Alexander caminó tranquilamente junto con Yasaka, mientras esta última envolvía su brazo con el de él, prácticamente haciendo que toque su gran pecho.
"Fufu~"
Ella sonreía brillantemente, acentuando bastante su apariencia, ya de por sí increíblemente hermosa.
Alexander solo sonrió un poco por esto, y desviando la mirada a el final del camino, preguntó con curiosidad.
"¿De verdad veremos a Amaterasu en este lugar? ¿La Diosa Amaterasu?"
Yasaka asintió contenta y explicó, "Hai, para hablar con Amaterasu-sama normalmente, suelo ir hacia su santuario que se ubica no demasiado lejos de nuestra Mansión, pero, a veces nos reunimos en persona para conversar y disfrutar juntas. Yo la respeto mucho, pero también la quiero bastante como amiga. Y sobre todo, si no fuera por Amaterasu-sama, las reuniones del Sintoísmo que se celebran cada cierto tiempo serían algo..."
"Hmm... es por el tal Susanoo, ¿cierto?"
"Si..."
Mirando a Yasaka algo depresiva de momento, Alexander sacudió la cabeza y con un movimiento suave, desató la anterior postura que tenían para tomar su mano y entrelazar todos sus dedos.
"Bueno, ahora que estoy aquí, todo va a ser diferente."
"Mou~"
Yasaka se sonrojó un poco, pero luego hizo un puchero infantil mientras lo miraba "enojada".
"Me estás malcriando mucho... eso no es bueno..."
"Pero..."
Alexander dijo, acercando su cara a la de ella, con una sonrisa confiada, "Yo soy el único que puede malcriarte de esta forma, después de todo, eres mía."
Yasaka entonces, de manera rápida, abrazó el brazo de Alexander y se juntó hacia él, para que no viera su cara.
"Jajaja."
Y este solo reía porque Yasaka era muy similar a Alicia, y era extremadamente divertido molestarlas a ambas de esta manera.
Ellos no se dieron cuenta, pero un aura rosa y llena de flores se desprendía de ellos a su paso...
"Hmph, ¡explota, bastardo!"
"Muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere, muere..."
"Que envidia... ¡que envidia! ¡La envidia me come! ¡¡Soy devorado por la envidia, ga-ha!!"
"¡Oye, ¿qué crees que estás mirando?!"
"Ah, la juventud, ah... la juventud... mierda... Kugh... ¡maldita juventud de mierda! ¡Solo tengo 35 años, no soy viejo! ¡¡Todavía soy joveeeeeen!!"
"¡Ah, ¿por qué no tengo una novia de grandes pechos?! ¡No, ¿por qué nunca he tenido novia?!"
"Uahh, ¡que asco, no grites de repente delante de las personas, imbécil!"
... Causando todo tipo de cosas a su alrededor. Aunque sin embargo, gracias a la excelentísima Habilidad de Alexander, Aura Normal, las personas no podían ver sus rostros o figuras tan claramente, sin embargo, lo suficiente como para saber que eran una pareja acaramelada...
Y así, no demoraron demasiado en llegar a la cafetería de la Universidad, la cual era su destino. Al menos, esa que se llamaba "Strong Jet Cyclone Coffee Shop"...
Alexander: "..."
Si, allí se encontrarían con...
Espera.
Espera un momento...
¡¿Universidad!?
.......
"¡Ah, Yasa-chan, por aquí, por aquí!"
Entrando a la cafetería, mientras Alexander trataba con todas sus fuerzas de ignorar el "símbolo" que se encontraba justo al lado del nombre en el techo...
Una chica en una mesa se levantó y movió su brazo mientras los llamaba.
Vestía ropa ligera de verano, una blusa simple y unos zapatos color blanco, una falda no tan corta, pero tampoco tan larga, y su largo cabello rubio estaba atado en una enérgica cola de caballo.
Parecía, en todas las palabras, una universitaria.
"Ah, Ama-... Omika-chan, hola."
"... ¿Omika-chan...? ¿Omika...? ¿Eh?"
Alexander sudó bastante al darse cuenta de dónde provenía el nombre, que al parecer Amaterasu usaba mientras era una humana "normal".
Amaterasu O Mikami.
O Mikami.
Omika-chan.
...
"Entonces, usted es Alexander Smith-san, ¿eh?"
A diferencia de otras personas, la reacción de Amaterasu al ver a Alexander, no fue demasiado sorprendente.
Puede que fuera porque era literalmente, no, súper literalmente, la Diosa del Sol en Japón, o algo más, pero aparte de desviar la mirada nerviosa unas cuantas veces, y sonrojarse solo un poco...
Se recompuso con rapidez. Para luego mirarlo seriamente.
Y también, seriamente, intentando controlar sus mejillas rojas mientras más seriamente miraba la cara celestial del hombre frente a ella.
Yasa-chan ya me lo había dicho pero... ¿es posible ser tan apuesto?
Ah... esto no puede ser... ¡es más apuesto que Namjoon!
...
Desde luego, Yasaka había hablado mucho con Amaterasu sobre Alexander, no solo porque la consideraba su Diosa, sino también su amiga, y también era muy relajante poder hablar de su hombre sin vergüenza.
La misma Amaterasu tenía bastante curiosidad, sobre todo cuando Yasaka mencionó lo fuerte que él mismo era, creando un perfil bastante misterioso en su mente, por lo que las conversaciones así ambas las disfrutaban mucho.
Como Amaterasu quería experimentar la vida humana tranquilamente, al punto de transformarse en una humana y pasar la escuela primaria, secundaria, pre-universitaria, y finalmente la universidad, estaba interesada en los temas que una chica normal estaba interesada. Ya sea el amor, los doramas, el maquillaje, los BTS, y demás.
Y hablar con Yasaka sobre su primer enamoramiento era un hecho completamente inédito para ella.
Pero la misma Amaterasu nunca había imaginado, que tal y como Yasaka le había contado, Alexander iba a ser posiblemente el hombre más perfecto que iba a ver en su vida. Es decir, ella era una Diosa que existió capaz no tanto tiempo, ya que provenía del folclore japonés, pero el concepto que significaba había existido desde el comienzo del mundo como tal. Por lo que ella tenía muchos recuerdos en su mente que ni siquiera recordaba presenciar alguna vez, ya que eran desde hace milenios antes de su nacimiento. Y que pensara eso de Alexander, ella misma lo veía increíble.
Pero...
Su atención se desvió a otra cosa.
Esto sí hizo que su mirada se endureciera un poco.
De Alexander, ella no podía detectar nada.
Absolutamente nada.
Latidos, energía, maná, ki, incluso sabiendo que él era un Mago humano, ahora le estaba siendo difícil de digerir.
Porque, no había casi nada en este mundo que pudiera burlar sus sentidos divinos como una de las principales deidades de un país.
...
"De hecho, es un gusto conocerla finalmente... Omika-san."
Al igual que Amaterasu estudiaba a Alexander, él también la estudiaba a ella.
Alexander la miraba tranquilamente, mientras pensamientos rondaban por su cabeza.
Nunca pensé que la diosa más importante de todo Japón, pasaría su vida viviendo como una chica normal.
Según lo que me dijo Yasaka, esto fue algo que solo sucedió recientemente, ya que al parecer se interesó bastante por la cultura popular moderna, y bueno, este es el resultado.
Suspiro... esto es definitivamente, completamente diferente a lo que esperaba.
Pero bueno, al menos, no puedo evitar estar agradecido por lo mucho que ha ayudado a Yasaka desde hace tiempo. Especialmente con "ese" Dios.
Hasta ahora... rememorando, pienso que los dioses en este lugar son muy diferentes a lo que yo pensaba antes, es decir... creía que en este mundo, no, en este universo, el Gran Rojo sería el ser más fuerte... pero... haa, que complicado.
Bueno, solo espero que no me decepcione.
Alexander simplemente no le dió demasiado seguimiento a sus pensamientos, porque tenía una leve certeza de que se aburriría.
Él, de hecho, tenía ganas de tener un combate fuerte, un combate que lo hiciera disfrutarlo, pero, si tuviese un combate así, ¿Japón no estaría en peligro?
Alexander era consciente de la magnitud de su poder, aunque no tanto en el sentido de que podría decir con exactitud cuáles serían los resultados si él desplegase sus técnicas, no podría hacerlo, y menos ahora que recientemente su poder se volvió más extraño.
Por eso, no pensar en esto por el momento y seguir la vida como tal era lo que más pensaba.
Antes había fallado el círculo mágico que lo transportaría al Clan Gremory, y al final estuvo deambulando por lo que creía era los territorios del Clan Bael, o por sus campos. Ya que había conocido a Sairaorg allí. Si bien fue una grata sorpresa, y le recordó a Alexander esos buenos momentos en los que veía el anime o leía cosas sobre la novela en internet, haciendo incluso a Sairaorg su aprendiz solo por su propio gusto, en cierto modo, no pudo hablar con Sirzechs lo que quería.
Alexander necesitaba hacerse de poder aquí en este mundo, ya sea económico, político, y demás, y para esto, era necesario que le hiciera una pequeña visita a esos personajes importantes del gobierno japonés, o también de los propios negocios particulares exitosos, por supuesto, que fueran en pocas palabras, "realmente pecadores".
No teniendo absolutamente nada en contra de aquellos que llegaron a su puesto o crearon su negocio de una manera honesta, a Alexander no le podía pesar menos el corazón al lavar la mente de aquellos que hicieron esto mismo pero de la forma incorrecta. Sobornos, abusos, chantajes, sinceramente, mientras él encontrara solo un detalle muy oscuro de la que sea la persona que investigue, le cambiaría totalmente la mente, no solo para su bien, sino para el bien de Japón y el mundo como tal.
Por esto es que le había preguntado a Hakase anteriormente sobre la ubicación de las personas importantes aquí en Kyoto, y por esto es que quería consultar tal cosa con Sirzechs. Ya que ambos eran los únicos amigos que tenía en su vida.
Oh... tomar un aprendiz...
Ah, Alexander ahora pensándolo lógicamente, se avergonzó un poco de su comportamiento. Puesto que no le molestaba tomar a Sairaorg como "aprendiz", el mocoso le caía bastante bien, y también admiró su personaje en el anime, pero, ¿desde cuánto él empezó a pensar que como ser poderoso que era, actualmente, estaba bien recoger discípulos por aquí y por allá?
Era, sin la más mínima duda, un comportamiento que tendría un joven en octavo grado de secundaria, el cual seguramente amaría el color negro y los animes donde los protagonistas eran consumidos por sus demonios, en ocasiones, para revelar su poder o algo así...
...
De pronto nadie habló más en la mesa, sin ningún motivo en particular, y solo se quedaron pensando, todos, claro, menos una persona.
Yasaka: "..."