Al entrar a la carpa donde hacían sus estrategias militares, estaba una mesa redonda de color ámbar, acabado rustico con varios vasos de madera encima, se notaba que un día anterior habían brindado por el olor que despedían a alcohol añejado, un candelabro para 5 velas, y varias sillas a los lados.
Al fondo se miraba la tienda del rey, toda desaliñada, como si hubiera pasado una tormenta, se notaba que la noche anterior había discutido con alguien, porque se apreciaba una silla rota, todos los trapos que usaban para dormir, estaban rasgados, y había varias vasijas rotas en el suelo.
Llego el rey con su túnica roja y un león estampado en ella, parecía que había estado despierto toda la noche, tenia una barba gris, que denotaban ya su basta experiencia en la vida, ojos grandes color cafés, y un estomago prominente, que daba a demostrar la vida que llevaba, también portaba una espada envainada con el león alado de la familia Faure-dumont en la empuñadura.
El rey se paro enfrente de la entrada de su carpa, para tratar de disimular el desastre que habían dejado en la noche anterior, junto a el se encontraba Capeto, el regente de Lyon, y Esmée la futura reina de Francia.
- Dare a conocer un suceso muy importante que ocurrió en los días previos a este- Dijo el Rey aclarándose la garganta-. aparte del desembarco español en costas nacionales, el consejero real, que por muchos años sirvió al imperio Francés, fue descubierto traicionándonos, mandandole cartas a los Españoles, suponemos que también ha dicho nuestras estrategias defensa, y nuestro numero aproximado de tropas con las que contamos –
El rey saco de su bolsa que traía colgando unas cartas y se las dio a Esmée para que las leyera en voz alta.
- Rey español, tengo que pedirle asilo político, ya que fui descubierto y abandonado, en el castillo de Lyon, los príncipes, el rey y el ejercito lo mas seguro es que tomen el castillo que cruza por las veredas de los pueblos para ir reuniendo mas personas que se unan a su ejercito mientras llegan a París, espero que esta información les sea de utilidad-. Dijo Esmée, rompiendo la carta en dos partes-. Como es posible, confiaba en ese estúpido, es un traidor, ojala su muerte haya sido dolorosa.
- Nuestras sospechas fueron ciertas – Dijo Capeto con voz fuerte – Mi señor, ¿Que es lo que prosigue?, tenemos que actuar lo mas pronto posible
- Marcharemos hacia parís, ahí reuniremos a todos los ejércitos de las regiones del reino, y esperamos contar con el apoyo de la familia real inglesa, ya que su heredero al trono se casara con la princesa Esmée. – Reitero el Rey enérgicamente mientras se acariciaba la barba-.
- Perdón por interrumpir su majestad, quisiera añadir que localizamos y aprisionamos a una patrulla enemiga sondeando el terreno a pocos kilómetros de aquí -. Dijo Thomas-.
- De hecho, señores y majestad están siendo interrogados en la parte trasera del campamento, era una patrulla de 12 jinetes en formación de ave, como nuestras tácticas de infiltración. – Reitero el comandante -.
- Si, eso termina de confirmar la traición de nuestro consejero, ustedes pasan a formar parte del consejo real, junto con los príncipes, también es mi deber como Rey, presentarles a nuestro espía y sobrino mio, Thomas Faure- Dumont, su madre era mi hermana. – Dijo el Rey con un tono enérgico -.
- Oh por Dios, pensé que toda la familia de mi tía había muerto, papa. -Dijo la princesa Esmée un tanto emocionada -.
- El reino tiene sus secretos hija mía, con el tiempo aprenderás que es mejor así para que el enemigo no sospeche de tus planes – Dijo su majestad- y no solo eso hay secretos que es mejor tenerlos guardados, pero hoy tengo la necesidad de contar uno.
- Pense que entre la familia no había secretos – Murmuro Esmée en un tono de reproche –
- Ahorita no es momento para niñerías, Esmée -Dijo el Rey – Tengo algo importante que decirles, pasa a la jovencita Daphnee, Thomas.
Unos minutos antes, Thomas le había dado una vestimenta nueva, un vestido de la princesa Esmée y unos zapatos improvisados para que no se lastimaran sus pies descalzos, también le había dejado unos baldes de agua, que habían conseguido en un rio que estaba cerca al campamento.
Al entrar a la carpa, dio unos pasos intentando parecer una persona normal pero no pudo contener la pena y el miedo, desde el momento que entro todos los presentes se dieron cuenta de como sus mejillas se pusieron color rojo vivo, no sabia que era lo que le esperaba o para que había sido llamada ante el Rey, tenia miedo que las cartas que había encontrado en la taberna fueran mentira, o que fueran a colgarla para que no pudiera ser competencia de Esmée
- Anette, mi esposa tuvo dos hijas juntas, Esmée y Daphnee, sin embargo tuvimos que esconder a Daphnee por seguridad del reino - Dijo tajantemente el Rey - pero el destino a veces une las piezas de formas que uno no puede comprender.
Todo el mundo guardo silencio y calma, inclusive se veia la mirada del Rey clamando por una pregunta, pero nadie se atrevia a decir palabra alguna.
- Pero, ¿Por qué no me dijiste que tenia una hermana? -Dijo amelia rompiendo el silencio-.
- No es facil, solo capeto, Thomas y yo sabemos la verdad de lo que ocurrio la noche que tu mama fue arrancada de mis brazos-. Dijo el rey con lagrimas en los ojos.-
- ¿Papa no murio en un accidente de caza? – Refunfuño Esmèe -.
- No hija, es mas complicado aun, les contare la historia a su debido tiempo – Dijo el Rey con un suspiro- por mientras quiero que preparen sus cosas que aun no hemos llegado a Paris.
- Si su alteza en seguida levantamos el campamento – Dijo el general –
De esa manera empezaron los preparativos para seguir con su travesia a Paris, el esperar a Thomas los retraso unas horas y ya sentian que el ejercito enemigo les pisaba los talones.
Ya entrada la noche, empezaron su viaje, hacia la capital francesa, pero el camino que iban a tomar, era incierto ya que era el camino normal por el que se guiarian los españoles, gracias a las cartas de navegacion terrestre que le dio el consejero, los generales convencieron al Rey para avanzar por otro camino, ya que las veredas principales podrian estar ocupadas por las patrullas enemigas.
Avanzaron toda la noche, el Rey junto a sus hijos pero no se dirijieron palabra alguna, Daphnee por otro lado seguia con mucha incredulidad de lo que habia escuchado pocas horas antes, sobre su sangre real.
A las afueras de la ciudad de Borgoña se encuentra un bosque embrujado, dicen los juglares de la epoca que las personas que entraban salian locas o simplemente no salian, era habitado por hechiceros, brujas y hombres lobos, entre otras criaturas, sin embargo con la prisa que llevaban nadie se dio cuenta de las advertencias hasta muy adentro.
- Señor, le tengo una mala noticia – dijo uno de los guardias reales -. Creo que este es el bosque embrujado al que todo el mundo le tiene miedo
- Yo no creo en esas babosadas – Respondio el rey con un poco de incredulidad – yo nunca he visto nada, y si mal no recuerdo esto es parte de mi reino, apresuremos el paso, es una orden.
Mientras caminaban se empezaba a levantar una densa niebla, se podian ver las copas de los arboles totalmente secas, poco a poco comenzaron a escuchar murmullos y quejidos de dolor, como si estuvieran hiriendo a alguien una y otra vez , ya entrada la noch no se alcanzaba a vislumbrar la luna, derrepente comenzaron a aullar, no sabian si eran lobos o los seres mitologicos que habitaban el bosque, a pesar de los sonidos, a lo lejos se lograba escuchar al Rey dando ordenes "Hagan formacion de seguridad", "Protejan a los principes", "Arqueros formacion circular", los jinetes que estaban en la retaguardia empezaron a gritar "Hay alguien moviendose en los arbustos" , "Cuidado", "No veo absolutamente nada".
Algo desprendia un olor fetido mientras iban avanzando, bajaron la mirada y vieron cuerpos en avanzado estado de descomposicion, gritaban desesperados los jinetes de la retaguardia "Porque hay cuerpos aquí" "Eso no lo hacen los animales", "Algo se llevo a mi compañero" poco a poco fueron comidos por la espesa neblina.
Daphnee, logro llegar hasta donde estaba la princesa Esmée y tomar las riendas del asustado caballo que llevaba consigo a la sucesora del trono.
El caballo de la princesa reparo en dos patas y cayo Esmée golpeandose la cabeza quedando inconsciente. Daphnee trato de ayudarla y como pudo la subio al caballo, ella ya habia sido llevada a ese bosque por su supuesta familia adoptiva, estuvo ahí durante dos años, aprendio las veredas y cuevas tipicas de ese bosque, convivio con algunos de los mountruos y bestias que acechaban las aldeas cercanas.
Corre, rapido gritaba Daphnee a su caballo en un intento por tratar de huir de las acechanzas del enemigo, galoparon unos minutos perdiendo de vista a la guardia real y a su propia familia, la princesa aun inconsiente, Daphnee tenia miedo de lo que fuera a pasar cuando se despertara, en sus pensamientos solo estaba que iba a ser colgada por traicion.
Encontro un refugio en el cual pudieron meterse con todo y caballo, una cueva de unos pocos metros de alto y de ancho por igual, todos los caballos reales iban equipados con morrales a los lados, con provisiones y mantas cubiertas de piel por arriba y lana por abajo, improviso una cama y se recostaron para poder calmar los nervios que tenian por haber abandonado al rey y a los principes a su suerte.
No se porque la salve se repetia una y otra vez en la cabeza Daphnee, debi de haberla dejado morir, como ellos me dejaron en una taberna a mi, eran los pensamientos mas recurrentes que tenia en ese momento, sin darse cuenta cayo rendida.
- Despierta- Grito Esmée – Que te levantes, ¿Dónde estamos?
- En una cueva casi a las afueras del bosque – Murmuro Daphnee en tono burlon – Te caiste porque fuimos atacados por las bestias que habitan aquí.
- ¿Y mi familia?
- Probablemente muerta, o lisiada que se yo.
- Regresare a buscarla – Refunfuño Esmée -.
- Si para que asi no quede nada de la familia Faure Dumont y poder yo gobernar agusto – grito ella con tono melodramatico – Recuerdas nuestro gran parecido.
Sin pensarlo Esmée intento subir en el caballo, pero un dolor intenso del lado derecho del pecho le impidio hacerlo y cayo al suelo, revolcandose de dolor.
- ¿Qué tienes? – Dijo Daphnee con incredulidad sobre la escena que veia – Ya levantate, era broma, no me hagas esto, ahora si sere ejecutada.
Esmée no podia respirar sentia que le faltaba el aire, y se estaba poniendo palida, como si estuviera a punto de morir.
- No me hagas esto, Esmée, levantate – Dijo Daphnee- Te voy a llevar con una persona para que te ayude
Lagrimas rodaban por las mejillas de Esmée por el dolor que sentia, no queria morir, y su cara de desesperacion revelaba esa verdad. Se desmayo de nuevo. Ya arriba del caballo se dirigio hacia el oeste a ver a una persona que estaba a pocas millas de distancia a ver si podia hacer algo por su hermana gemela.
Pasaron varios minutos hasta que llego a una choza totalmente de madera y techo de paja, no tenia puerta y solo tenia un hueco que simulaba una ventana. Entro sin el consentimiento del dueño a la choza.
- Ya te estaba esperando – dijo el hechicero – ¿Porque habeis tardado tanto?
- ¿Esperando? – Pregunto con incredulidad -.
- Si, a ti y a tu hermana. – Contesto el brujo -.
- No sabia que teniamos que venir
- Si, le dije a tu madre que a la edad de 15 años antes de la luna llena tenian que venir las dos – Contesto enojado el brujo – Y llegaron unas horas tarde, hoy cumplen 15 años.
- Nuestra madre esta muerta – Respondio de golpe Esmée- Y yo cumplo años a finales del tiempo de cosecha.
Aunque ya tenian el calendario gregoriano, Daphnee desconocia sobre dias, meses y años, se guiaba conforme a las estaciones de cosecha y siembra porque crecio en ese ambiente.
- No importa sabia que algo asi podia pasar -Contesto el brujo un poco decepcionado- Tu madre era una iniciada en las artes ocultas, sin embargo ella nunca quiso esto para su vida por mas que yo le pedia que las trajera conmigo, ella se negaba a que siguieran sus pasos pero miranos aquí, el destino a veces a comoda las cosas en su lugar.
- Yo recuerdo a mi madre, la persona que estuvo conmigo desde que tengo memoria, que me traia aquí, y me dijo que usted era un curandero por eso he venido, para que salve a mi hermana– Dijo con enfado daphnee-.
- Lo se, acuestala aca, encima de la cama – Replico el brujo- Ella nacio con el corazon debil, le voy a dar de beber sangre de vibora con un poco de esta hierba llamada dactilea.
Saco de entre sus cosas, una olla de hierro fundido, puso agua a hervir, y virtio la sangre mezclandola con la hierba, hasta que desprendia un aroma, dulce, Daphnee no sabia porque percibia ese aroma, ya que solo eran dos ingredientes bastante fuera de lo ordinario.
Al cabo de unos minutos, tomo un vaso de madera y lo sumergio en la olla con la pocima, tomo un poco y se lo dio a beber a Esmée, temia Daphnee lo peor, ser colgada por secuestrar a la hija del Rey si no regresaba con ella viva, pero tambien estaba pensativa porque llevaba varias horas sin saber nada de la guardia real ni de su verdadera familia.
- En cuanto tiempo despierta -Dijo Daphnee, tratando de calcular el tiempo para retomar el camino a Paris- Tenemos que irnos urgente.
- Te la puedes llevar asi- Respondio el brujo- Pero tengo una carta para ti de parte de la señora que te crio y fungio como tu madre.
- No me interesa – Contesto Daphnee con desprecio hacia todo la informacion que necesitaba ser asimilada -.
Sin darse cuenta el brujo puso la carta en su morral del caballo y preparo las cosas para que ambas jovencitas se marcharan con destino a Paris, aun sin saber nada sobre la familia Real, Esmée recostada en el caballo, parecia que era la unica que disfrutaba de la larga travesia,
Unas cuantas horas pasaron cabalgando hasta que a lo lejos se veia un pequeño grupo de hombres, no tenian bandera, se apreciaban en un estado de decadencia, sin caballos y con algunas armaduras rotas, Daphnee los fue siguiendo a una distancia segura durante un par de millas, al verse descubierta, tuvo que darles alcance y fue recibido por Thomas, quien dio la orden de apresarla en cuanto llegara.
- Detente ahí traidora – Le dijo a Daphnee, ordenandole a los guardias reales que sobraban que la detuviera- Llevensela y ayudenle a Esmée.
- ¿Qué es lo que ha pasado?, Eran mas de mil soldados, y ahora solo un par de cientos – Replico Daphnee
- No te interesa, porque la princesa esta inconsiente, tienes que hablar traidora, ¿Dónde estabas con la princesa?
- No soy ninguna traidora, estaba ayudando a mi hermana – Dijo Daphnee tratando de suavizar la situacion- Exijo hablar con el Rey.
- El rey no puede atenderte en estos momentos – Dijo Thomas – Paremos a descansar.
Esmée empezo a recobrar la conciencia, poco a poco, despues de unos cuantos minutos de haberse detenido a tomar un respiro, miraba a todos lados como si estuviera buscando en el cielo a tantas preguntas que tenia en su cabeza, se levanto y trato de dar dos pasos tambaleandose, pero no pudo, y se agarro de un palo que sostenia la choza de acampar, ahí estaba tambien atada de pies y manos Daphnee, quien intento no cruzar palabra alguna con ella pero no lo logro.
- Daphnee, ¿Dónde estamos? – Pregunto Esmée con voz temblorosa pensando lo peor- Nos tienen nuestros enemigos, verdad.
- No, creo que ellos nos tratarian mas sutilmente, estamos con los tuyos pero a mi me tratan de traidora – Contesto Daphnee-. Pedi hablar con el Rey, pero me negaron audiencia.
- No te preocupes ahorita que vea a mi papa, arreglaremos esta situacion – Replico Esmée- Es mas Thomas tendra que responder por esto, ya que tmbien eres sangre real
Esmée aunque era fria en esos momentos por dentro estaba agradecida de que le salvo la vida, ya no sentia ese dolor en el pecho que la doblegaba y empezaba a tener mas agudeza mental de la habitual, estaba despertando.
- Yo no te dije que Thomas fue el que me aprisiono- Dijo Daphnee con un poco de miedo-.
- Lo se, pero lo que no se es porque siento que entiendo cosas que antes no entendia, siento tu frustracion e impotencia, tambien siento tu miedo – Dijo Esmée buscando las palabras correctas de sus emociones -.
- Claro que si tengo miedo me van a colgar por traicion – Dijo Daphnee
Sin hacerle tanto caso a su hermana, Esmée salio corriendo a buscar a Thomas, todos los militares estaban con caras largas y con una moral por los suelos, ella preocupada por lo que habia pasado intentaba sacar preguntas sobre la situacion pero nadie le contestaba, hasta que a lo lejos diviso a Thomas y gritandole intento llamar su atencion
- Thomas, te he estado buscando por todos lados – Dijo Esmée casi sin aliento- ¿Que paso y nuestro ejercito?
- Tengo algo que contarte, es algo muy dificil que sucedió mientras no estabas- Dijo Thomas con lagrimas en los ojos – El Rey...
- No lo digas Thomas – Lo interrumpio Esmée llorando- Mi papa ha muerto verdad
- Si – Dijo thomas llorando de frustracion por no haber podido salvar a su tio-. tu eres la siguiente, no por linea sucesoria, pero tu hermano Adam esta muy afectado, y tu pequeña hermana Amelia esta desaparecida, Mattias fue llevado con heridas a paris en un caballo acompañado con una cuadrilla de jinetes, yo estaba buscandote con los pocos hombres que me quedan, la familia de tio capeto logro escapar y regresaron a buscar ayuda, llegan en un par de dias a Paris.
Esmée no podia creer lo que escuchaba, pero tenia que tomar la decision correcta, ya que para esto se habia preparado toda la vida.
- Reune a todos los soldados que tenemos – Dijo Esmée intentando sonar fuerte y energica – Hablare con ellos
- ¿Estas segura Reina? – Pregunto Thomas- Tu padre antes de morir dio la orden de encarcelar a Daphnee porque pensamos que te habia secuestrado.
- Si estoy segura – Contesto Esmée tratando de disimular su molesta por el nuevo titulo que ostenta- Reune a todos los soldados tengo que hablar con ellos.
Thomas llamo a todos los soldados que sobraban incluso los que estaban de guardia, para reunirse alrededor de ella.
Esmée con varios moretenos en la cara, y todavia dolor en la espalda por el golpe que se propicio al caer del caballo, empezo su discurso.
- Quiero informarles que mi padre ha muerto-. Dijo Esmée tratando de ser valiente y no derramar lagrima-. Han hecho buen trabajo, al cumplir su mision como guerreros del reino, lograron proteger a mis hermanos y todos nosotros estamos vivos gracias a su valentia, no se dejaron vencer por el miedo que a todos nos aprisiono estando dentro del bosque, les pedire una encomienda mas, los que no esten heridos llegando a paris se reportaran con su comandante de cada seccion y los civiles que nos acompañan se iran a las barracas de entrenamiento, lamentablemente perdimos muchos hombres, pero murieron como todo unos guerreros, con honor y gloria, eso seria todo, rompan filas, y marchemos a paris.