Capítulo 23: Mi tesoro

Tome un autobús para ir a ver el departamento que sería mi hogar, durante el camino mi vista veía hacia la ventana sin ver el paisaje lo que veía en mi mente eran todos esos momentos cálidos en los brazos de Sebastián realmente me hacía falta uno de sus abrazos, aspire profundo recordando lo que se sentía estar recargada en su pecho y encerrada en sus brazos, no podría volver a sentir esa seguridad, protección y amor que sentía cada vez que su cercanía me transmitía, cerré mis ojos recordando el abrazo de mi tía y su calidez en el vídeo, realmente había preparado todo para que yo esté bien, cuando llegó el autobús, inmediatamente me traslade en un taxi a el departamento, era en el segundo piso de un conjunto habitacional, abrí la puerta hacía dos días las personas que vivían en el se habían marchado ni siquiera sabía que tía Molly lo tenía, era agradable un pequeño recibidor con un pequeño closet al costado, una sala, cocina dos recamaras realmente estaba amplio lo esperaba más pequeño pero fácilmente podría vivir una pequeña familia, empecé a limpiar todo, unas horas más tarde tocaron a la puerta era el camión de mudanzas que traía las cajas con los artículos que decidí eran valiosos para mí, y que quería conservar, fueron metiendo cajas que se apilaron en la sala y que poco a poco tendría que acomodar, lo primero que hice después de que se fueron los de la mudanza fue colocar dos fotografías en una repisa mis padres y tía Molly realmente ese era mi gran tesoro, mi familia, después salí a comprar alimentos, ahora tendré que cuidar sola de mi... fui a un mercado cercano, a comprar algunos víveres fruta y artículos personales, tenía aún tres días del permiso que me otorgó la universidad, para arreglar lo de la muerte de tía y mi mudanza, mi situación no era la mejor, acostumbrarse a la perdida y estar viviendo sola, sin nadie que te llame por teléfono, que piense en ti, que te extrane, en fin debía continuar, regrese al departamento con víveres, me preparé unos fideos instantáneos.... los comí a la mitad, tome la fotografía de mis padres y de mi tía y las estaba observando, mire el marco de la fotografía de mis padres un poco descuadrado, pensé se movió durante la mudanza, volví la fotografía, y despegue el marco detrás de la fotografía el cartón que la sostenía había una fecha y un número de teléfono, que extraño nunca lo noté, fui a prepararme para dormir, todavía tengo muchas cosas por organizar el día de mañana, por la madrugada me despertó un sueño intranquilizante, y vino a mi memoria el número telefónico, tome la fotografía de mis padres y me acosté nuevamente, mis lágrimas rodaron, no eres patética terminaste sola Elena, ya no pude dormir en mi cabeza entro la duda hacerca del número de teléfono en la fotografía, nada pierdes me dije y espere con ansias una hora más oportuna, me puse a terminar de acomodar lo de la mudanza, eran las 9:00 de la mañana, marque al número con la espectativa de quién respondería, se escuchó varias veces que llamaba y nadie contestó, colgué fui a la cocina tomé un vaso con leche pensativa, volví a marcar, me contestaron está vez, era la voz de un hombre, hola le contesté, y le expliqué el motivo de mi llamada que la fotografía de mis padres tenía ese número, el hombre me escucho atentamente, me preguntó Molly está contigo, entre en pánico, yo nunca mencioné a tía Molly, como sabía de ella, yo nerviosa contesté falleció, se escuchó un gran silencio, necesitamos hablar, nos pusimos de acuerdo en encontrarnos; en unos días regresaría a la universidad entonces lo cité dentro de una semana en los patios de la universidad...