tiempo?
Su pregunta fue respondida cuando Koyomi se quito el parche del ojo. Allí se mostró un reloj dorado de apariencia inorgánica, cuyas manecillas giraban lentamente como las de un reloj mecánico normal.
"Así que… fuiste tu…" Toru se cruzo de brazos, camino lentamente a las cajas y se sentó. Allí, pensó otros tres segundos más y asintió con la cabeza. "Si lo que dicen es cierto, entonces… yo… tengo una familia, ¿es eso correcto?"
Eleanor y Koyomi se vieron entre si y sonrieron. Cuando Toru esta ebrio, es más fácil hablar con el. Básicamente la personalidad de este chico es completamente opuesta a su personalidad original. Es por eso que sonríe, habla mucho y parece divertirse con cada cosa que hace.
A estas dos niñas les pareció gracioso, aunque obviamente creen que el alcohol es algo dañino para el cuerpo.
"No podemos decirte mucho, de lo contrario…"
Toru interrumpió a Eleanor. "De lo contrario se creará otra línea de tiempo en la que los sucesos ocurren de forma diferente. ¡Jajaja! Suena muy interesante. Me encantan estas cosas, me hacen sentir muy importante e invencible"
Bueno… estas niñas ya sabían que Toru ama las cosas científicas, pero parecía que el Toru del pasado no emplea la ciencia muy seguido, a diferencia del Toru del futuro.
"Esperen. Vamos a caminar un rato. Me siento aburrido estando en este callejón. Vamos, vamos" Miro a las niñas frente a el y luego salto al techo del edificio que estaba al lado. Una vez allí, miró la botella, se tambaleó por un segundo y bebió todo el sake que quedaba, el cual era mucho. "Ha~ que delicia" Arrojo la botella al vacío y luego se escuchó un grito. Parece que la botella le cayó en la cabeza a alguien. "¡¿Estas bien?!"
"¡Desgraciado!"
"¡Lo siento!"
Después de subir, ambas chicas miraron a Toru, quien se veía más animado que nunca.
Después de unos segundos, juntos caminaron y saltaron sobre los techos. Koyomi y Eleanor seguían a Toru sin saber a donde el las llevaba. Fue así hasta que llegaron a la estatua de Pain. Allí, Toru se sentó sobre la cabeza de la estatua y luego se recostó allí.
"¿Cómo es el futuro?" pregunto Toru.
A lo que Eleanor, un poco nerviosa, contestó: "No podemos decirte mucho sobre eso. Aun así, me sorprende el hecho de que hayas decidido creernos."
"Bueno… ustedes dos tienen el Shigan. Si no son de la familia principal del clan Asahi es imposible que lo tengan, por lo que, por descarte, ustedes dos son mis descendientes. Pero me es difícil creer que alguien ame a una persona como yo, incluso formar una familia conmigo en el futuro. Es difícil de creer." Sonrió nostálgico mientras se estiraba un poco.
Koyomi y Eleanor no supieron qué decir cuando Toru habló. Ahora estaban más confundidas que cuando llegaron.
De hecho, Koyomi pensó en todo lo que vio y se dio cuenta que no conocía nada sobre su padre. En el futuro, ambos no se conocían… solo eran padre e hija, nada más. Pero ahora, Koyomi podía entender un poco del por qué su padre es así.
'Alguien como yo…' Esa palabra hizo eco en su mente.
Toru parecía no amarse a sí mismo, es más, incluso Koyomi llegó a sentir que Toru sentía asco de sí mismo. Y eso fue algo que de algún modo hizo que le doliera el pecho.
Ahora, Koyomi apretó los puños e hizo una expresión sería en su rostro. "Antes… tu… estabas llorando… ¿por qué?"
Los ojos de Toru se abrieron un poco al recordar todo lo que pasó en estos días. Se sentó y se toco la cabeza con dolor. 'Deidara… Itachi…' Y así fue… durante mucho tiempo.
En silencio, recordó su niñez junto a Itachi y Sasuke. Recordó todas las misiones que hizo junto a Deidara y Sasori, Hidan y Kakuzu. Toru, de alguna forma, se divertida estando junto a ellos. Se miraba a sí mismo y se daba cuenta de lo que había perdido. Eran sus amigos…
Ciertamente no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes. Fue así cuando Toru perdió a su madre, fue así cuando se vio obligado a huir de su tierra natal, fue así cuando Sasori murió… una y otra vez… repitiéndose el mismo proceso. Un círculo vicioso que parecía infinito, que nunca iba a terminar y, en el centro de ese círculo, Toru estaba atado con cadenas, esperando a que el ciclo se repita.
"Otou-chan…" Koyomi extendió su mano y le toco el hombro a Toru.
Eleanor hizo lo mismo.
Al sentir el calor de estas chicas, Toru reacciono y sonrió. "Estoy bien… estoy acostumbrado a esto… siempre he estado acostumbrado…"
[Otou-sama esta mintiendo…] Eleanor miro a su hermana preocupada.
[Y lo peor de todo es que no se da cuenta de ello…]
En este momento, Toru esta llorando. El Shigan se activó en sus ojos y una pequeña lágrima de sangre se derramó. Pero aquí, lo que Toru no pudo ver… es que las chicas detrás de el están sintiendo lo mismo que el. Justamente porque el Shigan en los ojos de ambas también se ha activado e igual que su padre, una pequeña lágrima de sangre se derramó.
"Es mejor que regresen al lugar al que pertenecen. Sus padres deben estar preocupados…"
Ninguna de las dos chicas respondieron. En lugar de eso, Toru sintió la respiración de ambas a sus costados. Así que las miró.
"Otou-chan…"
"Otou-sama…"
El no entendió esto. ¿Por qué seguían aquí? Seguramente esto solo era una alucinación por culpa del alcohol. Y de algún modo se convenció a sí mismo de eso. Esto no era real, simplemente Toru se siente solo.
Al mismo tiempo, Koyomi y Eleanor miraron que aquel hombre en el que Toru se convirtió en el futuro, estaba muy lejos del Toru actual.
Así mismo, en este momento. Ellas solo vieron que Toru no tenía nada, que este chico… estaba completamente solo y sufría a causa de esto.
"¿…?"
Ambas chicas tomaron las manos de Toru y lo miraron a los ojos. Ahora entendiendo un poco más sobre ellas mismas y sobre el padre que tienen.
"Ha sido difícil, ¿verdad?"
"Has sufrido mucho…"
"¿De que hablan?" Toru suspiro y miro sus manos.
Aunque el creía que esto es una alucinación, el calor de las manos de estas dos chicas era real. Era relajante, tranquilizaba su perturbada mente.
"Lo que queremos decir es que no te sientes bien. No eres feliz, ¿me equivoco?" Koyomi fue directa con sus palabras. Ya que, a juzgar por la situación, la vida de Toru en esta época parece ser bastante difícil, bastante solitaria y deprimente. Y, recordando que en su futuro ella lo tiene todo para ser feliz, Toru simplemente no tiene nada de eso, lo que la llevo a reflexionar sobre la actitud que ha mostrado frente a su padre en el futuro. 'Ya entiendo mejor todo. Perdóname, Otou-chan. Cuando vuelva me disculpare' Sostuvo la mano de Toru con suavidad y cerró los ojos.
Al mismo tiempo, Eleanor vio a su hermana mayor y sonrió levemente. 'Al fin ves lo que yo vi desde el inicio, ¿no?'
Sin embargo, estas palabras no fueron suficientes para derretir el hielo en el corazón de Toru, quien sólo negó con la cabeza. Aun así, que le mencionen la felicidad en su propia vida lo obligó a pensar en sus dos vidas. Rápidamente se dio cuenta de algo.
Nunca fue realmente feliz, nunca pudo sonreír como un niño junto a su familia. Las únicas personas que tal vez lograron despertar un pequeño rastro de felicidad ya no están cerca de el, o simplemente no están vivos.
"¿…Uh?" Ambas chicas lo abrazaron sin previo aviso. Lo miraron a los ojos y le sonrieron.
"No dejes que esos sentimientos te consuman, Otou-sama" Eleanor se acercó su rostro para ver los ojos de su padre.
Haciendo lo mismo, Koyomi ya no se sintió agobiada por todos los pensamientos que le dieron un buen golpe a su corazón y mente. "No podemos decirte nada del futuro, pero estamos seguras de algo"
"Serás feliz, lo prometemos" x2
*Click* Un sonido metálico detrás de la cabeza de Toru se escuchó. Entonces, sintió una calidez que nunca en su vida imagino. Aquellas niñas, le dieron un inocente beso en las mejillas. El no entendió el por qué de esto, pero aún así… ¿por qué sentía que iba a llorar de nuevo?
¡Bang! Sin embargo, el sonido de la detonación de una bala hizo eco en toda Amegakure. Los ojos de Toru se cerraron, cayendo inconsciente sobre el regazo de Eleanor.
Koyomi estaba sosteniendo la Flintlock, de la cual salía una pequeña nube de humo. Tenía una mirada culpable en su rostro, pero aún así pudo resistir esa culpa.
"Entonces… le borraste la memoria, ¿no? Después de todo solo tu y tu mamá pueden hacerlo" Acaricio el cabello del inconsciente Toru.
En respuesta, Koyomi bajo el arma y se puso de pie. "No tenía opción. Es hora de volver a casa"
"Lo se…"
Eleanor recostó a Toru con cuidado y se acercó a su hermana. Koyomi extendió su mano y apunto a Toru. "Solo quiero ver una cosa más…" ¡Bang! Otra detonación hizo eco y entonces sus ojos se abrieron en estado de shock. 'Otou-chan…' Su mano tembló y apretó el arma con fuerza. Ella vio… '¿Cómo es posible que puedas soportar tanto?'
Intentando retener las lágrimas provocadas por lo que vio en los recuerdos de Toru, Koyomi tomó a Eleanor de la mano y juntas desaparecieron.
***
Sin embargo, su viaje rápido fue interrumpido por dos personas extrañas que se interpusieron entre ellas. Estaban en medio del bosque, frente a ellas.
Extraños rayos eléctricos rosados aparecían y desaparecían alrededor de sus cuerpos. Una llevaba una máscara de zorro mientras que la otra tenía una capucha que emulaba la cabeza de un zorro blanco con detalles de color entre rosa y morado.
"Anomalías, anomalías y más anomalías. Joder, Drift tiene mucho tiempo libre. ¿Por qué no le decimos que nos ayude?" La chica de la máscara, Catalyst, miró a su compañera de equipo, obviamente quejándose por el pésimo trabajo que han estado recibiendo en el clan.
"Deja de quejarte. Ahora, ustedes dos, niñitas" La chica de la capucha de zorro, Vi, levantó su Khopesh estilo guadaña y entrecerró los ojos al mirarlas. "El viaje multiversal en el tiempo dentro de mundos con una sola línea temporal está estrictamente prohibido según las normas del Clan Zorro. ¿Qué tienen que decir en su defensa?"
'Sabía que esto iba a pasar…' Eleanor negó con la cabeza, pues ahora si estaban en serios problemas.
"Clan Zorro. Ustedes están en todas partes, eh…" Koyomi sonrió y negó con la cabeza, como si estuviera burlándose de las dos mujeres frente a ella.
"El viaje en el tiempo no es un juego, niña" Catalyst apareció delante de Koyomi, dejando una estela eléctrica rosa. "Puedes jodernos a todos si lo haces mal. ¿Tus padres no te enseñaron a usar tus poderes cuando en verdad sea necesario?"
"Si se comportan, las devolveremos al futuro, pero sus progenitores tendrán que hablar personalmente conmigo"
"¿Hablar con mis progenitores? Si mi mamá se entera…"
"Tranquila, Eleanor-chan. Tengo esto bajo control"
"Parece que no harán caso…" Vi comenzó a balancear la guadaña. "Hace 16 años descubrimos una anomalía en este mundo. Hemos estado viniendo a este mundo constantemente para descubrir cuál es esa anomalía. Pensamos que sería el Overlord que se reencarno en este mundo, pero no era el caso. La anomalía está desde hace mucho tiempo. Ya no podemos controlarla y ahora ustedes vienen a este mundo, a esta época, solo para darme más trabajo" Suspiro cansada y negó con la cabeza. "Parece que tendremos que disciplinar a un par de niñas malcriadas"
Las dos mujeres se lanzaron al ataque, apareciendo rodeadas de destellos relampagueantes, que iluminaron momentáneamente la noche.
Koyomi y Eleanor esquivaron el ataque de esas dos con facilidad. De hecho, fue más fácil de lo que esperaban.
"Pues no nos queda alternativa. Eleanor-chan"
"Si, ya te oí." Eleanor levantó los brazos en alto, como si estuviera sosteniendo algo en sus manos. Una luz dorada apareció, formando el destello de una espada. Su ropa fue reemplazada por una armadura medieval que cubría gran parte de su cuerpo. Al mismo tiempo, sus ojos se iluminaron con la luz de la muerte, lo que le mostró todas las debilidades de sus enemigos. Entonces, frunció el ceño y… "¡Ca-Ii-bur!"
Ella se lanzó contra las dos mujeres que, por un momento, no supieron que hacer al ver el nivel de amenaza que implicaba ese ataque.
Por otro lado, Koyomi sonrió orgullosa. Esa espada aumentaba en gran medida el poder de Eleanor, pues fue un obsequio de su madre. Ella no tenía que hacer nada para derrotarlos, por el momento Koyomi dejaría que su hermanita se divierta un poco.
¡Boom!
"¡Puta madre, estoy muerta! ¡Ya me morí, me duele mucho! ¡Estamos muertas! ¡¡Drift, ayúdame!!" Cubriéndose la cara con las manos, Catalyst se sintió aterrada por el poder de esa niña. Pero aunque la explosión se escuchó, no sintió dolor alguno, ella solo exageraba.
Por lo que abrió sus ojos. Fue allí cuando Vi y Catalyst vieron a un niño rubio que había detenido el ataque con un escudo extraño que parecía estar conformado por una extraña capa de color ámbar.
"¿Como están señoritas? Es un placer conocerlas. Me encargare de mis hermanas. Mientras tanto, ¿hacemos planes para una cita ustedes dos conmigo?" El niño sonrió. Aunque parecía que el poder de Calibur era demasiado. Aun así esa sonrisa galante no se borro de su boca.
"¡¿Haru?! ¡¿Qué demonios haces aquí?!" Obviamente, mientras forcejeaba contra el escudo, Eleanor pudo ver a su hermanito allí.
"La pregunta es, ¿qué haces tu aquí? Tu y Koyomi podrán callarse tanto como quieran, pero mi silencio tiene un precio. Uno muy alto, por si preguntas. ¿Qué pasaría si volvemos a casa y digo todo lo que vi? ¿Hm? ¿Qué crees que nos pasará a todos? Ahora, Nee-san. Cierra la boca y volvamos a casa"
Eleanor no pudo decir nada en contra de su hermanito. Conocía el tipo de niño que es, pues siempre se aprovecha de todos.
"Esta bien…"
La luz dorada desapareció y Eleanor volvió a tener la ropa de siempre. Incluso la espada brillante que tenia se fue. En ese mismo momento, Koyomi se dio cuenta que Haru estaba allí y sintió una gota de sudor caer por su frente. Si el estaba aquí, entonces significa que hoy perderá la última paga que recibió por la misión que completo junto a su equipo hace poco.
"Bueno, chicas. Ya me voy. Y ya saben, no hagan enojar a mis hermanas. Pues casi terminan convertidas en carne picada. Aun así, por salvarles la vida. Algún día volveré e iremos a cenar algo delicioso. Nos vemos"
Vi y Catalyst se quedaron en shock, tanto que cayeron de rodillas y se desmayaron en el acto.
"Nivel de desastre… 4-A… esa niña…"
-Konohagakure, minutos después-
"Y ya lo saben. Serán 400 para mi. No más, no menos. De hecho, estoy siendo bastante considerado, Koyomi-onee-sama" Aprovechándose de la situación para sacar unas cuantas monedas, Haru chasqueo los dedos.
"¿Considerado? Solo espera a que sepa algo vergonzoso de ti y sufrirás"
"Así se habla, Onee-sama. Aun así, todos salimos ganando. Jejeje." Haru se rio orgulloso de esto.
A la vez, Eleanor se sentó en la cama de Koyomi y se toco la cabeza con dolor. Fueron demasiados problemas en unas cuantas horas. Ahora ambas pierden dinero y se van del pasado del Mundo Shinobi con un mal sabor de boca.
Aun así, pudieron descubrir muchas cosas de su padre. Así que tampoco era una pérdida completa, justo como dijo Haru. Todos salen ganando.
'Ha~ así que… ¿Qué fue lo que Koyomi vio antes de encontrarnos con esas mujeres del clan Zorro? Tal vez no me lo vaya a decir' Se levantó de la cama y se acercó a su hermana, lista para irse de este lugar.
Después de todo esto, era hora de regresar a casa.
-Laboratorio de investigación tecnológica, el futuro-
Aquel hombre, alto y de cabello negro sostuvo la pieza sobre la palma de su mano, la analizo y encontró una pequeña falla. Sus ojos, plateado y carmesí miraron con atención todos los detalles y rápidamente llegó a una conclusión.
"Orochimaru, te encargo el reactor. Mitsuki ve a preparar la sala de pruebas. También dile a Karin que tome notas sobre el estado de la investigación en las células de Hashirama y que me las entregue más tarde en la noche"
Mitsuki asintió con la cabeza y salió de la sala. Sin embargo, Orochimaru sonrió al ver como Toru les daba órdenes a todos con gran rapidez.
"Siempre estas tan seguro de tus acciones, eh…"
"Soy un científico y, como tal, he experimentado fracasos una y otra vez. Estar seguro de algo no me asegura que todo irá como quiero"
"Excelente observación" Orochimaru salió del lugar, no sin antes mirar a Toru y despedirse diciendo algo extraño. "Parece que afuera hay alguien esperándote. ¿Qué hago?"
"Se quien es. Déjale pasar" Sin apartar la mirada de su trabajo, continuo mientras Orochimaru salía del lugar.
Unos segundos después, una niña entró a la habitación.
"¿Qué ocurre, Koyomi? Ahora estoy ocupado, pero puedes pedirle a uno de los ángeles que te-" Se detuvo en seco al sentir como dos pequeños brazos le rodeaban la cintura.
"Otou-chan…"
Toru recordó lo ocurrido esta mañana y cerró los ojos con un suspiro. El no entendía que le pasaba a su hija, pero parece que es algo importante.
"Perdóname, yo-"
"No hace falta disculparse. No estoy enojado ni me siento mal por eso. Todos tenemos malos días"
Koyomi abrazo con fuerza a Toru y recordó al Toru del pasado y lo que vio en los recuerdos de este.
'Eres muy fuerte, Otou-chan…'
A la vez, Toru dejo su trabajo de lado y sus ojos mostraron una extraña pigmentación carmesí. En seguida, una persona de cabello plateado, con una marca negra en forma de línea en el rostro y vestimenta elegante apareció.
"Loki, encárgate de esto por hoy. Me voy a tomar el día libre"
"Como usted ordene, mi Lord"
Koyomi se quedó confundida por esto, pero de repente, sintió la mano de su padre tocando la suya.
"¿A dónde quieres ir hoy? Eleanor también esta afuera, ¿no? Llevémosla a ella también"
"Jeje…" Koyomi sonrió feliz. "Eso te lo dejo a tu criterio. Somos los hijos del Caos, quienes pondrán fin a la luz del Orden."
"Entonces iremos por helado"
"¡Si!"
Herencia del Futuro - Fin