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Mientras el nuevo cerdo venia en camino me sentí extraño, momento después vi al tipo comenzar a sudar, no tenia que ser un genio para saber que seguramente me había analizado o algo así. Por lo que yo también lo hice, el no era débil, su nivel era 132 y tenia algunas habilidades sobre nivel 40, pero también tenia títulos extraños y unos bastante negativos.
Claramente era el tipo de noble que hace lo que quiere con los plebeyos, alguien innecesario.
Al llegar al lado de su hijo se limpio la frente con un pañuelo y comenzó a actuar confiado, su escolta se formo a sus lados para protegerlos en caso de que fuera necesario, en cuanto a la pared de rayos la elimine ya que no era necesaria y hacia demasiado ruido.
Boris: ¡Padre finalmente has llegado!, este traficante de alimentos esta causando caos en este lugar, trate de razonar con el. Pero se niega a cooperar y...
Antes de que pudiera hablar mas el cerdo mayor levanto su mano bloqueándolo.
Vizconde: Mantente al margen, me encargare de esto.
Sabia que estaba asustado, pero logro mantenerse bajo control y me miro mientras se levantaba del sofá con algo de dificultad.
Vizconde: Pensé que ya habías dejado la ciudad, no esperaba encontrarme un Dragón en un parque contrabandeando comida, ¿sabes el caos que puedes causar al distribuir comida sin cuidado?. Usar magia a esa escala en la ciudad tampoco es algo permitido, si tienes un tratado con el señor de la ciudad para hacer esto, debes saber que en el momento que algunos guardias de la ciudad murieron por tu magia este termino. Agradecería si deja la ciudad cuanto antes sin causar mas daño.
Max: No me iré, tampoco dejare de vender comida, es un buen negocio y las personas claramente lo necesitan. No se porque mencionas al señor de esta ciudad, pero nunca lo he visto o he intercambiado palabras con el, estoy aquí por mi cuenta y recomiendo que tu y tu hijo se vayan antes de que los considere aun mas repulsivos y proceda a eliminarlos.
El hizo una mueca, pero se mantuvo en su lugar.
Vizconde: Entiendo... Pero debes considerar dejar la ciudad cuanto antes, nos retiraremos por ahora, aun así recuerda que estas haciendo mas daño que bien con tus acciones.
Al verlo irse con su hijo me sentí extraño, simplemente se sentía mal.
Esta vez los jinetes se fueron evitando a las personas que esperaban comprar comida, incluso se llevaron los cadáveres de los que habían chocado con la pared de rayos, pero dejaron los caballos atrás.
Yo solo regrese a reponer lo que se había vendido mientras que todos parecían mucho mas nerviosos que antes.
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Pov. Vizconde
Vizconde: ¡Vamos al gremio de Comerciantes!. ¡Rápido!.
Me sentía nervioso, realmente nervioso, la única razón de que no estuviera temblando mientras trataba de escapar de la ciudad con mi escolta eran los títulos del dragón. Si bien era un monstruo en cuanto a fuerza, no tenia títulos que mostraran un actuar violento o sanguinario por su parte, sabia que al menos no estaba tratando con un monstruo sin cerebro.
Aunque de alguna manera era eso lo que me tenia tan nervioso, veía en sus ojos que era solo basura que podía eliminar en cualquier momento, sabia que no debía presionar que dejara la ciudad o que detuviera lo que estaba haciendo. Mi hijo estaba inconforme, pero el idiota nunca sabe lo que esta pasando a su alrededor, no sabia que clase de monstruo tenia al frente haciéndose pasar por un Dragonkin.
Por suerte el Dragón parecía no verlo mas que como un bufón, si no, dudo que aun tendría un heredero. No es el mejor heredero que podría haber, pero es el único que tengo, que sea difícil de matar solo lo hace mas apropiado para que en un futuro mantenga el nombre de nuestra familia.
Incluso si esta fue una mala generación, la siguiente puede ser mejor, aun me quedan varios años de vida. Si mi estúpido hijo tuviese un niño aun puedo prepararlo y convertirlo en el nuevo heredero, no me importa si viene de una madre común, mientras asegure la linea familiar sera perfecto.
Al llegar al gremio entre mientras azotaba las puertas, varias personas en el interior saltaron de sus lugares por la sorpresa, desde que el asedio comenzó nadie se atrevería de actuar bruscamente en este lugar.
Pero eso es para civiles comunes.
Deje atrás a mis sirvientes y comencé a caminar hacia la oficina del líder del gremio, mis pasos resonaban por los pasillos y los empleados solo se hacían a un lado para no estorbarme, detrás de mi parte de mis sirvientes se pusieron al día conmigo. Espere que mi mayordomo abriera la puerta y entre a la oficina, dentro estaba el líder del gremio de comerciantes escribiendo algunos documentos, con una sola mirada a los documentos me di cuenta que solo estaba fingiendo estar ocupado.
Habían solo lineas estiradas sobre el papel, solo trataba de dar una imagen, ni siquiera se esforzó en hacerlo creíble.
Vizconde: ¡¡Que diablos pensabas cuando nos enviaste a enfrentar un maldito Dragón!!.
Lo vi levantarse de su silla mirándome confundido y alarmado, se giro a su secretaria y cuando estaba por decirle algo golpee su escritorio partiéndolo por la mitad.
Vizconde: ¡Respóndeme!, ¡Que diablos pensabas al enviarnos contra un Dragón!, ¡¿Investigaste sus antecedentes o enviaste a un espiá para comprobar lo que vendía y sus precios antes de actuar?!.
Asustado por el volumen de mi voz y el golpe a su escritorio el idiota cayó al tropezar con su silla, sabia por su reacción y el miedo en su mirada que no sabia a quien nos había mandado a enfrentar, temía las represalias del dragón.
No pude evitar suspirar al verlo, yo y el señor de la ciudad hemos estado jugando con el, pero se acabo el tiempo de jugar. No es útil y solo podría terminar causando mas problemas que beneficios, hasta ahora al ser el líder del gremio de comerciante, el era quien era apuntado por las masas como quien los mantenía hambrientos.
Ya que podían conseguir comida de mis manos si luchaban contra los monstruos y me traían sus piedras mágicas o partes útiles, lo que mantuvo la opinión de mi un poco mas alta en comparación con el tipo frente a mi, yo y el idiota del señor conocíamos nuestros papeles y los interpretábamos.
Vizconde: Demian ve por Víctor, dile que llegamos al limite, no hay tiempo que perder.
Asqueado por tener que decir el nombre de ese idiota, vi a mi mayordomo correr hacia la salida, mientras tanto me gire y me senté en uno de los sofás mientras pensaba mis próximos movimientos.
A pesar de repetir mi pregunta dos veces aun no recibo mi respuesta, mantuve mi mirada el idiota frente a mi, el cual estaba siendo levantado por su secretaria.
Vizconde: Reinald, usa el tiempo que queda para pensar en una excusa adecuada que te salve de la horca, pusiste un noble y su heredero en peligro, si tomamos en cuenta el poder del Dragón que nos hiciste enfrentar también pusiste en peligro cada ser vivo en kilómetros a la redonda.
No estoy exagerando, el dragón era un monstruo incluso entre dragones, su poder iba mucho mas allá del que debería ser por nivel. Pero lo mas aterrador de todo eran sus títulos, Dragón Superior, Asesino de Reyes, Asesino de Emperadores y Asesino de Reencarnados.
El ultimo no lo entiendo muy bien, pero puedo suponer que ha matado algo que puede revivir con el tiempo, escuche que un antiguo Rey Demonio renace cada 1000 años mientras estaba en la academia real durante mi juventud. Tal vez alguna vez en el pasado lo haya enfrentado, quien sabe cuanto a vivido ese dragón, podía ver en su mirada que nos consideraba basura.
Seria normal que viese como basura todo lo que no este a su altura, tanto en poder como años.
Aunque era extraño...
A pesar de que en su mirada solo podía ver nos miraba en menos, mi instinto gritaba porque saliera de allí, es posible que hubiésemos estado parados sobre una delgada capa de hielo. Supongo que debería hacer algo, lo menos que quiero es a un dragón respirando en mi nuca, hay suficientes ejemplos en los libros de historia sobre idiotas que molestaron a un dragón.
Se que no olvidan ni perdonan, sus venganzas también son aterradoramente desproporcionadas a la falta que les hayan causado, no quiero que la historia de mi familia termine con mi generación al mando. Podría sacar algunas cosas valiosas de mis arcas, escuche que los dragones son fácilmente sobornables si te muestras respetuosos con ellos, supongo que podría hacer que ese idiota le lleve algunas cosas en mi nombre.
Esta acostumbrado a ser el bueno en nuestro juego.
Reinald: L-la H-Horca... ¡N-No tienen la autoridad para hacer algo como ejecutarme!, ¡no pueden hacerlo!.
Vizconde: Claro que podemos hacerlo, ese idiota y yo somos nobles, solo por eso podemos ejecutar a prácticamente quien queramos mientras no pertenezca a alguna facción aliada o una nobleza de rango similar o superior. Incluso podemos acusar y ejecutar a los miembros de la iglesia en nuestro territorio, por esto te estoy dando tiempo para que pienses una razón de porque no te colguemos en la plaza, pudiste condenar a todos por actuar imprudentemente.
EL se puso de pie y corrió hacia la salida, ni siquiera tuve que decir algo y uno de mis guardaespaldas lo había capturado y arrojado fuertemente sobre la silla en la que estaba, tras regresarlo a su lugar se paro a su lado manteniéndose a la vista para que no tratara de escapar una vez mas.
Reinald: ¡No pueden hacerme esto!, ¡¡El gremio no permitirá que ninguno de sus miembros sea maltratado o acusado de nada, solo harán que este territorio se quede sin apoyo de la central y mueran de hambre antes de caer por los monstruos!!
Al escucharlo solo resople mientras sacaba un medallón que se ocultaba entre mis ropas, al verlo el idiota frente a mi comenzó a temblar.
Reinald: Un medallón de cristal verde...
Vizconde: Lamentablemente para ti en esta ciudad están quienes ocupan el Quinto y Noveno asiento de los diez lideres del gremio de comerciantes, todo este tiempo estabas preso en tu pequeña realidad creyendo que eras alguien mientras solo eras una pieza que sacrificar en el momento adecuado, como Quinto asiento me encargo de conseguir materiales de monstruos y piedras mágicas. Mientras que el Jefe de la ciudad se encarga de mover mano de obra adecuada, siempre fuimos socios a pesar de que realmente nos odiamos y no queremos mas que ver caer al otro en desgracia, pero hay algo que ambos queremos mas que cualquier cosa.
Reinald: ¿Q-Que cosas?.
Vizconde: Ganancias en mi caso, mientras que ese idiota solo busca el control sobre otros y moverlos como quiere.
Parecía estar sin palabras por escuchar sobre nosotros, los nombres de los lideres del gremio de comerciantes son en su mayoría secretos, solo unos pocos saben los nombres de los cinco que están a la vista de todos.
No muchos habían visto el valor de esta ciudad, pero mi padre si lo hizo, con tres ciudades mazmorra cerca esta locación que podía mantener un comercio estable con las tres ciudades era muy privilegiada.
Mientras esperaba una de las paredes se oscureció y de ellas salio el idiota que esperaba junto con mi mayordomo, no parecía feliz en estos momentos.
Señor de la Ciudad: Que es lo que quieres, deberías saber que la ciudad no esta en el mejor estado actualmente, sobre todo con ese muro de rayos levantándose de la nada. Apenas logramos calmar a la gente para que dejara de correr la voz de que el dragón iba a destruir la ciudad, también escuche que estuviste allí, aunque envié a mi hija para que consiga información desde un lugar seguro, me gustaría que compartieras lo que sepas.
Vizconde: Llama a tu hija antes de que la maten, ese dragón es un verdadero monstruo, también note que sintió cuando use mi análisis en el. Incluso me analizo de vuelta, definitivamente no es alguien a quien molestar o todos moriremos sin poder hacer nada, llamala de regreso antes de que pase algo que ninguno de nosotros quiere.
Pude verlo apretar los puños y los dientes antes de sacar un objeto mágico y salir a llamar de regreso a su hija, ha invertido demasiado en ella como para ponerla en peligro, es divertido ver como no puede usar sus peones.
Luego de esperar a que terminara regreso a la habitación y comenzamos a discutir que hacer con la marioneta que perdió valor y con nuestro exótico visitante.
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