Goku permanecía sentado en una mesa disfrutando del plato hecho por Tsubaki, quien estaba sentada a su lado escuchándole.
-Fue entonces cuando le dije "¡como no sueltes mi comida haré de ti una barbacoa! y entonces se fue corriendo" -habló Goku golpeando el puño derecho en su palma izquierda sonriendo.
-¡Jajaja en serio que peleabas con un oso por un pescado! -habló Tsubaki mientras intentaba contener su risa, tomó un poco de agua pero eso no ayudó. Más bien empeoró el asunto.
-Oye en verdad era algo serio, cuando vives en el bosque es un vivir o morir -habló Goku recordando sus lejanos años de infancia.
-¿Qué sucedió después? -preguntó Tsubaki intrigada mientras apoyaba la mejilla en su puño, mirando a los ojos a Goku, quien asintió.
-Apareció la mamá del oso y sin pensarlo cogí el pescado para regresar a casa pero me olvidé de mis ropas y cuando llegué a casa puse todo perdido de barro y el abuelo me castigó sin cenar -habló Goku rascándose la nuca recordando.
-Espera, espera ¿cogiste el pescado pero dejaste tu ropa? ¿Quiere decir eso que volviste desnudo hasta tu casa? -preguntó Tsubaki sorprendida.
-Sip, creo que unas ardillas se burlaron de mí por eso -contestó el azabache rascándose la nuca y Tsubaki soltó una pequeña risa al escucharle.
-Si yo hubiera estado ahí también me habría burlado de ti seguramente -añadió Tsubaki con una sonrisa burlona y Goku enarcó sus dos cejas.
-Espera, ¿te habría gustado verme desnudo? -preguntó Goku con incredulidad haciendo que Tsubaki se sonrojara ante tales palabras.
-N..no, no, no... ¡desde luego que no! O sea no es como si tuvieras mal cuerpo, digo pareces un dios griego con esos abdominales aunque no es como si los haya visto... -divagó Tsubaki sonrojada y Goku se burló al escucharla.
El rostro de Tsubaki se volvió todavía más rojo y el que Goku se estuviera riendo no ayudaba.
Los dos siguieron charlando durante un tiempo más, compartiendo risas y anécdotas divertidas y conociéndose un poco mejor el uno al otro.
-Espera, ¿quieres decir que pensaste que yo era una palmera... ¡a pesar de que llevaba el uniforme!? -preguntó Goku algo ofendido y Tsubaki asintió apenada al escucharle.
Aquello fue porque vio a Goku de espaldas y estaba junto a otro árbol, normal que Goku se ofendiera por ser confundido con un árbol.
-Es que eras alto y tu cabello tampoco ayudaba... lo siento -se disculpó Tsubaki con una pequeña sonrisa en su rostro y Goku se cruzó de brazos.
-No sé qué tienes con mi cabello, es único -habló Goku defendiendo su cabello y Tsubaki soltó una carcajada, sin duda de divertía mucho con él.
-Touché, pero es bastante extraño... ¿cómo haces que se mantenga flotando? -habló Tsubaki sonriendo burlona y Goku se dio cuenta de ello.
"...."
-Perdón, perdón, prometo que no volveré a burlarme de tu cabello... -habló Tsubaki conteniendo su risa y Goku dio un asentimiento.
-Te perdonaré cuando vuelvas a cocinar un plato tan delicioso como éste... -profirió Goku con una sonrisa y Tsubaki se sonrojó por el cumplido.
-Siempre y cuando me acompañes mañana al super para reponer mi despensa -agregó Tsubaki con una risa acompañando aquellas palabras.
-¿Mañana? Humm... no creo que pueda acompañarte, tengo algunas cosas que hacer -se excusó Goku rascándose la nuca, estaba su quedada con Murayama y lo de Reynare.
-Ah... hum.. pues cuando tengas algo de tiempo quedaremos nuevamente -habló Tsubaki con una sonrisa forzada, forzada por el momento.
-Genial, entonces ya te aviso -señaló Goku levantándose del asiento con una sonrisa- Entonces es hora de que me vaya, Tsubaki.
-Bien, entonces te acompaño a la puerta -añadió Tsubaki levantándose a su vez y yendo tras él.
Fueron unos cuantos pasos los que dieron los dos desde el comedor hasta la puerta de salida.
Goku analizó el rostro de Tsubaki por unos instantes y se dio cuenta de algo, tenía una corazonada y necesitaba saber si era verdad.
-Dime, ¿hay algo que te preocupa? -preguntó Goku tras percatarse del ceño fruncido de su amiga.
"....."
Tsubaki no asintió al instante; se sorprendió de que Goku le hubiera hecho aquella pregunta.
-N-no es nada importante Goku -habló Tsubaki negando pero no le convenció esa respuesta.
-Es sobre tu amiga, ¿no? Recuerdo lo que me dijiste ayer -insistió Goku y el sórdido silencio de Tsubaki se lo confirmó en aquel momento.
-Ella y yo no hemos arreglado las cosas... todavía -respondió la diablesa y Goku asintió escuchándola- No sé cómo acercarme a ella...
-Si es una amiga importante para ti... humm pues intenta acercarte a ella de corazón y todo saldrá bien, si es alguien que te importa debes hacer todo lo posible para no perder a esa persona -habló Goku y aquello impresionó a Tsubaki.
-Tomaré nota, siempre me ayudan tus palabras Goku -agradeció Tsubaki con una sonrisa y Goku se dio la vuelta, pero sin irse del sitio todavía.
-Así como tú me importas, haré todo lo posible para no perderte... -añadió Goku dando un paso para irse pero Tsubaki le tomó de la mano.
Antes de que Goku pudiera reaccionar Tsubaki le dio un beso en la mejilla derecha, haciendo que el azabache alzara sus ojos bastante sorprendido.
-Gracias por haber estado conmigo hoy -Tsubaki susurró mientras un sonrojo de vergüenza estaba en su rostro, era la primera vez que hacía algo así.
Antes de que Goku pudiera agradecer Tsubaki cerró la puerta y deslizó su espalda sobre ella, con su corazón latiendo a ritmos anormales.
"¿Qué siento por él..?"- se preguntó Tsubaki intentando relajar, en vano, los latidos de su corazón.
Necesitaba aclarar sus sentimientos.
Otro lugar:
"Rias... ¿acaso él es?"
Rias se giró al oír la voz de Akeno detrás de ella, la Gremory asintió mirando a su reina sonreír.
-Es el chico que ha llamado la atención de Tsubaki... esto es interesante -habló Rias llevándose la mano al mentón.
Habían venido a hablar con Tsubaki para preguntarle cómo le estaba yendo a Sona en el inframundo, pero se encontraron con algo curioso.
Con Goku.
Quería prepararse para el enfrentamiento de mañana con Reynare, ese sería su primer paso en el mundo sobrenatural y no perder no era una opción, tenía que ir con todo para la victoria.
-Es mejor que me vaya ahí... -habló Goku desviando su trayectoria y encaminándose hacia la estación de metro que estaba a unos kilómetros del lugar, a media hora andando.
Se adentraría en la mazmorra cuantas veces hicieran falta para ganar más experiencia en combate y puntos de estado que aumentar.
En sus incursiones había aprendido varias lecciones valiosas como no dar la espalda al enemigo, nunca dar por terminado un combate cuando hasta que no había acabado y sobretodo no rendirse a pesar de cualquier dificultad.
Si se hubiera rendido, la Casaka de colmillos venenosos habría acabado con él y ahora sería papilla dentro de la mazmorra, pero no se rindió y salió adelante derrotándola con su esfuerzo.
-No puedo fallar mañana, fallar significaría mi muerte... de nuevo -habló Goku mientras apretaba sus puños- Por eso debo esforzarme al máximo.
Si el sistema le había brindado una nueva oportunidad de vida con el propósito de hacerse más fuerte no podía defraudar esa confianza.
"Sigh... parece que he llegado"
Goku se paró enfrente de la estación de metro de Kuoh y sacó aquella llave de mazmorra que le permitiría acceder, esta tarde iba a ser larga.
Introdujo la llave en la cerradura de la estación y mágicamente se abrió, permitiéndole el paso. Se volvió a cerrar sin opción a salida, aquello Goku lo aprendió en las dos veces que había entrado.
[El anfitrión no puede salir de la mazmorra. Derrota al jefe o usa una piedra de retorno «Return Stone»]
Goku asintió viendo la pantalla que estaba enfrente de él mientras materializaba su daga negra listo para enfrentarse a la amenaza.
La estación volvió a cambiar pero esta vez parecía una jungla en vez de una mazmorra, Goku sonrió sabiendo que esto sería muy emocionante.
El azabache comenzó a caminar con la guardia más alta que nunca mirando hacia atrás de vez en cuando por si recibía un ataque sorpresa.
Sus sentidos estaban alerta ante cualquier movimiento sospechoso, pero parecía que de momento no aparecerían lobos como siempre.
-¿Qué...? -el pelinegro no pudo acabar cuando la sorpresa le invadió al ver dos tigres de tres metros acercándose lentamente hacia él.
Un tigre tenía el pelaje blanco con rayas negras mientras que el segundo tenía pelaje negro con rayas blancas como si fueran gemelos inversos.
"¿Dos tigres? Jamás habría imaginado esto"- indagó el pelinegro materializando el colmillo envenenado de Casaka y sosteniéndolo con la mano derecha, estando la daga en la izquierda.
[Nueva misión: derrota al Divine black flame tiger]
[Recompensas: +15 puntos de stat/estado, 50 SP]
[Alerta: se recomienda buen uso de habilidades]