Capítulo 98: La Canción del Fin de los Tiempos (IV)
Al despertar me di cuenta de lo blandito que se sentía donde tenía apoyada la cabeza, eso era porque estaba apoyado entre las piernas de María.
[Buenos días]
[Oh Asriel, despertaste]
[Si, me quedé dormido repentinamente]
[Así parece. Pensé que podrías estar incomodo así que me puse de almohada... ¿cómo se siente?]
[Demasiado cómodo la verdad. Como para no querer levantarme jamás]
[N, no es para tanto... jeje~]
[Mmm]
[¿Q, qué sucede? ¿P, por qué me miras tan fijamente?]
[Es idea mía o estás más... ¿resplandeciente?]
[¿¡R, resplandeciente!? ¿¡A qué te refieres con eso!?]
[¡Espera! ¡No te sacudas tan de repente, que me botas!]
[¡P, pero es tu culpa! Por decir esas cosas de repente...]
Ella se sonrojó bastante rápido girando su mirada hacia un lado, sus mejillas rojas de la vergüenza. ¿Tal vez pensó que le estaba diciendo que se veía más bonita?
Bueno, para ser sincero me costaría imaginar una manera para que ella sea más adorable de lo que ya es.
[No me refería a eso. Em, ¿cómo lo explico? Algo en tu cabello es distinto]
[¿Si? ¿Es que lo tengo sucio?]
[No. Ahhh, es difícil de poner en palabras. Es como si tu cabello se moviera con el viento de una manera extraña, como si una brisa bailara a tu alrededor constantemente]
[¿En serio? No lo he notado. ¿Será eso la bendición del viento?]
[Tal vez... espera. ¿Qué acabas de decir?]
[Oh, creo que no te lo mencioné. Antes de desaparecer, ese espíritu me dio su bendición]
[Ya. ¿Y en qué consiste eso?]
[Ni idea]
[...]
Por supuesto, no podía ser tan fácil
[No he sentido ningún cambio desde entonces. Supongo que sería una manera de desearnos buena suerte]
[Es una posibilidad]
Digo, si existe alguna manera de que María brille más de lo que lo hace ahora, aunque sea físicamente imposible, bienvenido sea.
[¿Te pasa algo Asriel? Pareces triste]
[Solo pensaba que quizás todo este viaje ha sido en vano]
[¿Por qué lo dices?]
[Bueno, no hemos encontrado a Lavos, casi perdemos nuestra vida en esa pelea, y ahora que por fin encontramos a quien supuestamente nos explicaría lo que pasó en el mundo, quedamos igual. Vaya perdida de tiempo]
[No creo que haya sido para nada]
[¿Tú crees?]
[Si. El tiempo que hemos pasado juntos es la prueba de ello. Si bien hemos tenido momentos difíciles, aun así hemos superado todo. Ambos hemos conseguido nuevos poderes, se nota que estamos haciendo un progreso. Además, si no hubiéramos derrotado a ese señor, más personas inocentes hubieran perdido su vida por sus manos]
[Si lo piensas de esa manera, puede que así sea]
[¡Si! Por eso creo que deberíamos seguir buscando a otros espíritus. Puede que ellos posean más información de lo que el del viento tenía]
[Tienes razón, si volviéramos a casa con las manos vacías no podría sentirme tranquilo. Haaa, ya me siento cansado otra vez al pensar que esta aventura está muy lejos de terminar]
[¿Quieres que te haga un masaje?]
[Supongo que me haría bien. Te lo encargo]
[Ok~ dejámelo a mi]
Mientras me relejaba por su masaje me quedé pensando en los eventos que han ocurrido recientemente.
Si seguimos buscando a los espíritus elementales, ¿cuantos nos faltarán? Si pensamos en los elementos, deberían ser los 4 típicos, ¿no?
Fuego, tierra, agua y aire. ¿Considerarán otros como madera y electricidad? ¿Qué tal luz y oscuridad? Hay muchas incógnitas pendientes por descifrar.
En fin, como ella dijo hay que destacar lo positivo dentro de lo que hemos conseguido.
María ha mejorado tanto en sus habilidades que es toda una compañera capaz de combatir a mi lado. No solo en respecto a sus poderes curativos, ya que consiguió desarrollar un arma con la cual defenderse y además cuenta con la bendición del espíritu del viento, sea lo que sea.
Es una lástima que no nos hemos topado con Lavos todavía. ¿Dónde estará? Quizás nos equivocamos pensando que estaría por aquí ya que estábamos siguiendo rumores sin fundamento. Me gustaría tenerlo para preguntarle por eso que el espíritu le dijo a María. ¿Podrá llamarlo cuando lo necesitemos? Eso resultaría muy útil, no obstante, no quiero volver a usar el poder de unión a menos que sea totalmente necesario.
Ahora que lo pienso, si ella tuviera esa capacidad, entonces es un poder totalmente distinto a los de Spiritist o Seeker. Tal vez sea similar a los de los Channeler, quien sabe. En todo caso ella es bastante excepcional.
Es increíble el número de peligros que me han sucedido desde el comienzo de toda este viaje, no puedo imaginar siquiera como acabará.
Es verdad que estoy constantemente intentando protegerla, aunque siempre termino herido mortal. Sin mencionar que en esta última batalla no fui capaz de hacer nada por mi cuenta.
De no ser por María que me ayudó a mantener a raya a Dimitri. De no ser por Kurogane no hubiera tenido oportunidad de hacerle frente. De no ser por el espíritu de viento hubiéramos muerto al final.
Aun soy muy débil para protegernos a ambos. De momento estas experiencias me hacen creer que será muy difícil que esta historia termine en un final feliz...
No, debo seguir pensando positivo, por nosotros. Para ello debo seguir haciéndome más fuerte.
[Muchas gracias María, ya me siento mejor]
[¿Estás seguro que puedes ponerte de pie? Creo que deberías descansar unos días más]
[No, ya no pasa-] no alcancé a terminar la frase cuando intenté poner fuerza en mis piernas para levantarme, sin embargo perdí el equilibrio y me hubiera caído de no ser porque ella vino corriendo a mi lado a apoyarme.
[¿Ves? Por eso te dije que tenías que tomártelo con calma]
[Ya me has cuidado por mucho. Es tiempo de que deje de ser una carga]
[¿Qué estás diciendo? No eres una carga Asriel. Cuidar de ti cuando más lo necesitas es lo menos que puedo hacer]
[Pero-]
[¡Nada de peros! ¡Te acuestas y descansas hasta que yo te diga que estés bien! ¡No me hagas enojar!]
[... está bien. Vaya, a veces parece que tenemos los roles invertidos]
[¿Cómo es eso?]
[Yo debería ser como un padre y cuidarte, ser un ejemplo de como tienes que ser. Ahora es como si fueras mi mamá tratando mis heridas y estando a tu cuidado]
[¿Eh? No es que piense en ti como mi papá...] dijo en un susurro y apartando su mirada.
¿No me considera como una figura paterna? ¿Tan poca confianza doy? Osea, debo parecer un tío lejano que la tiene que cuidar por un par de días mientras los padres están de viaje.
En un incómodo silencio me acosté y me puse a descansar.
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