En una espaciosa sala de reuniones en uno de los edificios más altos de la Ciudad Accra, estaba Andrés arreglando la mesa de conferencia y poniendo en orden las sillas.
En unos minutos vendrían los altos mandos y, como Liam fue quien le pidió el favor de asistir, él no quería decepcionarlo.
Este tipo de trabajo no era algo que él hiciera normalmente y, más aún, por la confidencialidad de lo que se hablaría en esas reuniones. Su presencia allí se debía en parte a que Liam no estaba disponible, pero también a Atenea, que estaba ocupada.
Andrés encendió y probó la mesa de conferencia y, al ver que las proyecciones estaban saliendo perfectamente, notó la proyección de Luna.
"¿Cómo va todo de tu lado?", preguntó Andrés calmadamente.
Luna siempre estaba a su lado, pero esta vez estaba rígida y sin moverse, lo que indicaba que no le estaba prestando mucha atención.
A pesar de esto, él podía hablarle y hacerle preguntas de este tipo.
"Bien. En este momento estamos progresando. Atenea está accediendo a las cuentas bancarias de los rangos SS de la república y su gente, mientras busca cualquier secreto. Yo y Minerva estamos trabajando en las cuentas bancarias de gremios, organizaciones del bajo mundo, mercenarios o políticos corruptos", respondió Luna. Mirando a Andrés, le dio una sonrisa y añadió: "¿Quieres dinero? Lo que estamos obteniendo es increíble".
¿Quería dinero sucio de rangos SS poderosos cuyas fortunas estaban siendo robadas? La expresión de Andrés tembló. Él no iba a negar que le gustaba el dinero, pero negó con la cabeza.
"Respetemos el trabajo. No quiero llamar la atención y tampoco quiero problemas", respondió Andrés, mirando de reojo a Luna, que comprendió sus temores.
Edward asesinó a los altos mandos del Gremio de Héroes y las noticias estaban saliendo. Era probable que en unas horas el mundo supiera de ese accidente y lo que a él le preocupaba era que lo señalaran de algún modo.
Después de todo, fue él quien se infiltró en el Gremio de Héroes y también en la Iglesia. La única razón por la cual estaba tranquilo era porque confiaba en que Edward no lo delataría.
Lo que sea que él estuviera haciendo, lo hizo de tal modo que únicamente se puso a sí mismo en peligro.
"Ahí vienen. Te dejaré trabajar. Suerte", dijo Luna, guiñándole el ojo con una sonrisa.
"Suerte a ti", respondió Andrés y...
"¡No necesito suerte!", la respuesta fue dada en un segundo antes de desaparecer, y Andrés se rio suavemente al darse cuenta de la confianza que ella tenía.
Los bancos de la mayoría de los criminales estaban en naciones donde no se podría realizar ninguna acción o estaban ocultos detrás de múltiples cuentas y medidas de seguridad, pero era probable que en unas horas todas las cuentas acabaran vacías.
Atenea, Minerva y Luna eran amenazas virtuales de niveles extremos.
Andrés tenía curiosidad sobre qué harían las autoridades con aquellos bancos que guardaban distintos objetos físicos, pero él, al escuchar pasos, supo que si tenía suerte lo descubriría.
Al terminar las comprobaciones, él se puso en la parte superior de la habitación, alejado de la mesa, y esperó con su reloj holográfico activo y listo para cualquier información que los altos mandos quisieran.
La puerta se abrió, y quien entró primero fue la Cardenal Brousseau, acompañada de James Wiley, el CEO de la Empresa Apicius, y luego siguió Zhan Tian, líder del gremio Orisha Oko, el Coronel Makeba del ejército, el Ministro Turay, y entonces vinieron los invitados sorpresa.
El primero fue un hombre llevando traje, de cabello marrón y ojos claros, y para Andrés fue fácil reconocer a Elerius Trenus, uno de los rangos SS de la Ciudad Atlántida e importante miembro de la Empresa Cosmos.
La segunda fue un felino de dos metros de altura y de pelaje negro y ojos púrpuras que parecían brillar. La Reina del Bosque lo miró y, al reconocerlo, le asintió con respeto, y Andrés hizo lo mismo de manera inconsciente.
Todos se posicionaron alrededor de la mesa de conferencia sin sentarse en las sillas, y James le dio una mirada.
"Seguiremos la lista de orden acordada", dijo James en calma.
Andrés reaccionó de inmediato y proyectó un mapa de las fronteras de la República y sus alrededores, y también mostró con colores las zonas controladas y las áreas que seguían en conflicto.
Todo se actualizaba en tiempo real y él era quien se encargaba de todo para esta reunión.
"Antes de que amanezca, nos haremos con el control de las más grandes ciudades. Quedarán pueblos, aldeas y pequeñas ciudades de bajo peligro e importancia sin control", reveló el Coronel Makeba, apuntando a la proyección y señalando las zonas externas a las fronteras. "Las fuerzas del bosque mágico han evitado entradas por tierra o aire. El refuerzo por medio espacial es interceptado por las fuerzas de la iglesia".
El ataque fue repentino y la única razón por la cual Zerzura pudo llevarlo a cabo fue porque desde el ataque terrorista, los militares estaban a la espera de la acción y en alerta máxima. Preparados para intervenir en cualquier parte de la ciudad, sus pueblos o incluso en áreas externas, y no eran un par de equipos, eran todo el ejército.
Sin embargo, estar alerta y en espera de batallas no era lo mismo que estar preparados para tomar el control de ciudades de manera sistemática, lo que significó que hubo muchas ciudades o pueblos que no podían ser controlados en las primeras horas y ellos tuvieron que priorizar los más importantes.
"Aurora, el General McLean, Alice y Abdellah continúan trabajando, acompañados de militares", dijo el Coronel Makeba, mostrando fotos de ellos y sus ubicaciones. "Érica Reynolds ha resultado herida luego de su batalla contra la Marquesa. La Cardenal Najjar se ha encargado de restaurar su brazo perdido".
"Así que tenemos un rango SS menos trabajando", murmuró Amnestria y, con calma, añadió: "Si desean apoyo, enviaré a alguien del bosque".
Amnestria fue directa y mostró con claridad que ella podía comandar a los rangos SS del bosque mágico sin necesidad de peticiones... Una verdadera reina.
Sin embargo, Andrés dio una pequeña sonrisa al ver que el Coronel Makeba la miraba extrañamente.
"Es todo lo contrario. Ella sigue trabajando y gracias a ella el ejército tiene un respiro", dijo el Coronel Makeba y reveló distintas fotos, dejando a todos en silencio. "Érica nos pidió que le lleváramos núcleos y que ella nos daría un ejército... Ahora tenemos a más de seiscientos soldados de hielo de rango S por distintas ciudades y el número sigue en aumento".
Zerzura tenía un ejército propio, pero no era un ejército gigantesco como naciones más grandes e incluso no era tan grande como el ejército de la Ciudad Atlántida, aun así, el número superaba los cincuenta mil efectivos que podían ser desplegados.
Multiples rangos S, pero la mayoría eran rangos A o B con armaduras o equipamiento de la más alta calidad, lo cual era un estándar alto comparado con otros ejércitos y aun con todos ellos era imposible mantener el control de toda la nacion.
"Ya hemos perdido la cuenta de cuántos rangos A y B ella ha creado." Las imágenes de las ciudades siguieron pasando y se veían clones de hielo volando por las ciudades, caminando y patrullando, prácticamente vigilando todo e incluso ayudando. Lo más increíble no era el número de soldados, sino que la mayoría eran clones de Érica y eran inteligentes, pudiendo tomar cualquier tarea y obedecer órdenes complejas.
Como si fuera poco, ellas lideraban grupos de clones sin inteligencia y eran capaces de interceptar cualquier crimen o eliminar a enemigos peligrosos.
"Oh, es sumamente impresionante." Dijo Amnestria mientras las orejas y la cola se agitaban revelando emoción.
En unas horas, cuando el mundo despertara, descubrirían no solamente las acciones de Zerzura, sino el poderío de Érica, que probablemente sería tratada como una de las magas más poderosas de la tierra.
Nadie podía ignorar un ejército inteligente de soldados de distinta índole y de los cuales gran parte eran de rango A o S.
"Encárgate de darle lo que pida. Enviaré la orden para que les lleven los núcleos que necesite. Lamentablemente, no tenemos ningún núcleo de rango SS", dijo James con un tono de decepción y miró a Amnestria.
"El bosque tampoco tiene núcleo de rango SS. Usamos los núcleos para fortalecernos. Aunque puedo ordenar que traigan núcleos de menor rango", respondió Amnestria.
La Ciudad Zerzura era una de las mayores productoras de núcleos y la razón era el número de mazmorras que la ciudad tenía y a las cuales podía acceder. También, el bosque mágico era un lugar con una alta densidad de energía mágica, lo que significaba que las mazmorras temporales o naturales surgían con una mayor frecuencia que en cualquier otro sitio.
Darle núcleos a Érica era un modo de obtener soldados barato y fácil, y probablemente ella dejaría sin trabajo a los diseñadores de golem que requerían más materiales.
"No es necesario. La Empresa Cosmos proveerá", dijo James y viendo que Amnestria asentía, él preguntó: "Hablemos de las bajas y heridos".
Las expresiones se hicieron serias cuando miraron a la Cardenal Brousseau.
"Han muerto quince usuarios de habilidades por parte de Zerzura. Lamentablemente, ellos se enfrentaron a sectarios y gremios que usaban magia espiritual o demoníaca, y sus almas han ido al Río de la Reencarnación antes de que nosotros retrocediéramos el tiempo. En cuanto a los heridos, ellos están siendo tratados en este momento", reveló la Cardenal Brousseau en calma. Mirando a James, añadió: "El problema son las once mil cien muertes del lado de la República".
Andrés controló su expresión. Él había visto a individuos como la Sumo Sacerdotisa Xaali capaces de retroceder el tiempo para revivir personas mientras fuera reciente. El estudio de las almas y las razones por las cuales las almas iban al río o se quedaban era complejo. Por tal razón, se tenía que revivir a minutos de la muerte. El trabajo era agotador y la carga era alta para la sacerdotisa, pero tal efecto era antes de que ella se convirtiera en un rango S y aún mayor. Ella no estaba sola, y la Cardenal Najjar estaba presente junto a muchos sacerdotes y paladines.
Lo que significaba que si las muertes sucedieron en circunstancias normales, los soldados podían ser revividos, lo cual eliminaba cualquier estadística de 'muertos'. Sin embargo, la República no tenía la misma ventaja, y las once mil muertes mostraban la diferencia de equipamiento, entrenamiento y apoyo.
"Este número son militares, aventureros, gremios y oficiales. En el bajo mundo no han sido contadas", dijo la Cardenal Brousseau. Mirando a los presentes, añadió: "Si el número se extiende, la opinión pública será extremadamente negativa. Especialmente para ustedes". Ella estaba mirando a James y a Trenus. La Empresa Cosmos y Apicius participaron en este ataque, y estos últimos contrataron a Abdellah… al menos tal era lo que se decía, mientras que la Empresa Cosmos trajo soldados de la Ciudad Atlántida.
Un conflicto de esta escala no sucedía desde la guerra europea-demoniaca, y como públicamente se presentaba la imagen de un mundo en paz, los medios irían a por ellos. La publicidad negativa era mala para los negocios, ni hablar para la ciudad que parecía haber usado un poder abrumador para eliminar a los soldados de otra nación que apenas tenían recursos. Tal idea se podía extender con rapidez.
En cierto sentido era cierto, pero el número de militares de la República que murieron era uno de los números más bajos, y la razón era que existían muy pocos estúpidos que tratarían de luchar cuando veían armaduras de poder volando por el aire.
La mayoría de muertes eran de aquellos relacionados con Eliana y a Raiden, los gremios de aventureros ilegales y jugadores, sectarios y otros individuos que no se rindieron a la primera oportunidad.
"También nuestra embajada ha estado recibiendo llamadas de Europa y el continente americano. Especialmente el gigante del norte. Ellos parecen llevar una reunión de emergencia para hablar sobre este accidente", dijo Turay y, en calma, añadió: "Sus embajadores amablemente nos han esperado antes de dar un comunicado".
Las mayores potencias de este planeta eran los gigantes de América o el gigante de Europa. Rusia, India, el Imperio Angkor y otros países de Asia y Oceanía no intercederían en estos asuntos por sus políticas internas.
"Me encargaré de arreglar eso con esos tres. Amnestria, tendré que pedirte permiso para acceder a algunas mazmorras y aumentar el cultivo y la producción para nuestros restaurantes. Obviamente, dando beneficios", dijo James en calma.
"Por supuesto. La mayoría de las mazmorras son limpiadas por obligación que por otra razón. Cederte algunas no causará problemas y más si es útil para su política humana", respondió Amnestria y, revelando sus colmillos, murmuró: "Aunque preferiría dialogar de otro modo".
"Por hoy no será necesario. Yo me encargaré de hablar con los embajadores. Últimamente, había tenido quejas sobre China recibiendo más alimentos para sus militares, pero ahora quizás podamos equilibrar la balanza y traer su apoyo a nuestro lado", dijo James y, mirando a Elerius, preguntó: "¿Puede encargarse de la opinión pública?".
"Si eso es lo que deseas, lo haremos. El joven maestro ha dado permiso para usar los recursos de la empresa y de la ciudad. Nos encargaremos de darle una pauta general a los medios", respondió Elerius y, en calma, añadió: "No seremos tan extremos y dejaremos que algunos hablen libremente. No queremos ser tan obvios".
Andrés tuvo que cerrar la boca al darse cuenta de la facilidad con la cual se estaba arreglando este asunto.
En este momento, las acciones de Zerzura fueron excesivas y si bien tenían justificativos para atacar a los altos rangos, no a toda la república, pero igualmente se hizo. Si la situación seguía y los medios hablaban de las bajas, la ciudad y sus miembros podían quedar como individuos agresivos que usaban su poder para aplastar una nación.
Se cuestionaría a las empresas que participaron, los límites de la influencia que ellos podrían ejercer e incluso a la iglesia y toda la ciudad.
Sin embargo, si los medios apoyaban al igual que las naciones, las críticas podrían reducirse a un pequeño número y no habría ninguna clase de conflicto internacional.
Las naciones se ponían de su lado y recibían alimentos, mientras que los medios recibían una cuantiosa cuota monetaria. Andrés estaba impresionado de que nadie diera un comentario en contra o lo viera cuestionable, aunque en este punto no debería haber estado esperando ese tipo de reacción.
"El último tema será el destino de la república y estas tierras. Si bien tenemos apoyo de los soldados de Érica para mantener el control, la verdad es que Zerzura no puede anexar estas tierras por su cuenta. Así que he preparado un plan", dijo James y proyectando varios informes, reveló. "Zerzura, la Empresa Cosmos afianzarán una alianza junto a naciones como el Reino de Mombasa y la nueva nación que surgirá en estas tierras".
Todos se pusieron a leer el proyecto de James y Andrés simplemente esperó pacientemente.
El proyecto que James preparó hablaba de crear una nueva nación soberana que sería aliada incondicional de Zerzura y con la cual cooperaría. No se hablaba de una democracia, ya que estas tierras no tenían la infraestructura o seguridad para garantizar el voto libre, sino que un consejo similar al de Zerzura, en el que los miembros serían aliados innegables.
El plan apuntaba a puntos específicos y uno de ellos era…
"¿Quieren dejar a la Gobernante de la Luz aquí?", preguntó el Ministro Turay con seriedad.
La Señora del Amanecer y Gobernante de la Luz era un rango SS casi nada conocido a nivel mundial y la mujer había permanecido en sus tierras controlando la zona. Su mayor logro fue fundar la República de África Occidental junto a Raiden, pero más allá de eso no tenía nada destacable y ella fue elegida por James para ser miembro de ese consejo.
"Un rango SS ayudará a dar la idea de 'soberanía' y de 'independencia'. Helen no ha estado relacionada con Raiden ni con Elena con respecto al ataque. En cuanto a su lealtad, podemos asegurarnos por medio de la iglesia. Esta no es la primera vez que un Gran Señor de la Guerra se cambia de bando", dijo James dando una mirada al Coronel Makeba que estaba bajo el mando de un antiguo Gran Señor de la Guerra y luego mirándolo a él, añadió. "Danos su historial, por favor".
Andrés mostró la investigación que Atenea había realizado sobre Helen y sus acciones. La Gobernante de la Luz pasaba desapercibida, no porque se ocultara, sino que sus negocios no eran tan turbios como los de Raiden.
"Su mayor fuente de ingresos son los casinos, hoteles y los impuestos de sus ciudades. Ella es quien controlaba el territorio más pequeño y lo hizo porque no quería gobernarlo", respondió Andrés.
Existían múltiples rangos SS, algunos más conocidos que otros, pero uno esperaba que una Gran Señora de la Guerra como la Gobernante de la Luz tuviera uno de los peores historiales, pero la realidad era diferente.
Helen era una mujer sin ambición y perezosa que apenas tuvo la oportunidad de asentarse en un rincón y desaparecer de la vista del público, lo hizo. Dejó que Raiden tomara todo el foco de atención y ella se borró tanto de gobernar como de administrar y se esforzó lo suficiente como para llenar sus bolsillos y vivir cómodamente.
No existían rumores extraños o malos sobre ella y tampoco tenía gustos raros o secretos oscuros. Tuvo sus crímenes como señora de la guerra y afianzó su posición por medio de la sangre, pero luego de eso no hubo nada.
Su mayor defecto fue dejar a su gente sin supervisión y fueron ellos quienes abrieron negocios ilegales.
El informe no se trataba solo de información que Atenea descubrió, sino también del pasado que los sacerdotes de la Iglesia del Tiempo y el Espacio descubrieron.
"Me parece bien usarla. Un rango SS hará más creíble la independencia de esta nueva nación", dijo la Cardenal Brousseau y los demás asintieron.
La lealtad se arreglaría con un contrato al Dios del Tiempo y el Espacio y era probable que la iglesia fuera dura con el contrato.
Por supuesto, públicamente se diría otro asunto.
"Si alguien tiene algo más que agregar, puede decirlo", dijo James, y al ver que nadie hablaba, agregó: "Perfecto, es mejor empezar las negociaciones ahora. Debemos arreglar todo antes de que amanezca".
Todos asintieron y James le dio una mirada a él.
"Te seguiremos pidiendo informes hasta que Atenea termine sus asuntos. Espero que no sea mucha molestia", dijo James en calma.
"No lo es. Estaré despierto para ayudarlos en lo que sea que necesiten", respondió Andrés, ligeramente contento.
Todos sus compañeros seguían trabajando y él no quería quedarse atrás.
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