Día 31 desde la manifestación del inframundo.
"El pago esta hecho"
"Bien, una vez esté muerto habrá caos en la capital, en ese momento será un buen momento, para probarlos en combate."
Esto va bien, Vanella ya a realizado el pago, solo queda esperar que el Sacerdote muere, aunque en realidad es mas como un obispo, pero no importa mucho.
Obviamente no es un sacerdote de una aldea con poco importancia, es sacerdote de la capital del reino vecino.
Cuando el muere habrá caos, ya que él cumple la función de aconsejar al Emperador, que no tengo puta idea de como se llama, pero lo que importa es que los probaremos, las máquinas de combate.
Estas máquinas, tienen una forma humana y están compuestos de un metal resistente, realmente es duro ese metal, además tienen algo que se aprovecho de los Héroes, un cerebro o mas bien parte de el.
Hay dos tipos de máquinas de combate, denominadas estrategias, que tiene parte de cerebro y las matones, son solo matones de las estrategias, de allí el nombre.
Aún se hallan en un periodo de pruebas y la producción no es mucha, aun recuerdo que esto sólo era ciencia ficción para el viejo William, con esto su negocio familiar habría triunfado, aunque seguro adelantaba su muerte.
Lo cierto es que también son en parte golem, en una combinación de magia y ciencia, quedarán obsoletas en la nueva época, pero no es problema.
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"¿Que tal la situación?"
"Míralo por ti mismo" Le paso los binoculares a mí compañero
El mira hacia el horizonte con ellos por unos momentos.
"Pues no se ve bien, son dos unidades pesadas" Me dice mí compañero mientras seguía observando"
"Jose, ya tírate al suelo, entraras en su campo de visión en breve"
"Estoy en eso, esta maldita arena, no podía ser en otro lugar que no fuese un desierto"
"Ya cállate"
"Esta bien, Ela"
Lo cierto es que esto era solo observar las actividades de los gigantes, actualmente el reino no estaba en su mejor momento, casi todas las tropas estaban posicionadas en las fronteras con lo que una vez fue el Reino tecnológico, lo que provocaba que las demás fronteras queden desprotegidas, allí es donde entran los aventureros, actualmente están pagando 5 veces más de lo normal por misión, pero a su vez son más complicadas.
"Ya deberían estar pasando por arriba de los barriles de pólvora"
"Lo se Ela, es simple disparar un hechizo de fuego y subirse al caballo, da igual si le damos o erramos"
"¡Estúpido! es mí plan, lógicamente se lo que hay que hacer" Aunque Ela susurró esas palabras, bien podían ser gritos silenciados.
Ela se levanta y prepara un hechizo de fuego.
"[Igneous discharge]"
Igneous discharge, una pequeña descarga o mejor dicho una rayo de fuego, del tamaño de un pelo, eso es lo que es, aún ante su tamaño es capaz de quemar un cuerpo, pero no llega á ser letal, pero los barriles de pólvora explotando, eso si que no es no letal.
"¡Corre!" Le gritó a José
"¡¡¡¡Bum!!!!!"
"¡Esa no fue la explosión esperada, pero es algo!" Grito Ella mientras corría.
Ante ese grito corrimos al caballo, que estaba atado un poco más de 100 metros, atrás en una manantial
Afortunadamente ambos subimos al caballo y comenzamos a cabalgar cualquier dirección contraria a los gigantes.