Lisa
Sentí que alguien se recostó a mi lado y unas brazos alrededor de mi cuerpo.
—Akira, llegaste—me apretó muy fuerte hacía él.
—Te deseo, lisa.
—No sé si debamos hacerlo—mi cuerpo aún se sentía algo extraño. Akira besó mi cuello, sus labios se sentía tan suaves, que producía cosquillas. Pude percibir un olor a sangre.
—Detente—no sé si era yo quien está otra vez sangrando. Me levanté de la cama lentamente y me miré la ropa, pero no era yo.
—¿Te sientes bien?— preguntó. Miré a Akira y me fijé que la manga de su camisa estaba llena de sangre. Así que de ahí era el olor.
—¿Qué fue lo que hiciste, Akira?— me miró fijamente y sonrió.
—Acabar con nuestros problemas, ¿No fue a eso que salí?
—¿A quién mataste ahora?— pregunté preocupada.
—Al culpable— respondió cortante.
—Yo estoy bien, no tenías que hacerlo. ¿Por qué haces esto?
—Si hubieras perdido al bebé hubiera sido peor, no te preocupes, no sufrió tanto. Ven aquí.
—¿Cómo puedes decirlo tan tranquilo? Es la vida de una persona, Akira.
—Entonces, ¿debía permitir que te hicieran daño a ti y al bebé, solo por eso que dices?
—¿Cuándo será que dejarás de ensuciarte las manos, Akira? Hay maneras de solucionar las cosas, sin llegar a esos extremos, ¿sabías?
—Los problemas se arrancan de raíz, lisa. No creas que vas a poder entrar en razón con todo el mundo.
—No quiero que sigas siendo el mismo de antes, ¿Es mucho pedir?
—¿Por qué tienes que sentir lástima por los muertos, lisa? Aún eso no lo cambias.
—Tu tampoco cambias. Estás cosas son las que me dan miedo y me hacen sentir insegura de ti, Akira— a veces me da miedo esa actitud en él. A veces creo que sería capaz de hacernos daño en uno de sus impulsos.
—¿Sigues con eso luego de tanto? Entonces, ¿debo dejar que se metan con mi familia y no hacer nada al respecto, para hacerte sentir feliz a ti?
—Akira, no se trata de eso. Se trata de que no quiero que sigas siendo un asesino. No quiero que pierdas la cabeza y vayas a hacernos algo a nosotras— no sé si haya sido correcto decir esto.
—¿Crees que sería capaz de hacerles algo? ¿Tan poca confianza me tienes, lisa?—se veía muy molesto. No debería seguir el tema o lo haré enojar más.
—No es eso, pero entiéndeme, ¿Crees que a Kaori le gustaría saber que su padre ha matado a tanta gente?
Akira se levantó de la cama y golpeó la pared.
—A eso me refiero con tus impulsos— intentó salir del cuarto, pero le aguanté el brazo—. Akira, yo te amo demasiado, es por eso que quiero que seas una mejor persona para nuestros hijos. Que seas un buen ejemplo, no quiero que sigas siendo ese hombre sin corazón que mata a todos a su paso. Por favor, no lo hagas mas— mis lágrimas comenzaron a bajar, no podía evitar llorar. Sentía miedo de que se fuera y no regresara.
Akira
¿Por qué luego de esto no me siento satisfecho?
¿Por qué me siento tan mal por esto?
Antes no dudaba, ¿Por qué ahora sí?
¿Por qué verla de esta forma me lastima tanto?
Lisa
—No te vayas otra vez, Akira, no quiero que pases esa puerta y no entres más. No quiero pasar más noches desvelada esperando que vengas, no lo hagas, por favor — me sujeté de su ropa, intentando evitar que se fuera.
—Maldita sea, no pongas esa cara que hace que me sienta peor—me abrazó muy fuerte, no esperé que lo hiciera estando tan molesto—. Al fin eres honesta. Yo te amo, tonta y jamás sería capaz de hacerles daño, así que nunca vuelvas a decirlo, ni mucho menos pensarlo. Las amo a las tres, como para dejar que les hagan algo, es por eso que me vuelvo como un loco. Lo siento — escuchar esas palabras de él y ver su expresión triste, me hizo sentir peor. Akira se desajustó la corbata y quitó los botones de su camisa.
—Ya regreso— se fue al baño sin decir nada más. Cogí su camisa y la boté. Ni siquiera puedo responder a quien fue que le hizo esto, cerraré el caso y haré de cuenta que nada pasó. Las cosas no las puedo cambiar. Fui al baño para unirme a él. Tal parece que sabía que iría.
Nuestra relación es algo complicada, pero estoy segura que Akira va a cambiar,no eso es lo que quiero creer.