— ¿C-Cómo...?
Alice suspiró limpiando sus lágrimas. — Mamá tuvo un accidente, estaba yendo a la empresa en el auto junto al chófer, chocaron contra dos autos que estaban cerca.
— Mamá está ahora en el hospital, fuimos a verlo y parece estar bien pero por poco y lo perdemos. — Dijo Laila acariciando el cabello de su hermana gemela. — Papá iba a salir a verlo pero de la nada llegó la policía y se lo llevó supuestamente por robo.
Arian dejo la computadora a un lado soltando un largo suspiro y Fred lo miró. — ¿Que hallaste?
— Es complejo Fred, están intentando hackear la empresa y estoy haciendo todo lo que puedo para guardar todo. — Explicó quitándose los lentes. — Dios... ¿Quien está haciendo esto?
— Y ahora mamá está en el hospital... ¿A caso estamos pagando alguna desgracia?
Liam analizó la situación, no se veía nada bien así que decidió ir a ver a su madre. — Iré al hospital.
Rápidamente llegó gracias al chófer de su hermano quien se quedó intentando arreglar todo.
— Mamá.
Ryan sonrió un poco, aunque no fue grave necesitaba pasar un buen tiempo en observación y ahora permanecía en aquella camilla, estaba pálido y aún en shock pero estaba bien en general. Liam respiro tranquilamente al verlo así pero aún tenía una molestia dentro de él.
— Liam.
— ¿Cómo te sientes?
El Omega mayor se sentó mejor en la camilla y Liam se sentó a su lado. — Estoy bien, tengo una fractura en la pierna pero estaré bien, solo golpes. — Acarició el rostro de su hijo menor. — Pero tu padre no parece correr la misma suerte ahora que se lo llevaron.
— No puedo creer que esto haya pasado.
— Era algo obvio.
Liam lo miro atonico. — ¿De hablas mamá?
— No creerás que esto pasó por pura casualidad ¿O si?
Ambos omegas se miraron fijamente, Liam frunció los labios.
— ¿Estás diciendo que alguien está detrás de esto?
— Es obvio hijo mío, primero tener un "accidente" en dónde aparecieron dos autos de la nada cerrandonos el paso y luego tu padre siendo llevado a la comisaría por algo que nunca hizo. ¿No es extraño? — Preguntó riéndose de manera sarcástica. — Pero lo más raro es que no me pasó mayor cosa, como si...
— Fuera una advertencia. — Sentenció Liam.
— Exacto pero... ¿Por qué o de quién?
Liam apretó sus manos, no había pruebas pero estaba completamente seguro que Kieran y Gideon estaban detrás de esto o también podrían ser otras personas pero era estúpido, su hermano mayor se encargaba de averiguar a todos los socios, no habia nada extraño.
Pero debía asegurarse de que eran ellos.
— Quieren meter a tu padre preso, quizás por 30 años. — Mencionó seriamente Ryan.
Liam abrió sus ojos, no podía creer lo que estaba escuchando. No podía permitirlo.
— Mamá, descansa, hay guardaespaldas por toda la clínica, mis hermanas vendrán pronto de nuevo. — Sonrió dándole un beso en la mejilla. — Solucionaremos esto.
El peliengro sonrió de vuelta. — Eso espero, ten cuidado Liam.
— Lo tendré mamá.
....
Liam llegó a la empresa familiar que con el tiempo había crecido mucho y ahora se había convertido en una de las mayores empresas del país. Todos a su alrededor estaban nerviosos y hablando pero apenas Liam entró cada uno guardó silencio dándole el camino para llegar donde estaba Frederick sentado en la oficina que era de su padre. Liam se sentó en uno de los muebles de la oficina de Erick.
— Fred... ¿Cómo va lo de papá?
Su voz era fría y no tenía expresión en el rostro, Liam estaba muy enojado. El alfa mayor suspiró moviendo sus cabellos algo cansado.
— Nada bien, no sé de dónde pero sacan pruebas que ni yo mismo sabía.
— Dame contexto.
Frederick asintió y se sentó a su lado. — Lo han acusado de corrupción y robo, ni siquiera es un socio que conociéramos directamente, no tiene nada que ver con la empresa pero sacaron pruebas Liam. Supuestamente padre hizo muchas compras ilegales, realizó negocios con drogas y comercializó con gente desconocida.
— ¿Son confiables las pruebas?
— Aparentemente lo son, estoy buscando más ayuda y llegó pero es extraño.
— ¿Quien?
Arian de repente entró a la oficina e hizo una mueca. — Los Evans.
Liam entorno los ojos desconfiado, allí es donde venía el peor protagonista que pudiera existir en esta novela, un alfa que no tiene principios ni valores, que no sabe diferenciar entre el bien y el mal, un alfa que está dispuesto a hacer lo que sea para conseguir lo que desea.
Y no se le hacía raro esto.
Sus dedos golpearon la mesa mirando los papeles, Fred parecía serio por su expresión y Arian suspiró viendo la computadora, los tres estaban seguros de que era una trampa.
Porque los Evans no hacían nada gratis y sin preparación.
— Que conveniente.
— ¿Que quieres decir Liam?
El Omega sonrió. — ¿No es obvio? Apenas papá ha Sido detenido y ya ellos están al tanto, no esperaron ni una hora, además los Evans no hacen nada sin recibir nada a cambio Fred. Lo sabes.
— Lo se pero...
— Abre los ojos hermanito, se que sabes que no es verdad. — Liam le miró fijamente, sus ojos parecían dos agujeros negros y a veces Fred se cuestionaba de quién era el mayor aquí. — Sobre todo cuando la cabeza de la familia pronto será James Evans, tu, Arian, yo y muchos otros sabemos cómo es él.
Un coleccionista.
Pero no uno cualquiera, de omegas, betas y alfas aunque más de omegas, era violento y nada pasivo. Para él todo era con guerra y muerte, la paz no era una opción y ni siquiera estaba en su vocabulario.
— Entonces... ¿Que debemos hacer? — Preguntó Arian confuso.
— Síganme.
Rápidamente salieron de la empresa hacía su casa, ya en ella Liam fue a su habitación y en especial a un escondite secreto que había detrás de su armario.
Los alfas estaban en shock. — ¿Que...?
— Nada interesante. — Dijo, luego saco unos papeles y los dejo sobre su escritorio. — Son los registros de todas las ventas de papá, todas.
— Pero eso es lo mismo que hay en la oficina. ¿No? — Arian tomó los papeles.
Liam negó. — Hay un inflitrado en la empresa, papá jamás dejaría eso allá así que decidimos guardar esto, te lo iba a decir cuando adquirieras la empresa pero ya viene siendo hora.
— Impresionante.
— Además hermano, esto. — Mostró unos registros. — Esto no lo tiene nadie, son todas las llamadas y reuniones que padre ha tenido los últimos años con los inversionistas de la empresa, ni siquiera él lo sabe.
Fred estaba en shock pero asintió. — Hablaré con Lev.
— Si, sabes que él también sería una gran ayuda. Ya sabes que hacer ¿No?
— Claramente.
— Pero antes de eso, mamá cree que no fue solo un accidente.
Arian asintió. — Si, yo también me estuve averiguando sobre eso.
— ¿Que encontraste?
— El auto donde iba mamá estaba en buenas condiciones, quisieron culpar al chófer pero era imposible. — Dijo, luego dejo unas fotos en el escritorio donde mostraban dos autos más. — El auto fue golpeado en cada algo por otros dos más que aparecieron, estaban sin matrícula, son autos blindados.
Liam miro las imágenes, no se veía quienes eran los conductores.
Fred también observó las fotos. — ¿Cómo sabremos quienes son?
— Eso es lo difícil, busque de muchas formas aquellos autos pero hay muchos, muchas organizaciones las manejan pero encontré esto. — Mostró otra foto. — Es un logo que estaba en uno de los autos. ¿Sabes lo que me costó enfocar en las cámaras para verlo?
— Nunca he visto ese logo.
— Yo tampoco.
Pero Liam si, estaba en silencio mirando el logo, el conocía eso porque se lo había visto a Gideon una vez en su auto, era casi imperceptible y tenías que acercarte mucho para notarlo pero sabía que era de ellos. Ese logo lo había visto muchas veces y sabía que su corazonada le decía que ellos eran los culpables.
La ira lo consumió, arrugó las hojas y salió de la habitación escuchando a sus hermanos hablarle.
— ¿¡Liam?!¿A donde vas?
— A matar a una rata. — Su voz sonó tenebrosa, se subió al auto y le pidió al chófer que se dirigiera a la casa principal, la casa de su abuelo Luther donde aún estaba Kieran.
No pensaba en nada, simplemente tenía en su cabeza matar a Kieran, quería arrancarle el pelo y golpearlo así que llegó a la casa de Luther, rápidamente se bajó y entro a la mansión sin saludar asustando a todos los que estaban allí pues no era común que hiciera eso.
Entró a la habitación encontrándose con Kieran quien comía tranquilamente un postre como si nada viendo su teléfono desinteresado y riéndose como si nada. Liam entonces perdió el control, no podía creer que todo lo que había logrado hasta el momento de proteger a su familia se viera afectado por la llegada de este maldito protagonista.
Pero no sé quedaría así, se cansó de fingir ser tranquilo.
— ¿Primo?¿Que haces aquí?
— Tu ocasionaste esto ¿No?
— ¿Mmm?¿De que hablas? — La sonrisa que tenía estampada en el rostro molestó aun más al rubio.
— Sabes de lo que hablo pequeña mierda, tu le hiciste eso a mis padres. — Lo miro con ira. — Deja de fingir.
Entonces Kieran soltó una risa. — Parece que estás en lo correcto pero quién sabe.... ¿Como harás para inculparme? No hay nada.
— ¿Tu crees que te dejaré ir así de fácil? También tenemos contactos en la familia.
— Veamos si aún quedarán esos contactos Liam. Recuérdalo, yo controlo todo. — Su voz cambio a una más fría y sus ojos se pusieron oscuros. — No puedes hacer nada para cambiarlo.
Liam apretó la mandíbula. — No me quedaré sin hacer nada, te haré pagar cada cosa que me estás haciendo y a tu padre también.
— Si es que a tus padres no les pasa nada antes... — Mencionó con burla. — Lastima que tu madre no le pasó nada más, quería que al menos quedara en coma o con alguna deformidad pero aún queda tu padre para destruir.
Y sin pensarlo dos veces fue hacia él y lo tomó del pelo no aguantando más sus palabras.
— ¡Tu maldito hijo de puta!¡¿Cómo te atreves a hacerle eso a mi familia?!
— ¡Ah!¿¡Que demonios te pasa!?¡Suéltame!
— ¡Te haré pagar!¿¡Sabes lo mal que quedó mi madre!?¡Maldito asqueroso! — Liam no dejaba de jalar el cabello azulado de Kieran quien gritaba intentando quitárselo de encima. — ¡De aquí no saldrás si no es calvo!
Porque de verdad Liam estaba enojado y no dejaría ir a Kieran.
...