"¿Eh?"
Goku preguntó confuso. Recién llegaba a su casa y vio que la mayoría de muebles, los pocos que tenía, habían desaparecido por completo.
"Esta es la última"
De pronto se giró y vio que Tsubaki estaba cargando una caja bien envuelta. No era tonto, así que pudo entender qué estaba pasando.
-¿Ya nos mudamos? -preguntó el chico rascándose la nuca y entonces Tsubaki se percató de que su novio estaba presente.
-Por fin vienes -dijo Tsubaki dándole un beso corto en los labios- Y sí, ya nos mudamos, aquí ya no tenemos demasiado espacio para estar.
-Pero, ¿cómo has sabido en qué lugar se encuentra la mansión? -preguntó Goku con curiosidad, pues sólo los Gremory sabían.
Aparte de él, claro.
-Le pregunté a Rias esta mañana -respondió la chica- ¿Nos vamos? Hay que instalar las cosas, y como Suzaku no está... tendrás que ayudarme.
Goku sudó nerviosamente ante aquello.
Aika estaba en la escuela con Asia y Suzaku probablemente estaba ocupada con sus cosas.
Qué buen momento para dejarle solo...
-Así que ya nos vamos... ¿eh? -musitó Goku mirando su hogar con nostalgia, aquí es donde había empezado todo- Pasé buenos tiempos.
Recordó el día en que la señora Juhee le trajo a vivir cuando llegó a Kuoh, las noches que llegaba cansado del trabajo o sus días aquí con Suzaku.
Él normalmente no era apegado a las cosas materiales, pero esta casa era parte de su vida, aquí vivió varios momentos que le marcaron.
Tsubaki se apoyó en su hombro y le tomó de la mano. También ella pasó buenos momentos aquí, donde tuvo su primera vez con su novio.
-Cuando estés listo nos iremos -habló Tsubaki sin presionarle de ninguna manera y Goku apretó su mano levemente, antes de mirarla sonriendo.
-Podemos irnos, ¿no te has dejado nada no? -preguntó Goku y ella negó- Luego iré a dejarle las llaves a la casera, fue generosa conmigo.
-Muy bien, no sueltes mi mano -indicó Tsubaki dejando con curiosidad a Goku, pero en seguida desaparecieron ambos bajo un círculo mágico.
Cuando Goku abrió los ojos, vio que estaban ante una enorme mansión. Alrededor había un extenso jardín vallado, ¡incluso había un lago!
-¿T-todo e-esto es nuestro? -preguntó el chico boquiabierto, jamás había estado en un lugar tan asombroso. ¡Ni siquiera la mansión Himejima!
-Es tuyo, que no se te olvide... ¿entramos? -preguntó Tsubaki mirándole con una sonrisa y Goku asintió, todavía sin dar crédito a esto.
El interior tampoco se quedaba atrás. Desde el extenso salón, con un televisor que ocupaba toda una pared, hasta el comedor tan vasto...
¡Todo era increíble!
-¿Te gusta? Las habitaciones están en el piso de arriba, son ocho... pero la principal es la más grande de todas -dijo Tsubaki con una sonrisa.
-¿N-no es demasiado grande para nosotros? Digo, apenas somos cuatro personas -preguntó Goku rascando su nuca y Tsubaki se ruborizó.
-A-algún día formaremos una f-familia, e-entonces n-no será demasiado grande... -respondió ella notablemente sonrojada.
Goku asintió confuso, no le daba demasiada importancia a esas cosas. Pero tenía curiosidad sobre el resto de la casa. No... de la mansión.
Tsubaki le condujo hacia las escaleras que llevaban al piso de arriba. Entonces, la pareja llegó a un pasillo largo con muchas puertas.
-Todas estas puertas son habitaciones, la nuestra se encuentra al fondo -habló Tsubaki señalando la puerta que se ubicaba al final.
Y no tardaron en llegar ahí. Tsubaki abrió la puerta y entonces los ojos de Goku salieron de sus cuencas, ¡esta mansión era asombrosa!
La habitación tenía una terraza con increíbles vistas al paisaje de Kuoh junto a una piscina al lado. Y en el interior, había una cama inmensa.
-Ahí se encuentra el baño -declaró Tsubaki señalando una puerta- Hay muchos sitios por ver, pero debemos colocar nuestras cosas.
El muchacho asintió. Jamás se vio a sí mismo viviendo en un lugar así, pero como dijo Tsubaki todo esto era suyo, así que debía aprovecharlo.
Horas después.
Sólo tenían que colocar su ropa, pues en esta mansión los muebles como la tele, la nevera y el sofá no tendrían cabida alguna prácticamente.
Habían armarios de sobra. Tsubaki colocó su ropa en uno, la de Suzaku en otro así como la de Aika. El joven hizo lo mismo con su poca ropa.
Luego de eso decidieron dar una vuelta por la mansión. Si el jardín principal era fabuloso, el de atrás no sería menos. Era igual de maravilloso.
Y tras haber dado aquella vuelta, decidieron relajarse. ¿Y qué mejor que en una sauna? Sin duda, esta casa les ofrecía muchas ventajas.
-Ah... -Tsubaki suspiró sintiendo el calor en su suave piel de jade. Tenía una toalla envolviendo su cuerpo y otra cubriendo su cuerpo atractivo.
Goku estaba con el torso expuesto con una toalla alrededor de su cintura. Se sentía muy relajado. ¡Tenía que haber hecho esto antes!
-Ahora que lo pienso, ¿cómo pudiste entrar a la mansión? Sólo yo tengo las llaves -preguntó Goku con intriga y su chica le miró sonriendo.
-Eso no importa ahora, ¿n-no recuerdas lo que me prometiste? -Tsubaki se sonrojó nuevamente dejando pasmado a Goku, quien rascó su nuca.
Tenía demasiadas cosas en mente.
Tsubaki ya sabía eso, no podía culparle por no recordarlo, así que tomó la iniciativa. Se subió al regazo de Goku y selló sus labios suavemente.
-P-pues deja que te lo recuerde -agregó ella comenzando a besar su cuello. Las manos de Goku se deslizaron bajo la toalla de Tsubaki.
-Eso no será necesario, ya lo recuerdo -dijo Goku con una sonrisa- Me aseguraré de que lo disfrutes, hacía rato que no estamos solos...
(Nota: De aquí en adelante se sucederán una serie de escenas de contenido explícito. Así que si eres sensible a esto, recomiendo saltarte buena parte del capítulo)
"Hmmm"
La chica gimió cuando las manos de Goku sobaron sus glúteos. Sus piernas temblaron enrollándose en torno a la cintura del joven.
Mientras Goku besaba su cuello pasionalmente, Tsubaki decidió hacerle disfrutar. Así que guió su mano izquierda por debajo de la toalla del chico.
Hasta que alcanzó su entrepierna.
Su rostro se sonrojó vivamente cuando sus dedos palparon la dureza de Goku. Negó con la cabeza, no era momento para avergonzarse.
Sobretodo cuando no era la primera vez...
Por lo que comenzó a acariciar de arriba a abajo la virilidad de su amado, mientras éste continuaba masajeando sus suaves nalgas.
El cuerpo del chico tembló excitado ante las caricias de Tsubaki. Ella se percató de esto y se sintió orgullosa, lo estaba haciendo muy bien.
Pero decidió mejorarlo todavía más.
Se puso de rodillas y le indicó a su chico que abriera las piernas, no sin antes haberle retirado la toalla... tenía enfrente el miembro de Goku.
A pesar de lo sonrojado que estaba su rostro, Tsubaki no se amedrentó. Tomó el miembro en sus manos y lo llevó hasta sus suaves labios...
""¡Mmm... chuu... haa!"
Tsubaki empezó a chuparlo, usando su lengua para lamer la punta. Esta era la primera vez que lo hacía, pero su sed de lujuria en ella era tal...
Que lo hacía con gran maestría.
Goku empujó sus caderas hacia delante indicando que estaba cerca de alcanzar el clímax, y Tsubaki aceleró su movimiento.
Como consecuencia de esto, Goku liberó todo su semen llenando la boca de Tsubaki, quien no tuvo otra opción más que tragarlo por completo.
-¿T-te gustó amor? -preguntó Tsubaki limpiándose la comisura de sus labios.
-Claro, lo hiciste genial... aunque todavía no hemos terminado -habló Goku con una sonrisa y tomó la toalla que cubría el cuerpo de Tsubaki.
Tsubaki se sonrojó todavía más y se puso en pie. Se quitó la toalla del pelo y volvió a sentarse sobre el regazo de Goku. Pero en esta ocasión...
"Aah... ¡Hmm!"
La chica se mordió el labio inferior cuando el miembro de Goku se hizo paso entre sus labios vaginales hasta penetrarla lenta y dulcemente.
Cuando Tsubaki le indicó que podía ir más rápido, soltó todo el deseo recluido en su ser. Toda esa lascivia que su cuerpo reprimió...
Siguieron durante horas, disfrutando del momento que les regaló el destino para que profesaran su amor. Porque quién sabe...
Quizá, sería el último que tengan...
Tres días después.
Finalmente llegó el día de la reunión de las facciones. Hoy ángeles, caídos y demonios se reunirían debido a lo ocurrido con Kokabiel.
Pero en estos momentos, el azabache estaba supervisando el entrenamiento de Issei. Ya era costumbre, ambos estaban en una mazmorra.
PAM.
Issei golpeó con todas sus fuerzas a Goku, y le hizo retroceder varios metros. El Sekiryuutei voló rápidamente para rematarle, sin darle descanso.
Flush.
El azabache le esquivó dando un salto pero no pasó desapercibido para Issei, quien extendió su mano hacia él concentrando energía dracónica.
-¡Haaa! -Issei lanzó su Dragon Shoot hacia su amigo, quien utilizó su escudo para bloquear el ataque- "Bien, ¡tengo que aprovecharlo ahora!"
Issei advirtió un hueco en la defensa de Goku, así que voló hacia él con la intención de atacarle en el costado, algo que fue bastante previsible.
Una sombra se deslizó debajo de Goku y en seguida apareció Igris bloqueando el ataque de Issei, quien vio al azabache dirigirse hacia él.
Flish.
Igris le atacó con su gran espada pero Issei lo esquivó rápidamente, pero no pudo evitar que un puñetazo de Goku se estrellara en su abdomen.
-Ugh... eso no es justo, ¡estaba en desventaja numérica! -se quejó Issei apretando sus puños y Goku sonrió mientras Igris volvía a su sombra.
-Pelear en desventaja es una ventaja para ti, después de todo quien sale fortalecido eres tú -respondió el chico agachándose a su altura.
-¿Crees que pueda derrotarte? -preguntó Issei curioso. Sabía lo fuerte que se había vuelto estos días, ¿pero su fuerza era superior a la de Goku?
-Quizá tengas más poder bruto que yo, pero con mi experiencia y habilidades... no podrías derrotarme -contestó Goku con una sonrisa.
-Uh... entonces me queda mucho margen de mejora... ¡pero entrenaré para superarte! -gritó Issei elevando su puño al aire entusiasmado.
Goku se rió al escuchar eso.
-Bien, es hora de irse -dijo Goku levantándose y extendió su mano para que Issei pudiera hacer lo mismo- La reunión de facciones va a comenzar.
Issei asintió sonriendo. Estaba ansioso por mostrarle los resultados de su entrenamiento a Buchou, ¡seguro ella se quedaría asombrada!