Daniel acompaño a Selenne hasta la mansión Norfolk en la capital, donde ella vivía después de haber sido comprometida con Daniel, las tierras dominadas por el Conde Camilo Norfolk eran al sur-este, era una tierra que no era muy prospera ni muy pobre, pero se utilizaba como lugar de defensa contra los ataques de el Reino Nubes Ilimitadas.
Después de ser establecido en esta tierra el bisabuelo de Camilo, se encargaron de hacer espacios para la agricultura y la ganadería, al estar cerca del mar la mitad de los residentes eran pescadores.
Al Reino de las Nubes Ilimitadas no le iba tan bien en la gestión de los territorios cercanos al mar, el lado que manejaban normalmente estaba lleno de rocas filosas y acantilados donde si alguna bestia caía difícilmente podría sobrevivir, salvo por las bestias voladoras que eran solo 1/3.
Solo las bestias terrestres podrían sobrevivir si fueran bestias santas, que eran las bestias que podían transformarse en formas humanoides después de llegar al nivel máximo de las bestias sin pasar la tribulación celestial o ser bestias caóticas, por eso los territorios que estaban junto al mar tenían muchas bestias voladoras.
"¿Ya sabias sobre mi abuela?"
Frente a las puertas de hierro bellamente decoradas con el símbolo de la gaviota, Daniel le pregunto a Selenne con curiosidad, ella después de escuchar su pregunta lo miro a los ojos mientras se mordía el labio.
"Si, mis Padres me informaron que ella califica a las futuras esposas de sus nietos..."
"Suspiro... como tenemos poco tiempo antes de que te vallas con ella vendré todos los días después para que podamos pasar tiempo juntos"
Selenne lo miro con una sonrisa satisfecha "ok", revisando que no hubiera nadie en los alrededores, abrazo el cuello de Daniel mientras lo besaba.
"Entonces te esperare mañana para que podamos salir"
Viendo a Selenne entrar en la mansión, Daniel se lleno de pensamientos sobre que hacer en los siguientes días mientras esperaba a que ella entrara.
Decidió por hacer algunas cosas mientras caminaba de regreso al castillo, cuando volvió en si estaba parado frente a la puerta de la habitación de Elise.
Sintiendo que era hora de saber más sobre lo que le paso Daniel toco la puerta.