Amaya que era abrazada por León, estaba en un nuevo nivel de felicidad, el calor corporal de su amada la hacía sentirse cálida y segura.
-"Eres tan hermosa"
Un corriente eléctrico paso por todo el cuerpo de Amaya, cuando León le susurro al oído y su aliento golpeo su oreja, él estaba tan cerca de ella y su ropa era tan delgada, que ella podía sentir como algo duro comenzaba a presionar su trasero, un sonrojo comenzó a aparecer en su cara y se expandía por su cuello.
-"le-León, cre-creo que hace calor."
No era la primera vez que León la abrazaba por la espalda, siempre la abrazaba cuando cocinaba, y le refregaba su polla en su trasero, pero ahora era diferente, ahora ambos estaban a solas en su habitación, y ella llevaba solo su ropa para dormir, debajo de eso, estaba completamente desnuda.
León corrió el cabello de su amada hacia un lado, y pudo ver un leve sonrojo en la nuca. Con una sonrisa lujuriosa, le dio en beso.
-"¡hhyyyyy!"
Amaya dio un pequeño grito y sobresalto, no estaba preparada mentalmente para nada de lo que estaba sucediendo, además su cuerpo se calentaba cada vez más debido a la vergüenza y la lujuria que comenzaba a aparecer en ella.
Amaya era una chica muy pura por así decirlo, y a diferencia de sus otras hermanas o de las gemelas, tenía casi cero idea de como se complacía un hombre, claro que tenía la teoría o la charla, pero ella nunca vio los videos hentai protagonizados por León con sus sirvientas.
El grupo de sirvientas pensó que era buena idea grabar sus noches de placer con León, para tenerlas para sus días de soledad, ya que no siempre les tocaba, y cuando les tocaba noche de placer, tenían que compartirla con las demás, eso provocaba que esas noches fueran una batalla campal para tener la mayor cantidad de polla posible. Además de que se grabó como material educativo para las próximas sirvientas
Volviendo con Amaya, ella nunca vio esos videos, ella pensaba que eso era para mujeres pervertidas, y ella no lo era. Amaya no veía el sexo como algo para colmarse de placer, sino como la muestra más grande de cariño que se pueden dar dos amantes, ya que de ese acto nacen los niños.
-"Sientes eso Amaya, eso que empuja tu trasero, es mi deseo de comerte, y hacerte mía."
-"¿Tu-tuya?."
León no respondió, en cambio levanto su mano y fue directo al pecho de Amaya, sus habilidosos dedos sacaron uno de los botones, pero no se detuvo con eso, incluso sin ver su mano siguió bajando y saco el segundo botón, la blusa se abrió y las rosadas aureolas de Amaya eran visibles.
-"¡Nyaaa!"
Amaya gritó cuando una de las manos de León amaso uno de sus pezones, ella no sabía que era ese sentimiento, era como comer comida picante, dolía, pero mejoraba el sabor.
-"Tu voz es tan eroticé Anaya, ¿quieres seducirme?"
-"¿¡hm¡?, es tu culpa, por hacer cosas tan repentinas."
León sonrió, y saco otro botón, dejando al descubierto las tetas de Amaya, eran tan grandes y redondas, no sorprendería que tuviera dolor de espalda todos los días, por tener tales orbes gemelos.
León quito la parte superior del pijama de Amaya, y dejando su torso desnudo, sus hombros blancos que tenían un poco de rubor, se veían tan apetitosos que León les dio un mordisco, eso le hizo pensar si pronto ganaría otro fetiche raro.
-"¡Uuuhhmm!"
Amaya gritó un poco sorprendida y asustada, era primera vez que la mordían, miro hacia atrás al culpable, y le hizo un puchero, que dejo a León más caliente que antes.
León volvió a abrazar a Amaya y los lanzo a ambos hacia atrás, dieron un pequeño rebote en el colchón antes de que León esta vez se diera vuelta y dejara a Amaya abajo de él, su polla se refregaba en ese trasero tan gordo y redondo.
-"Amaya, tú que eres cocinera, ¿sabes cuál es la parte más sabrosa de una mujer?"
-"¿eh?, yo, eh, mmm, ¿la boca?"
-"Podría ser, pero el sabor de una mujer varia, no siempre es el mismo, algunas tienes el pecho más delicioso, otras la boca, y algunas su lindo y rosada vagina, así que tendremos que hacer unas pruebas para saber cuál es la mejor parte de tu cuerpo."
Amaya estaba dudosa, ¿hacer pruebas?, ¿como serán?, como serán pensaba ella, que todavía era muy inocente, y no sabía que estaba en la boca del depredador.
León tomó el pantalón de Amaya, que se encontraba boca abajo, y se los quito, cuando lo hizo, un culo que dejaría a cualquier hombre con la boca abierta y la baba corriendo quedo al descubierto, este tenía forma de corazón.
-"Que hermoso" Dijo León para sí mismo, pensaba que había encontrado un oasis, y como hombre sediento en un desierto, hundió toda su cara en el trasero de Amaya, que grito nuevamente, hoy era el día que más sorpresas León le había dado.
-"¡Nyaaaa, qu-qu-que haces León!"
-"Catando la comida."
-"¡Uuuhhhm, nyyaa, es-esperaaaaa"
León paso su lengua por las nalgas de Amaya, lentamente la pasaba hasta que llego a la línea divisora, donde se encuentra el ano.
-"Qu-que haces, ese ¡lugaaaarrrrrrrr! "
La legua de León jugueteo por fuera del ano de Amaya, dejándola aturdida y sorprendida, nunca pensó que tocarían ese lugar. León dejo el ano de Amaya tranquilo, y le dio una mordida a unos de sus cachetes, leon tenía que admitir que eran una sensación placentera sentir esa carne en su boca.
Amaya cerraba los ojos y levantaba su trasero, ella intentaba comprender el sentimiento que le generaba ser lamida, era incómodo pero bueno. León notó que Amaya estaba comenzado a disfrutar, así que bajo al plato principal, el coño al nutual de Amaya, no tenía bellos, y era muy rosado, León beso el coño por fuera, antes de introducir su lengua muy despacio, no se apresuró, quería saborear lentamente la carne que envolvía su lengua.
-"Uummm, León, sé siente raro, ¡ahh!" Dijo Amaya que sentía un hormigueo dentro de ella.
-"y se sentirá mejor"
"Slurp, slurp," aum, León no dejaba de besar y tragar jugos deliciosos.
-"¡Aaaaaaaaaaah!
Un calor muy cómodo y placentero subió del coño hasta el ombligo de Amaya, León que estaba en el coño, lo abrió y con su legua comenzó a jugar con el clítoris.
Siendo la primera vez que León ingresaba al coño de Anaya, sintió un sabor a frutilla que era dulce y jugoso, León no aguanto y entro con más fuerza, hasta donde pudiera, sus labios no paraban de besarse con los labios inferiros de amia, y su alguna no paraba de pelear con el clítoris.
Amaya que por primera vez tenía algo dentro de su virginal coño, estaba en el cielo, nunca pensó que tener algo dentro de ella, la haría sentir tan bien y asustada, era un sentimiento tan complicado, que ella no podía describir correctamente.
-"Le-le-León, me siento caliente, y me pica, es raro, Nyaaaa!"
León estaba un poco incómodo, así que se dio vuelta y se acostó en la cama boca arriba, tomo el trasero de Amaya y la obligo a sentarse sobre su cara, y reanudo su ataque, ahora más rápido y fuerte que antes, aplicó todas sus técnicas aprendidas a lo largo de los años.
-"¡ahhh...., umm..., nyaaaa, si León, es raro pero bueno..., um..., si, a la derecha!"
Amaya no paraba de gemir y hablar, indicándole a León que lugar era el más sensible, y por ende el que más placer le generaba. León no decepcionó, y ataco sin parar, labios mayores, labios menores, clítoris, y con cada lambida el líquido que soltaba el coño de Anaya comenzaba a aumentar, lubricando cada vez más, preparándose para ser penetrada.
-"¡AHHHHHHHHHHH!"
La cabeza de León fue aperada por dos muslos gorditos y carnosos, tenía que admitir que era el cielo, nada mejor que morir asfixiado por muslos. Amaya no solo apretaba los muslos, se agarraba de las sabanas y escondía su cara en ellas, para amortiguar sus gemidos, por dentro le daba vergüenza que alguien afuera la escuchara gritar.
-"Ha,ha, León, fue, ¿bueno?" Dijo Amaya dulcemente, luego de volver del orgasmo.
-"¿Y por qué me preguntas?"
-"No lo sé, es primera vez que siento algo parecido"
Y León que recién iniciaba, sonrió y se dio vuelta otra vez, tomando a Amaya de sus muslos y la dejo boca a arriba sobre la cama, en su mano apareció una crema batida, y en la otra unas frutillas.
-"Es hora postre, Amaya."
-"¿Postré?"
Amaya no tenía idea de lo que estaba pasando, lo único que tenía claro, que hoy tomarían su primera vez, y eso pasaría, pero antes León jugaría un rato, quería que esta mujer que espero 16 años para ser profanada, disfrutara cada momento y recordara este día para siempre.
Leon uso la crema para batir en los pechos de Amaya, "pchpchc", sonó el sonido de la crema vertiéndose en los pezones de Amaya, luego fue al otro y también le esparció crema, Amaya que estaba mirando el techo, sentía un frío agradable en cada unos de sus pezones, así que miro y se dio cuenta de que tenía crema, y no solo eso, León llevaba dos frutillas, y las puso una en cada pezón con crema.
-"¿No crees que es tarde para que comas dulces?" Dijo Amaya preocupada.
-"Tenemos que hacer sacrificio a veces." Dijo León con pesar, Amaya arrugo las cejas, no le creía en absoluto,
"AUM", "AUM", dos mordidas y la mitad de la crema desapareció, "aum", otra mordida y León se comió la frutilla, no se detuvo con eso, siguió comiéndose la crema hasta que el pezón era visible. Una de sus manos se acercó a esa gran pecho, y lo agarro con firmeza, mientras usaba su boca para morderlo y su lengua para saborearlo.
-"¡ahh, ummm!, León, no muerdas." Amaya gemía de placer, hasta que León la mordió, y le dio un suave golpecito a en la cabeza, reclamándole.
-"No puedo parar, eres tan deliciosa y gourmet, el mejor postre que probé hasta ahora, tu coño sabe dulce, con un toque de frutilla, tus pezones saben a limón, y son tan chiclosos, no puedo dejar de morderlos.
Amaya se dio cuenta de que literalmente era el postre, pero no le importaba, estaba feliz de que León alabara su cuerpo, y dijera que era sabroso y hermoso.
León no se detuvo, y siguió mordiéndolos, pero ahora más suave, esperando que Amaya se acostumbrara.
Luego de unos minutos de probar una de las tetas de Amaya, paso a la siguiente, "AUM", una mordida profunda, sacando toda la crema y la frutilla de una.
POV Leon.
Me comí la frutilla, estaba desesperado por probar el otro pecho, y no me decepciono, mismo sabor, y textura, un plato refinado para un paladar refinado.
-"¡AAAH, UUUHHM MMM!, mouuu, más despacio, umm, leon"
Sus gemidos eran música para mis oídos, y solo mejoraban el sabor del plato, no podía aguantar más, quería el plato principal, mi mano libre bajaba lentamente por su abdomen, era tan plano y suave, su piel era la de un ángel recién nacido, aunque nunca toque uno, pero se entiende la idea.
Cuando llegue al final, pude sentir una abertura, y no dude en entrar en ella, unos gemidos que subieron de tono, salieron cuando entre, ella tiraba su cabeza hacia atrás y cerraba los ojos, se mordía los labios, al parecer no quería gritar muy fuerte, pero eso no bastaba, sus gritos solo aumentaban, no le quedo más que tomar la sabana que estaba entre sus dedos y la llevo a su boca.
Deje de morder y saborear esos pechos, y me alce hacia su cara, le quite la sabana de la boca, tome su barbilla y la bese con cariño, nuestras lenguas comenzaron una batalla, sus manos agarran mi cabello y lo revolvían, sus piernas no paraban de acariciar las mías, eran tan suaves y tersas.
Mientras la besaba, mi polla golpeaba cerca de su jardín secreto, Amaya seguro podía sentirla, ya que su cara se ponía cada vez más roja, y su respiración errática.
Una de mis manos se movió hacia la pierna de Amaya, la tome y la lleve hacia mi hombro, era bastante flexible, pudo mantener una pierna en mi hombro y otra recta sin problemas.
-"ha, ha, prepárate" Le dije entre jadeos, sus besos me dejaron si aire.
-"Para, ha, ha, que, MMMMM"
La bese nuevamente, y la penetre lenemente, entre por ese coño virgen por primera vez, tengo que admitir que las mujeres vírgenes tiene su encanto, más su coño que es tan apretado y caliente. UFFF, que delicia, iba entrando y abriendo sus paredes interés, los juegos previos la dejaron muy lubricaban y hacían fácil mi acceso, otros centímetros más, y una capa un poco dura evito que mi avance, presione un poco más fuerte, y rompí su himen, no todas mis chicas tenían, algunas eran tan activas que lo rompieron cuando se ejercitaban, o en batalla.
-"¡MMMMMMMMMMM!"
Los ojos de Amaya se abrieron de golpe, al parecer le había dolido un poco, nada que un beso y un movimiento de cintura no opaque. Detenerme en estos momentos no era opción, moví mis caderas, adelante hacia atrás con delicadeza y cariño, si paraba ahora solo le dolería más, era mejor seguir y que el placer la dominara lentamente.
Deje de jugar con sus labios, y comencé a besar su barbilla, y beso a beso, bajaba con tranquilidad por su cuello, las piernas de Amaya que estaba en mi hombro bajo, y ambas piernas se enrollaron en mi cintura, esa posición ayudaba a profundizar todavía más la penetración.
"Pa, pa, pa, splash, splash", cada vez me movía más rápido, y polla entraba y salía hasta la mitad, algunos líquidos salían en cada penetrada.
-"¡Si, si, si, ahhh, mmm, no pares!" Grito Amaya, una de sus manos estaba todavía en mi pelo, y otra la usaba para a sujetar mi espalda.
No podía negarme a sus deseos, y seguí embistiéndola, mis manos apretaban con fuerza ambas tetas, era tan suaves y redondas, mis labios seguían besando su cuello, que era blanco como la nieve, echo su cabeza hacia atrás, chocando contra el colchón, en esta posición no podía ver sus ojos, pero más que seguro que estaban cerrados del placer.
Sus manos agarraron mi cabeza y la presionaron contra su pecho, sus piernas me apretaban cada vez más fuerte a mi cintura y su coño comenzaba a exprimir mi polla, el sudor corría en ambos cuerpos y combinaba generando un olor muy erótico, que inundaba la habitación.
-"Aaaaaaaaaaahhh." Amaya gimió con fuerza, había llegado a su segundo orgasmo de la noche.
Me quede mirándola como arqueaba su espalda y mordía sus labios, en su cuello había varios chupones, y en sus pechos varias marcas de mis dientes, marcas que eran testigo de lo cachondo que estábamos.
-"¿Estás bien?" Le, pregunte, claro que si hubiera sido otra mujer la hubiera reventado hasta el final, y la hubiera dejado inconsciente, pero Amaya no es de esas chicas que le agradaría esa manera tan brusca de tener relaciones.
-"Ha, yo, dame, un segundo, ha." Logro responder entre jadeos.
Amaya me miraba con afecto más que lujuria, todavía era una chica inocente, pero incluso una chica inocente quiere probar cosas nuevas e interesantes.
-"¿Estas lista?"
-"Creo que no puedo seguir, creo que moriré si usas más mi cuerpo inferior" Me dijo un poco apenada, pero rápidamente una mirada que ardía de pasión apareció en su rostro. -"Pero eso no significa que esto termino."
-"Ya sabes como me gusta cocinar y he probado muchos sabores, pero todavía falta uno que me tiene con mucha curiosidad, ya que todos dicen que es muy sabroso."
-"Y ese sabor seria."
-"Tu semen. Dijo Amaya sin una pizca de vergüenza, cuando se habla de comida, esta chica no se detiene.
Tenía un brillo en sus ojos, estaba curiosas por saber el sabor de mi semen, esta chica adora probar sabores nuevos, es su deseo como cocinera, me pregunto que tan buena cocinera es comparada a las chicas de anime de cocina, si un día voy, la llevaré sin duda, eso abrirá sus muchas posibilidades para ella, además de hacerla feliz.
Me senté al borde de la cama, mientras Amaya se levantaba y mostraba todo su glorioso cuerpo desnudo, afrodita lloraría al ver semejante mujer, tenía tantas curvas y bien definidas, no como las mal proporcionadas de las chicas Hentai, uff, esas chicas de son bastante desproporcionadas algunas, y en vez de calentarte, te aburren, bueno esa es mi opinión personal, cada uno con sus fetiches.
Volviendo con Amaya, usaba sus manos para juntar su cabello, que estaba todo desordenado y mojado por las embestidas anteriores, saco una coleta de su inventario y se amarró el cabello en una cola de caballo.
Con eso terminado, se acercó a mí y se puso de rodillas, una leve sonrojo se agregó a su ya sonrojada cara, sus pequeñas y suaves manos tomaron mi polla con delicadeza, la chica la examinaba de arriba abajo, era como niña con juguete nuevo, solo no rompas el juguete.
Era fácil saber lo que pensaba por su cara, seguro piensa como este cosa tan grande entro en su cuerpo.
"Slap", Amaya se dio una bofetada en las mejillas para salir de su estupor, y acerco su boca hacia la punta de mi polla, saco su lengua rosada, y comenzó a lamer. Note que una de sus manos estaba libre, ya que con la otra sujetaba mi polla y la acariciaba, era una buena paja, bueno, tome su otra mano y la guie hacia mis bolas, ella me dio una mirada de que hago ahora, así que le enseñe como masajearlas y jugar con ellas.
Bastaron unos segundos para que ella entendiera el concepto y a jugar sola con mis bolas, cada vez era más buena, podía sentir sus suaves dedos masajeándome, y su exquisita lengua dominando la punta de mi polla.
-"Aquí voy"
Dijo Amaya, que levanto la cabeza y me miro, su boca se abrió lo más grande que podía y la acercó a mi polla. Cuando sus labios tocaron mi polla, ufff, que increíble sensación, mucho más agradable que otras veces, me fije nuevamente en Amaya, y me di cuenta de que por su boca, recorría una pequeña corriente de maná.
Amaya siempre usa maná para estimular sus papilas gustativas y esas cosas, lo hacía para entender mejor el sabor de los ingredientes, y así elegir los mejores, pero ahora lo está usando para que su boca sea más suave y sensible, y eso pasaba a mi polla, era una sensación increíble, era como una segunda vagina, pero mucho más..., no sé cómo explicarlo.
"slurp, slurp", sus mejillas se desinflaron en el momento que comenzó a succionar mi polla, su boca escondía mi la punta de mi polla y su lengua se enrollaba en esta y la estimula todavía más, sus manos subían y bajaban dándome una paja increíble.
"¡SLURP,SLURP!" La succión aumento en fuerza, y su boca se tragaba mi polla, antes solo era 1/3 , ya iba por más de la mitad, ahora casi podía sentir su garganta, esta mujer mejoraba cada segundo, y a eso debes agregarle que una de sus manos no paraba de estimular mis bolas.
-"Sigue, vas bien" Le dije, al parecer eso le agrado, porque acelero el ritmo, pero no era suficiente.
Tome la cola de caballo que bailaba en el aire, y ayude Amaya con el trabajo, dentro de su boca era tan cálido y jugoso, la saliva ayuda con la penetración oral.
Amaya estaba tan salvaje, sus movimientos eran rápidos y precisos, su lengua no paraba de enrollarse en mi polla, el sudor que corría por su frente la hacía ver tan erótica. Solté algunos gemidos de placer, mi polla palpitaba y agarre con más fuerza la cola de caballo de Amaya, estaba a punto de acabar.
-"¡Me voy a correr!"
Ella cuando escucho esas palabras, se entusiasmó, por fin probaría el líquido blanco que muchas de sus hermanas alababan, segundos después, mis bolas se apretaban y comenzaban a vaciarse, llenado de semen la boca de mi amada, que intentaba tragar y saborear todo con gran avidez.
"glup, glup,glup", se podía ver el movimiento de la garganta que provocaba todo el semen que tragaba, era tan excitante, y eso me hice correrme todavía más, semen y más semen llenaban a Amaya, que cerraba los ojos mientras intentaba disfrutaba del sabor, y la mejor parte, fue cuando semen comenzó a salir de su nariz, eso si es un dragón.
Cuando vacié todas mis bolas, acaricie la cabeza de Amaya, que todavía estaba en el suelo, patas abiertas como una W, su dedo pasaba por sus labios sacando el resto de semen que se había caído, y los llevaba hacia dentro de su boca para seguir saboreándolo.
-"ufff, era, deliciosos, tenía sabor a pescado, con vino tinto, un toque de orégano."
Amaya comenzó a enumerar los sabores que tenía mi polla y semen, siendo sincero no quería escucharlo, y dudo que ustedes también, así que saltemos esa parte.
-"Mi querida Amaya, quien diría que esa chica tan inocente y Tsundere, sería tan buena con la boca."
Ella infló las mejillas mientras hacia "hmph" y se daba vuelta para no mirarme, pero solo era un acto, se dio vuelta otra vez, y me saco la lengua.
-"¡bleee, ya no soy Tsundere León!" Dijo Amaya, que se levantaba, y se sentaba en mis muslos, mientras refregaba su cara contra mi pecho, pequeñas risas salían de vez en cuando, seguro estaba feliz.
Segundo después, levanto su cara otra vez.
-"hmph, te demoraste en tomarme, ya pensaba que iba a ser virgen toda mi vida." Dijo un poco molesta, pero sé que no era así, solo quería ocultar un poco la vergüenza, ahora que el momento de lujuria paso, seguro está pensando en todas las cosas que hizo, y las caras que debió haber puesto.
-"Lo siento por eso, pero quería asegurarme de que estuviera bien preparada." Le dije, mientras pasaba mi brazo por su cintura.
-"je, je, je, asi que te preocupas tanto por mí."
-"Claro, porque te amo" Le dije con cariño.
Un ataque directo que dejo Amaya sin palabras, se volvió roja otra vez y escondió su cara contra mi pecho, sus tetas se apretaban contra mí, y mi polla quería ponerse dura otra vez, me costó controlarme para no atacarla de nuevo.
Ella notó eso, y lanzo ligeros puñetazos, esta chica es tan tierna cuando hace eso, me dan ganas de mancharla más todavía. Todavía queda su virginidad anal, pero ya es demasiado para ella, y no quería tratarla como un objeto, esta chica no se merece ese trato, menos cuando se preocupa tanto por mí, y me da las mejores comidas. Además, siento que recibiré nuevos juguetes pronto, podre desquitar toda esa lujuria loca con ellas.
Amaya se detuvo, y empezó a murmurar con su cabeza todavía escondida, pero yo, logre escucharla.
-"Yo también te quiero."
-"Es bueno saberlo, y ahora, ¿Qué tal si dormiros un rato?"
-"¡hm!" Asintió ella.
Chasquee mis dedos, y toda la pieza fue limpiada, el olor a semen sudor y ese aroma erótico desaparecía de la habitación, una cama limpia y reluciente nos esperaba. Me levante con ella en mis brazos y la acosté en la cama, yo me acomode al lado suyo e iba a abrazarla, pero ella se adelantó, sus manos rodearon mi cuello y sus piernas se entrelazaban con las mías, mientras ella se subía sobre mí para dormir, segundos después, su respiración se calmaba y se entregaba al mundo de los sueños, eso fue rápido, y quien puede culparla, fue un ejercicio extenuante, y bueno, yo igual quería dormir, mañana sería otro día, y con nuevos objetivos.
POV Amaya.
EL sol golpeaba mi cara somnolienta, y era bastante molesto, ¿me pregunto que hora es?, busque mi reloj y mire la hora, y cuando la vi, me sorprendió, ¡estaba media hora atrasada!, tenía que levantarme rápido para preparar el desayuno para León, no puedo dejar que alguien me robe ese privilegio, además, yo controlo su dieta para que tenga un cuerpo prefecto.
Pero cuando planeaba levantarme, recordé que no estaba sola, debajo de mí, estaba mi amado, mi cara comenzaba a arder de vergüenza, todos los recuerdos de la noche comenzaban a llegar, no puedo creer que por fin hice ese acto, wuahh, wuaaaah, wuaaah quiero esconderme en la cama y no salir.
Segundo después de revolcar mi cara en el pecho de León, volví a la normalidad, respire hondo y me calme, no tengo nada de que avergonzarme, nosotros hicimos un acto completamente normal entre marido y mujer, así que todo está bien, y con eso en mente, intente levántame, repito, intente.
No pude levantarme de inmediato, ya que me quede mirando la cara de mi esposo, era tan tierno cuando dormía, su pelo rubio que brillaba con el sol, sus dientes blancos y sus abdominales que no puedo dejar de tocar.
Suspiro..., quien diría que este hombre tan cariñoso y tierno, sería una máquina sexual y de atraer chicas, me pregunto cuantas hermanas tendré al final del año, seguro serán muchas más, ¿pero qué puedo hacer?, nada, solo aceptarlas y seguir adelante, mientras nunca deje de amarme, el resto está bien.
Y pensar que le cause tantos problemas cuando pequeña, pero no es mi culpa, cuando lo vi por primera vez, me sentí atraída hacia él, necesitaba estar cerca de León, era como algo que me llamaba, no sabía que era, pero ahora sé que es amor, un amor de niña pequeña, pero amor después de todo.
Pero claro, yo era pequeña, y bueno, no sabía como comunicarme con él, me ponía nerviosa y roja cada vez que me acercaba a él, y cuando quería iniciar una conversación, solo salían insultos y amenazas, suspiro, tengo que admitir que parecía un perro rabioso en esos días.
Aun así, a pesar de ser tan odiosa, él no me alejo, solo me sonreía, y se encogía de hombros, fue bastante paciente conmigo, y realmente lo fue, ya que León no es de los que se queda quieto cuando lo insultas, es de lo que acaba por completo con sus enemigos.
Tal vez no me hizo nada porque era una niña, pero a mí me gusta creer que nunca me hizo daño, porque en el fondo, él tenía cariño hacia mí, así que prefiero creer eso, es mejor ser optimista.
Dejando mis pensamientos de lado, me puse a escuchar los latidos del corazón de León, sentí que se sincronizaban con los míos, y me daban tranquilidad, y lentamente me estaba quedando dormida, pero antes de eso, sentí una mano que acariciaba mi cabello, se sentía increíble, mmmm.
Tengo que agradecer a mi madre por haberme abandonado, gracias a eso lo conocí, y fue lo mejor que me ha pasado en la vida, con ese último pensamiento, me dormí.