- Es increible lo que ha pasado con la princesa fuera del castillo, el Rey queriendo fusilarme y todo por haber ido a buscar bebidas para los principes. No debi dejar sola a la princesa- tono melancolico- pero no puedo decir nada porque yo solo obedecia las ordenes del principe Adam, que triste me siento, por mi culpa algo malo le pudo haber pasado a la princesa. – Penso la niñera mientras le escurrian unas lagrimas -.
Al fin llega la princesa Esmée, por el viaje tan agitado que tuvo que hacer, la princesa era toda una guerrera, aunque todavia le faltaba pulir varias cosas para poder ser reina, parecia no sentir dolor del accidente de la mañana.
- Princesa, ¡nos alegra mucho que haya vuelto con bien¡ - Dijo la niñera tragando saliva-. su padre estaba desesperado y preocupado, la buscaron por todos lados, ¿Dónde estaba?
-Te lo agradezco, estoy bien, pero ahora, necesito hablar urgentemente con mi padre y el consejo real, por favor organiza inmediatamente una reunion, mientras me voy a cambiar, estoy hecha un desastre.- ordeno la princesa, con un tono fuerte y energico-.
Algo en ella estaba cambiando, nunca se habia interesado por temas de politica y militares, derrepente ella se interesa por hablar directamente con el consejo, algo esta pasando – Penso la niñera mientras acomodaba el cabello de la princesa-
- Como ordene princesa.
Al llegar a su alcoba la esperaban sus hermanos para preguntarle sobre la encomienda que le habia hecho el principe Adam.
¿Qué paso hermanita, porque tardaste tanto? – Dijo Adam burlandose de ella, por el tiempo que le habia tomado regresar al castillo - es un viaje de maximo un par de horas.
- Deja a mi hermana ¿estas ciego? – Dijo mattias - ¿No ves que mi hermana esta herida? Y todo por tu culpa
- yo solo le propuse un reto y claramente ella acepto, aparte ella no nos ha dicho que le paso, como para llegar toda ensangrentada de las rodillas.
- Me cai del caballo, por no haber visto una rama en el camino, pero no te preocupes Mattias, se perfectamente que Adam quiere el trono y esperaba que yo no regresara para poder tomar posesion de él – Contesto Esmée tratando de ser amable - sin embargo tengo asuntos mas importantes que atender en este momento, que discutir contigo hermanito.
Los dos hermanos se salieron, Adam iba furioso porque no habia conseguido su cometido y ya se habia enterado que por primera vez la princesa iba a dirigirse directamente al consejo real en un asunto politico-militar, aunque Esmée aun no habia revelado detalles sobre el tema que iba a abordar.
Mientras tanto en los aposentos de la princesa, la niñera entra a informarle que la reunion estaba por empezar, solo la estaban esperando.
- Todos estan reunidos en el salon principal, como usted lo pidio princesa.
- Perfecto enseguida voy.
En el salon principal adornaban los cuadros del rey Luca I, una vista esplendorosa en direccion a la silla del rey, habia material de estrategia como mapas, figuras asemejando las tropas, entre otras cosas mas. La mesa estaba puesta con vajillas de oro, vino, agua, tambien habia un gran banquete que abarcaba desde las mejores frutas hasta las carnes mas exquisitas, en una mesa para 18 personas hecha de roble y sillas de finas pieles. Al llegar la princesa vio el gran banquete que el rey le habia preparado, sin embargo, no tenia apetito, lo que habia visto en el mar la habia dejado atonita y preocupada.
- Rey y consejo real, me alegra que hayan llegado de inmediato a esta reunion, me dirijo a ustedes por primera vez, como sabran desde muy chica mi papa me ha preparado en las artes de la guerra, estrategia- Dijo Esmée tratando de disimular su nerviosismo por dirigirse por vez primera al consejo real- he tomado cursos sobre escritura y lengua con diferentes maestros de los mas reconditos confines del imperio, es por eso que me dirijo a ustedes con gran preocupácion
- Pero primero dime ¿Dónde estabas? – Dijo el Rey interrumpiendo a la princesa de golpe -. todo mundo estaba muy preocupado por ti, sobre todo yo. Debes entender que tienes muchas responsabilidades y obligaciones, no puedes ser tan irresponsable como para irte sin avisar, aunque aun seas una jovencita debes ser mas responsable.
- Estuve en la playa cumpliendo un reto de Adam, pero si no hubiera ido no habia podido darme cuenta de lo que les contare a continuacion, disculpen haberlos preocupado y por su puesto se que debo de asumir las responsabilidades sucesorias.
- Esmée, no debes caer en los engaños de tu hermano, eres la futura reina de Francia tienes asuntos que atender en vez de demostrar algo que ya eres, ademas sabes que contrairas nupcias a los 15 años con el principe Iker por el bien del nuestro y faltan varios detalles para esa union.
- Lo se padre y como sucesora tengo algo importante que decirles, fui al mar, todo estaba tranquilo, y me quede un rato contemplando la inmensidad del oceano que tenemos en estas tierras y al subir al caballo para dirigirme al castillo, observe que a lo lejos se encontraban unos barcos que ondeaban la bandera de nuestros enemigos españoles.
- ¿No existe la posibilidad de que estes equivocada?, es mas ¿como sabes que son enemigos?, Recuerda que tenemos muchos aliados que desembarcan en nuestras costas para dejar mercancias.
- Papa tienes bitacoras en donde he podido ver el tiempo que duro la guerra, nuestros aliados y enemigos, ahí fueron plasmadas las banderas de cada imperio, con el que hemos tenido problemas.
- Mi señor, opino que salgan inmediatamente a Paris, ahí estara mejor protegido con todo nuestro ejercito, es el mejor lugar para resguardarse mientras investigamos la informacion proporcionada por la princesa.
- Esta bien, manden a la patrulla a investigar que esta pasando en nuestra costa, mientras nosotros nos preparamos para salir, guardia, digale a mis hijos y a sus niñeras que preparen sus valijas, debemos viajar ligeros y que alguien prepare a nuestros caballos- Exclamo el rey-
- Si señor – Contesto enseguida el guardia real dirigiendose hacia la puerta.
- Llamen a todos los señores de mis tierras, que preparen a sus ejercitos por si la guerra esta cerca, tendremos que defender la soberania de nuestro pais.
- Si señor enseguida envio una paloma a todos sus señores -Contesto el consejero-.
Todo mundo estaba corriendo por los pasillos del castillo, mientras los principes se encontraban en sus aposentos en compañía de algunos subditos que los ayudaban a preparar su equipaje.
Mientras tanto el consejero, corrio rumbo a su alcoba para escribir una carta de emergencia al Rey Español.
En donde redactaba que habian sido descubiertos por la princesa Esmée, desembarcando en las costas, asi que saldrian con premura hacia el centro de Francia.
De la alcoba del rey habia una escalera escondida debajo del escritorio de madera de roble con acabados lujosos que llegaba al sotano real en donde se estaban preparando los caballeros, poniendose sus armaduras, sus petos, cascos, afilando sus lanzas, flechas y demas armas para poder proteger con valor a la familia Faure-dumont.
Despues de unos minutos por las escaleras se vislumbro una luz producto del fuego de una antorcha, en donde encabezaba la caminata el consejero real seguido por los principes y el rey, con algunos guardias al final de la caravana.
- Los caballeros iran a los lados, los generales, el consejo real y yo iremos detrás para la proteccion de mis hijos quienes iran en medio resguardados – Grito el rey tratando de crear una estrategia de acorde a lo que necesitaban para salvaguardar la vida de los principes- en la parte de adelante quiero media compañia de piqueros y en la parte de atrás arqueros montados.
- Mi señor si llevamos piqueros nos atrasaremos mucho – Recomendo el consejero -. mejor que vayan como compañoa alterna, en la segunda carga con los jinetes y tiradores.
- Tienes razon, entonces asi quedara.
-: Mi señor, protegeremos el reino con valentia y honor -Grito el general-
- Consejero ¿Ya mandaste a la patrulla? – Pregunto el rey
- Si, señor ya deben estar llegando a la playa
- ¡Señores lucharemos con honor como hasta ahora lo hemos hecho, es hora de partir, EN MARCHA! – Grito el Rey
Y asi fue como la familia Faure-Dumont partio rumbo a Paris, resguardados por el ejercito real, ya que el Rey jamas permitiria que le ocurriera algo grave a los principes, quienes eran fruto del amor que se tuvieron la reina Annette y él, antes de su tragica muerte.