Capítulo 3: Capítulo 3: Alexander Vólkod, Parte 2
Sedo ante el dolor de las quemaduras y caigo adolorido, empiezo a ver borroso, el hombre se acerca a mi y observa las heridas en mi espalda.
-Eso dejará una marca -Dice mientras se sienta a mi lado- descansaremos por esta noche, mañana en la mañana avanzaremos, duerme yo montaré guardia.
Hago caso a lo que me dice y cierro mis ojos y caigo en un profundo sueño.
Sueño con mis padres. No puedo evitar pensar en ellos, siempre estuvieron conmigo cuando los necesitaba, cuando empecé las quimioterapias, mi papá vendió su auto, mi mamá consiguió un trabajo de profesora, ambos se sacrificaron tanto para ayudarme.
Los que llamaba amigos eventualmente dejaron de visitarme y de escribirme, nadie quería ver a alguien muriendo. Solo mis padres se quedaron conmigo.
Recuerdos de mi infancia no paran de llegar, solo quisiera poder retroceder el tiempo y poder agradecer a mis padres todos sus esfuerzos.
Un rayo de luz que irradia mi cara hace que me despierte. Veo a mis alrededores y veo al hombre parado viendo al cielo.
Veo su espalda y la camisa blanca que lleva tiene dos agujeros en forma de manos, a través de ellos puedo ver unas quemaduras que dejaron la piel en carne viva.
-Disculpa, ¿Alexander?, ¿Te encuentras bien? -Es una pregunta tonta, es obvio que no se encuentra bien.
-Sanará pronto compañero, no te preocupes por mi, cuando te sientas mejor nos pondremos en marcha -Responde en tono enérgico.
-¿Seguro se ve muy mal?
-Tranquilízate, pude cubrirme antes de que se pusiera peor, esa chica, era terrible, engañar a alguien de esa manera para luego matarlo.
-¿Cómo te atacó a ti? -Pregunto para poder sacar la mayor información posible de este nuevo "compañero".
-Me encontré con ella en la mañana del primer día. Se mostró asustadiza y me preguntó si podíamos formar equipo. No me negué ante su solicitud, caminamos juntos hasta que se hizo de tarde, entonces -cambia su tono por uno más serio- se abalanzó sobre mi espalda. Empezó a decir cosas que no tenían sentido. Dijo que no era ella quien me estaba atacando, de golpe su cara cambio y dijo lo siguiente "Inútil despreciable que solo puede proteger a los demás, ¿que aspiras a lograr?, mejor muere de una maldita vez".
-¿Qué extraño ese cambio de golpe?
-Seguramente era actuación, no te confíes de nadie, por cierto, no me has dicho tu nombre compañero.
-Iván, ¿Puedo hacerte algunas otras preguntas?.
-Claro, pero, si ya te encuentras mejor será mejor que nos pongamos en marcha, hoy en la noche este anillo de derrumbará, no creo que quieras estar aquí cuando eso suceda -Dice en tono burlón mientras se para y empieza a caminar.
-¿Derrumbarse?, ¿Qué quieres decir? -Me levanto y lo sigo, el dolor de mis quemaduras es mucho más leve que ayer.
-¿Eh?, ¿No hiciste ninguna pregunta cuando estuviste en la sala verde?.
-En realidad no me dejó realizar ninguna pregunta, creo que no me apresure eligiendo mi habilidad, ¿podrías explicarme?.
-Por supuesto, pero, primero muéstrame tu poder.
¿Cómo le explicó que no sé usar mi habilidad aún?
-Bueno, veras, mi habilidad es hacerme invisible.
-¡Increíble compañero!, ¡Muéstrame, Muéstrame!
¿Qué edad tiene este sujeto?. Parece un niño pequeño.
-En realidad, no se como volverme completamente invisible, solo puedo desaparecer mi mano ahora mismo -le muestro mi mano derecha mientras está desaparece ante la vista.
-¡Que mal!, Tendrás que practicar para poder lograrlo a la perfección, sin embargo no te preocupes -Hace una breve pausa- ¡Yo protegeré a todos los que sean de mi equipo!.
¿Qué clase de hombre es este?, ¿Cuál será el motivo de que elija una habilidad que no le ayuda a atacar o a poder huir?.
-Volvamos a las preguntas que me ibas a hacer -Dice Alexander.
-Cierto, ¿Cómo sabes que esta parte de tierra se derrumbará?.
-Fue una de las preguntas que le hice a ese dios. ¿Cómo funciona esta tierra?. En total le hice 3 preguntas, las otras 2 eran, ¿Qué pasaba si no matábamos a nadie? Y la otra… -Hace una breve pausa mientras se rasca la cabeza- la otra pregunta realmente no tiene importancia.
-¿Cuáles fueron las respuestas que recibiste?.
-Bien, para empezar, nos encontramos en un círculo formado por 9 anillos que rodean la plataforma central, ahora mismo nos encontramos en el primer anillo, cada anillo dura 2 días antes de que se desplome, solo hay una excepción, si para la noche del segundo día no han pasado por lo menos 10 personas, se dará una especie de prórroga hasta que haya por lo menos 10 personas en el siguiente anillo. Una vez quedan exactamente 10 personas no hay manera de herirse o matarse entre sí.
-Entonces podemos sobrevivir sin la necesidad de matar a nadie.
-Es una bonita afirmación pero me temo que no es de esa manera, si en al momento de llegar a la plataforma central hay más de 10 personas, por cada minuto que pasemos allí el lugar se hará más pequeño, hasta que eventualmente la personas empiecen a caer al vacío y solo queden 10, esa fue la respuesta de mi segunda pregunta.
-Estas muy bien informado Alexander, agradezco que me ayudes, pero, ¿Cuál es la razón de que me hayas pedido que me uniera a ti? -Es una pregunta que me saltaba en la cabeza desde que me desperté- Digo, no me conocías en lo más mínimo, no sabías si te iba a ser útil, es más, no soy útil, mi habilidad no sirve para nada, ¿Por qué crees que llevar una carga como yo te ayudará?.
En ese momento Alexander deja de avanzar y se voltea a verme con la cara sería.
-Iván -Dice en un tono amable- no estoy buscando gente que me pueda ayudar, lo único que me motiva es poder ayudar a los demás, no te elegí pensando en que me puedas ser útil, te elegí porque creo en tu compasión.
¿Compasión?
-Cuando te encontraste con Madeleine, dime, ¿Cuántas personas se hubiesen detenido a ayudar a una chica que está llorando?, en las condiciones en las que estamos, cada quien ve por su propia supervivencia, nadie se detendría a ver qué le sucede a otro, lo primero que pensaría es que puede ser una trampa, o que es más seguro seguir adelante ignorando a los demás. Yo no creo que deba ser así, en vida trate de ayudar a muchas personas, cometí errores, caí bajo y me hubiese gustado que alguien me brindará apoyo, nadie lo hizo, por eso y me debilidad, cometí suicidio, estaba ahogado por la culpa de mis errores, no podía seguir adelante. Pero, siempre hay alguien que necesita ser ayudado más que uno mismo.
¿En verdad este tipo es humano?, nunca había oído de alguien que se expresará de esa manera.
-Fui policía, ayude a todos los que pude, pero tome una decisión equivocada y por mi culpa 3 de mis compañeros más preciados perdieron la vida, no pude con eso, todo el mundo me dio la espalda. No encontraba salida, así que tome la salida del cobarde y… bueno estoy aquí. Mi único objetivo es ayudar a todos los que pueda, a aquellos en los que pueda confiar.
-Alexander… lo siento tanto, pero, insisto, ¿Crees qué serás capaz de cargar con el peso de los que te acompañen?.
Alexander se voltea para seguir caminando y dice:
-Nadie, absolutamente nadie es una carga, todos los que sean mis compañeros serán mi apoyo, hago esto para poder redimirme, para poder estar en paz conmigo mismo.
Sigo a Alexander y caminamos en silencio hasta que empezó a anochecer.
-¿Cómo sabremos cuando crucemos un anillo? -Pregunto.
-La verdad no tengo idea, quizás veamos algo diferente -Responde Alexander.
Tras una larga caminata veo a lo lejos unas dunas de arena. Cada vez que nos acercamos se siente más intenso el calor.
-Supongo -Dice Alexander- que este debe ser el inicio del segundo anillo.
Ya está anocheciendo nos apresuramos para entrar al anillo que aparenta ser desértico. Mientras corríamos escuchamos un llanto a lo lejos. Volteo y veo a un niño pequeño, Alexander también voltea, el niño está como a unos 50 metros a nuestra izquierda.
Alexander sale corriendo a buscar al niño yo lo sigo pero el llega primero.
Siento un golpe en la nuca y caigo al suelo antes de cerrar los ojos veo a Alexander forcejeando con unos 3 hombres que lo están golpeando, el niño ya no está. Lo están hiriendo de verdad. Entre 2 lo tienen retenido de cada brazo y el otro lo golpea brutalmente. ¿Por qué no bloquea los ataques?.
Me intento levantar y veo a un hombre que esta intentando patearme en la cabeza pero su pie golpea con algo en el aire y no puede avanzar.
-¡Huye Iván! -Grita Alexander- nos han tendido una trampa.
Alexander me está protegiendo. Esta poniendo su vida en riesgo para que yo pueda seguir. ¿Por qué hace esto con una persona que acaba de conocer?. ¿Acaso no puede protegernos a los dos al mismo tiempo?.
-¡No podré mantener esa barrera por mucho más tiempo! -Grita mientras lo golpean bruscamente en la cabeza.
¿Qué debo hacer?. No puedo dejarlo solo. Tiene que haber una manera de ayudarlo. Mientras pienso en una manera de salir de este aprieto el hombre que estaba tratando de patearme se detiene y empieza a ver al suelo perplejo.
¿Qué está buscando?. Veo a mis manos y me maravillo ante lo que acaba de suceder.
He conseguido desaparecer todo mi cuerpo. Soy totalmente invisible. Me aparto del lugar y grito:
-¡Alexander!, ¡Ya estoy a salvo!, ¡Cúbrete a ti mismo!.
Alexander escucha a mis palabras y asiente con la cabeza. Los golpes del hombre se detienen y en el aire antes de impactar. Alexander se libera de los hombres que lo mantenían apresado y empieza a pelear mientras bloquea todos los ataques que ejecutan los 3 hombres. El hombre que estaba intentando patearme intenta acercarse pero logró detenerlo con un golpe en la espalda. En mis condiciones normales seguramente no le hubiese hecho ningún daño, pero como todos somos igual de fuertes logro derribarlo.
Escucho un ruido a la lejanía, volteo a ver qué es lo que sucede, me quedo perplejo ante el panorama. Todo lo que habíamos recorrido empieza a derrumbarse.
-¡Corre Iván! -Grita Alexander.
Volteo a ver a Alexander, esta evitando todo golpe con una barrera y después procede a empujar a 2 de los hombres por un agujero que se formó cerca de él y empieza a alejarse con gran velocidad. Empiezo a avanzar estando invisible para evitar ser percibido, pero en el trayecto vuelvo a la normalidad y uno de los hombres mal herido se me abalanza. Cerca de mí se forma un risco.
-Si voy a desaparecer te arrastrare conmigo bastardo -Dice el malherido hombre.
En ese momento Alexander se lanza sobre el hombre y lo empuja al vacío junto con el.
Trato de gritar el nombre de Alexander pero las palabras no me salen de la garganta. Me levanto y me aproximó al borde. Temo lo peor por él, apenas me conoce y está dispuesto a dar la vida por mi. ¿Por qué se arriesga tanto por alguien que no conoce?.
Cuando observé el risco no supe a quien agradecer por lo sucedido. Alexander se agarró a tiempo del borde con una mano y logro sobrevivir. Me apresuró a ayudarlo.
-Te debo una compañero -Dice Alexander con una sonrisa en su ensangrentado rostro.
Lo ayudo a subir y empezamos a correr para evitar toda la catástrofe que está a nuestras espaldas. Mientras veo a Alexander me doy cuenta de algo, a pesar de que la mayor parte de lo que dijo LeNaguah acerca de la humanidad era cierto. Existe gente en el mundo como el, que arriesga su vida por los demás. Que no piensa antes de ayudar, tuve suerte en encontrarme a alguien como el.
-¡Corre Iván ya casi llegamos!.
Logramos cruzar al desierto con un poco de tiempo de sobra, me volteo a ver el área que dejamos atrás y alcanzo a ver a uno de los hombres que nos atacó corriendo desesperado intentando llegar al otro lado pero no lo consigue por cuestión de centímetros.
-Iván, en este lugar veremos lo peor de cada persona, solo debemos enfocarnos en seguir adelante, encontrar a gente que este dispuesta a cooperar con nosotros y evitar encontrarnos con gente como la de hace un rato. Ahora deberíamos seguir avanzando pero mejor vamos a descansar -Dice Alexander mientras se sienta en la arena.
-Tienes razón, no creo que estemos aptos para combatir si nos encontramos con alguien más.
A penas termino de hablar un zumbido estremece mis oídos y frente a mi sale un pilar como el del primer día, también hay uno enfrente de Alexander, el pilar tiene una inscripción que cita.
"Regocíjense por haber llegado hasta aquí, ahora mismo quedan 82 de ustedes, en el interior del pilar encontraran una muda de ropa y agua curativa, está curara todas sus heridas".
Cuando terminó de leer la inscripción el pilar se viene abajo y deja ver qué en su interior se encontraba una pequeña tabla que tiene inscrito "ropa" y un pequeño recipiente de cristal que contiene un líquido transparente.
Al tocar la tabla, la ropa que cargo transmuta por una nueva, ahora visto un pantalón blanco corto que me llega hasta por debajo de las rodillas, el suéter que tenía cambio por una camiseta blanca, con esta vestimenta el calor debería ser menos problemático.
Veo el recipiente de cristal y decido guardarlo para después, si es cierto que puede ayuda a curar cualquier herida será de mucha utilidad, de todas maneras no me encuentro herido.
Veo a Alexander, sus ropas cambiaron por un atuendo similar al mío, está sosteniendo el recipiente, parece indeciso de tomárselo.
-Alexander, toma el agua -Le digo.
-Creo que puedo seguir adelante por un poco más de tiempo, ¿Qué pasaría si encontramos a alguien que la necesite más que yo?.
-¿¡Estás bromeando!?, te dieron una paliza, seguramente tienes una costilla rota, tienes una herida en la frente, tu cara está llena de tu sangre, ¿Quién la puede necesitar más que tú en estos momentos?.
Alexander voltea a verme y con una sonrisa dice:
-Quizás tienes razón, la tomaré, comenzaremos a avanzar en breve.
Veo al cielo nocturno y me preguntó, ¿Qué habrá sido de esas personas que desaparecieron?, Vi a 5 de ellos, que habrá sido de los otros 13. Me siento a descansar mientras medito sobre todo lo que a sucedido.
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