Profecías.
Desde que el profeta había aparecido hace un tiempo, tales eventos seguían sonando raro para Aurora.
En la primera profecía era probable que ella estuviera involucrada y más cuando se estaban dirigiendo al centro comercial en donde aparecería el octavo portal.
No había duda de que la advertencia la sorprendió, aunque era normal que estuviera involucrada en el futuro que vio el profeta, ya que se estaba dirigiendo a donde aparecería el portal.
Aunque no le agradaba la idea de lo 'inevitable', era innegable de que estaba conectada.
En la segunda profecía que trató del Décimo Portal Abismal, ella también estaba involucrada y era así, porque el portal apareció en el bosque mágico.
Como una aliada del bosque y amiga de la Reina del Bosque Mágico, Aurora sin duda se involucraría en ese asunto.
Sin embargo…
"Una tercera y ahora cuarta profecía." Murmuró Aurora y recostándose en el sofá de su habitación, añadió. "Eso suena…"
"¿Coincidencia?" Dudó Alice que estaba en la misma sala que ella.
Dejaron a Venali con Siba y el grupo, permitiendo que la pudieran alimentar y a la vez calmar, mientras que el 'no-conocido' de Alice se había retirado.
Ella y su hermana escucharon hablar a su madre de la tercera y cuarta profecía que el profeta tuvo.
En ambas… No, en las cuatro profecías apuntaba a ella y en este punto no era coincidencia.
"Aunque apenas puede ver el futuro." Dijo Alice tal vez tratando de animarla.
"Sin embargo, lo ve. Es capaz de mirar el futuro, tal vez de manera superficial y ligera, aun así, es capaz de observar el futuro." Respondió Aurora de inmediato.
"Una posibilidad del futuro y no en el verdadero." Replicó Alice y encogiéndose de hombros, añadió. "O me has mentido y has participado en el noveno portal sin mí."
El profeta veía el futuro.
Para decirlo más claro, veía una posibilidad del futuro y si bien en algunos casos y eventos era exacto, no todo era completamente acertado.
En el Octavo Portal Abismal ella no terminó en el interior y si bien en el décimo portal estuvo presente, en el noveno portal ni siquiera participó.
Es más, no tenía intenciones de participar y menos cuando, literalmente no tenía medios para hacerse con un lugar en ese portal.
Su contacto más cercano en la Unión Europea era la Academia Cernunnos y más allá de eso, no había maneras de que se uniera a un portal en ese lugar.
Sin embargo, ahí estaba ella en la visión de un futuro, una posibilidad, que sonaba descabellada para Aurora.
Y en la cuarta y más nueva profecía, ella también estaba presente.
"Una neblina rojiza cubrirá la ciudad y los murciélagos atacarán a los ciudadanos. En medio de ese lugar un monstruo humanoide con afilados colmillos libera una poderosa aura y me estoy enfrentando a esa monstruosidad mientras la oscuridad me rodea." Recordó Aurora la cuarta profecía que su madre le contó y con una expresión mixta, gruñó. "Creo que estoy empezando a odiar al profeta, aunque ni siquiera lo conozco bien."
No le gustaban las profecías, es más, le desagradaba la idea de que sus decisiones y acciones fueran vistas y odiaba el sentimiento de que la guiaban a cumplir un objetivo.
Como si algún idiota en el cielo jugara con ella.
Otra razón por la cual no acercarse a su cuñada, que probablemente le encantaría utilizarla para los espectáculos.
"La profecía ni siquiera es críptica. Y ya sabemos que tampoco terminara siendo correcta." Dijo Alice tratando de consolarla y con calma, añadió. "Se puede evitar."
La profecía no era tan difícil de precisar y algunos puntos eran fáciles de descifrar.
El monstruo al cual se enfrentaría podía ser Cithrel y la nube rojiza podía ser un hechizo o algún tipo de dominio que los magos de rangos SS pueden crear mientras que los murciélagos podían ser literalmente murciélagos o vampiros que atacan a las personas.
En cuanto a la oscuridad que la rodeaba y que estuvo siempre a su lado… ¿Quién más podía ser que Alice que estaba cambiando tanto?
Y Aurora también comprendía que eran visiones y no profecías, que eran inevitables, aun así, tuvo dudas.
"Crees que… ¿El Dios del Tiempo y el Espacio esté involucrado?" Preguntó Aurora en voz alta y tratando de contener su expresión y pensamientos, murmuró. "Supuestamente, no puede ver el futuro."
Había escuchado el rumor de que el Dios del Tiempo y el Espacio no era capaz de ver el futuro y si Aurora era sincera, estaba de acuerdo con ese rumor.
Para algunos la aparición del profeta, era la prueba de que ese Primordial dejó de controlar el tiempo y por ello, el profeta lo veía.
Sin embargo, estaban hablando de un Primordial que estaba en la cima de todos y creer que cada uno de sus 'errores' fue por algún objetivo, estaba presente en la mente de Aurora.
Y el principal problema era que ella estaba siendo objetivo de cuatro profecías y aunque fueran posibilidades de algún futuro, como aquel que era el concepto 'Tiempo', se podía decir que el Primordial estaba involucrado, incluso si era indirectamente.
"No. Es un idiota y un inútil." Respondió Alice de inmediato y encogiéndose de hombros a su mirada, explicó. "¿Qué? Es verdad. Es un inútil porque a pesar de ser el concepto del 'Tiempo' no puede controlarlo y deja que un individuo al azar pueda ver el futuro. Algo que según la teología no permitía. Y es un idiota, porque seguramente no debe tener la menor idea de porque ocurre."
Aunque una explicación hostil y que estaba llena de subjetividad, no fue tan descabellado y concordaba con lo que bastante individuos pensaban.
Una persona que hacía mal su trabajo era un inútil y si bien era difícil llamar idiota a alguien que no sabía cómo solucionar los problemas, si lo era si lo dejaba estar.
"Me desagrada Aión, pero no lo voy a culpar por todo lo que sucede." Agregó Alice con cierta indiferencia.
Alice era alguien bastante directa en la mayoría de los pensamientos con los dioses y a la vez era muy atrevida, en ese sentido.
Se había enfrentado de cierta manera con el Dios Celestial en el Décimo Portal y en este momento, no tuvo problemas de nombrar a un Primordial cuyo nombre la conectaba con esa existencia y tampoco tuvo miedo de decir que le desagradaba porque era un idiota e inútil.
¿Por qué la respuesta de su hermana la hizo sentirse más relajada? Aurora dejó salir un suspiro, ligeramente menos estresado.
"El problema principal es que lo pensaran otros." Dijo Alice dando una expresión ligeramente seria.
¿Qué pensarían aquellos que escucharan que en las cuatro profecías estaba presente?
"Espero que nada raro." Respondió Aurora e imaginando algunos escenarios, murmuró. "Prefiero que nunca se revele al público."
Lo primero que imaginó fue lo que algunos creyentes devotos especularían de ella al enterarse y peor aún, lo que algunos fanáticos creerían.
Al igual que ella que conectó al Dios del Tiempo y el Espacio con estas visiones, otros realizarían las mismas conexiones y dependiendo de la persona, apuntaría a una simple coincidencia y otros a una relación más profunda.
Aquellos que conocieran a su madre, le encontraría más sentido y justificativo a cuatro visiones, aun así, los fanáticos que no conocían de ella… Hasta podían creer que cada una de sus acciones fue guiada por ese dios.
"El problema no es que te conecten a ese dios y te conviertan en alguna figura santificada. Si no lo deseas, la Cardenal Brousseau y madre, lo evitaran. El problema es lo que pensaran aquellos que se oponen a la iglesia." Dijo Alice y dudando con seriedad, cuestionó. "¿No te verán como un objetivo que tiene la atención de un Primordial?"
Si Aurora estaba apuntando a los creyentes y a las personas normales, Alice estaba viendo más allá, preguntando sobre aquellos que podrían causar problemas.
Cuatro profecías hicieron parecer como si tuviera la atención del Primordial e incluso si no era algo que hiciera directamente, no era como si todos opinaran lo mismo que ellas.
¿Habría problemas?
Aurora puso una expresión seria y…
"Los problemas son una de los pocos eventos normales en mi vida." Respondió Aurora y viendo que la expresión de Alice seguía siendo seria, dio una sonrisa y reveló. "Incluso si mis problemas son grandes… ¿No tengo una poderosa hermana que me protege?"
Aquellos que podrían querer causar problemas a la iglesia no eran los mismos individuos a los cuales alguna vez se enfrentó.
Se trataba de otro nivel de enemigos, no solo se refería al poder, sino que a la capacidad en general.
Sectarios, demonios o lunáticos capaces de ser tan crueles como pragmáticos al actuar, incluso a la vez capaces de mover un poder mayor, que los Señores de la Guerra.
Si esa clase de enemigo se presentaba, Aurora estaba orgullosa en admitir, que buscaría resguardo con su hermana.
¡Un impresionante rango SS!
¿Fue la mirada que daba orgullosa de sus propios pensamientos?
La expresión de Alice tembló de forma sutil, hasta que suspiro.
"Cuenta conmigo." Declaró Alice animándose al momento siguiente golpeando su pecho con confianza.
A pesar de lo adorable y entretenida que se veía actuar tan seria para mostrar su confianza, Aurora no pudo negar que Alice tenía toda su confianza en este asunto.
Por supuesto, también tenía confianza en sí misma.
Justo cuando estaba por ofrecerle a su hermana ir a comer algo, para que su humor mejorara, el timbre del edificio sonó y Aurora al sentir las presencias, bajó al darse cuenta de que eran más presencias de lo que esperaba.
Ajustando su espada enfundada en su cintura, en caso de que vinieran a buscar problemas, Aurora se acercó a la entrada con Alice y le hizo una señal a Siba, para que se quedara oculto.
"¿Necesitan algo?" Preguntó Aurora abriendo la puerta y notando a tres paladines de rango S, de la Iglesia del Orden.
Por el equipo que llevaban y el grabado en el equipo de batalla, Aurora identificó que eran parte de los Ejecutores del Orden.
"¿Aurora y Alice Campbell?" Preguntó quién estaba al mando y con seriedad, ordenó. "Los Ejecutores del Orden requieren su presencia."
Una orden que estaba cerca de llamarse una exigencia, Aurora no estaba de buen humor y por la mirada de Alice que levantó su ceja, era probable que ella no fuera muy permisiva con el tono que utilizaron.
Sin embargo, Aurora supo que, aunque estos individuos eran rangos S, solo eran subordinados de individuos de escalones más altos.
"Déjame arreglar unos asuntos pendientes e iré." Dijo Aurora en calma y…
"No. Ahora." Exigió el paladín mostrando una presión con su grupo.
Eran fuertes y experimentados, pero parecían bastante jóvenes para ser unos rangos S y la presión fue menor, de lo que un señor de la guerra con algo de experiencia era capaz de emitir.
No le gusto el tono dominante que emplearon y su humor empeoró aún más de lo que ya había caído y finalmente se contuvo.
Dándole una señal a Siba para que se quedara.
"Vamos." Instó Aurora con seriedad y…
"Espero que valga la pena y no me hagan perder el tiempo." Dijo Alice y obteniendo la atención de los paladines, dio una sonrisa despectiva y añadió. "Y más cuando quienes exigen obediencia, son tan patéticos."
La expresión de los paladines tembló entre la ira, molestia y rencor que apunto a Alice, lo peor fue que esa glotona, respondió con una sonrisa despectiva y llena de menosprecio.
Aurora contuvo su expresión tambaleante y dejó que su hermana hiciera lo que deseara.
No era como si fuera necesario prestar respeto cuando la otra parte no actuaba con una mínima cordialidad.
******
El centro de mando de la Iglesia del Orden estaba más agitado y a la vez más lleno de lo normal.
Aurora recordó que su madre le advirtió que las autoridades, ya sabían de la profecía y que vendrían a este lugar, por el peligro de que los eventos ocurrieran.
Lo que significaba inconvenientes.
Ahora siguiendo al paladín que guiaba con su grupo, Aurora ignoró las miradas puntiagudas de esos paladines y continúo caminando, ignorando el crujir de papitas de Alice.
Entrando al edificio principal, el grupo las guio a una habitación cutre que parecía más una sala de interrogatorio.
"Que una entre." Ordenó el paladín que comandaba y dando una expresión seria, añadió. "A la otra la llevaremos a otra sala similar."
¿Estaba enojado por el comentario de Alice? Aurora cuyo humor había empeorado desde la profecía, ahora se rio divertida.
"¿Estamos detenidas?" Preguntó Aurora tratando de controlar su mal humor.
"Si siguen sin obedecer lo estarán." Amenazó el paladín, llevando a que los demás aumentaran la presión como si respaldaran a su líder.
¿Por una respuesta luego de un mal trato estaban enojados? ¿Deseaban mostrar su autoridad y poder ante ellas? ¿O era por otra razón que estaban actuando tan irracionalmente?
Tal vez pensaban que ellas eran dos rangos S al azar sin métodos para defenderse y Aurora que no deseaba molestias, agitó su cabeza y se retiró a la salida.
No iba a perder su tiempo en este lugar y menos si la trataban de esta forma.
Si es que necesitaba información pediría que la Cardenal Brousseau o su madre se lo consiguiera de la Iglesia del Orden y si era necesario, le ordenaría a Liam que lo descubriera por métodos menos directos.
No era la primera vez que Liam se infiltraba en esta iglesia y probablemente no sería la última.
"Es mejor que te detengas antes de que actuemos. Solo damos una advertencia." Ordenó el paladín, sosteniendo su hombro.
La tensión aumentó y Aurora que estaba cansada, alimentó su concepto de luchadora con la molestia que estaba sintiendo y que en este punto se estaba convirtiendo en irritación, generando una presión por su propia cuenta.
"Si sigues insistiendo, responderé. Dudó que tu jefe te apoye luego de que termine contigo." Dijo Aurora y sin poder contener su sonrisa en busca de una buena batalla, añadió. "Tres rangos S, suena bien para mí."
¿Fue por qué su humor no era el mejor? El picor en sus puños se volvió más intenso al darse cuenta de que la otra parte no iba a retroceder.
"Si deseas desquitarte podemos ir a un campo de entrenamiento. No quiero romper este edificio con sus caras." Añadió con una sonrisa, que llevaba el mismo desprecio que su hermana utilizaba en sus oponentes.
Lo hizo a propósito y la razón fue que no tuvo miedo a la iglesia, ni estaba preocupado y estaba claro que, en este punto, estos paladines o su jefe estaban procediendo de manera incorrecta.
Era cierto que atacó a un gremio local y Alice masacró una secta, pero estaban en Ankara, las tierras sin ley, en donde la iglesia no podía hacer nada.
Aunque deseaba luchar, Aurora no quería destruir este lugar en la batalla, muy diferente a su oponente, que liberó onda de energía mental.
*Boom*
Aurora se sorprendió ligeramente de que la atacara, sin embargo, su hermana intervino cubriéndola con la oscuridad.
Antes de que ella atacara, una imagen apareció en su mente y ella usó el parpadeo, para moverse a una habitación, sorprendiendo a quienes estaban en el interior.
"Puedo tomarlo como una broma o una provocación en contra de mi persona y un asalto que llegara formalmente a los cardenales correspondientes de la Iglesia del Orden." Dijo Aurora y mirando como su hermana atacaba los tres paladines por una proyección en la sala, cuestionó. "¿O pueden decirme por qué deseaban probarme a mí y a mi hermana?"
Había tres hombres en este lugar y a uno de ellos, Aurora conocía mientras que a otro lo reconocía de las noticias y al tercero no sabía de quién se trataba.
Era normal que conociera a Theodore Laurent, ya que ambos fueron tragados por el Primer Portal Abismal y en cierto sentido, era normal que conociera a Regis Delacroix, capitán de los Ejecutores del Orden.
Al tercero no lo conocía y al final daba lo mismo.
Si no fuera porque su sistema le mostró una imagen de esta sala oculta en donde esos tres estaban mirando las cámaras que daban al pasillo, ella hubiera atacado a esos paladines.
"Ugg… Ug… ugg… Ugg… Ugg…"
Aurora ignoró que la cámara estuviera grabando como actualmente Alice estrellaba la cabeza del psiónico en contra de la pared, cinco veces consecutivas provocando heridas graves.
Se estaba desquitando con el jefe de los paladines mientras había repelido a los otros dos paladines, quien estaba atacando la oscuridad y Alice en vez de molestarse, golpeó al psiónico que había atrapado.
Cuando ese psiónico atacó estuvieron cerca y si su sistema no hubiera mostrado la imagen, era posible que ella fuera la persona, que estuviera dándole una paliza al idiota que era golpeado por Alice.
Aunque probablemente, se hubiera detenido en el segundo, tal vez en el tercer golpe y no hubiera continuado enterrando la cabeza del paladín en la pared, como lo estaba haciendo Alice.
"Me disculpo. Cuando mi vice capitán me recomendó que te invitara para una misión, mi otro capitán no le agrado la idea." Dijo Regis, señalando primero a Laurent que asintió y luego al otro hombre, y entonces, comentó. "Por eso me recomendaron que hiciera una prueba. Deseando ver la capacidad de ustedes dos."
Tranquilo y en calma, no se veía perturbado por utilizar estos métodos y por las expresiones de los dos vice-capitanes, ellos tampoco estaban avergonzados.
Que Alice dejara al psiónico que las atacó con el rostro ensangrentado, inconsciente en el suelo y luego entrara a la habitación, hizo que Laurent sonriera.
"Me pareció una estupidez la prueba que pidió Jeremías, sin embargo, le recomendé que las enojaran molestando a ambas." Dijo Laurent, como si supiera lo que sucedería y sonriendo, añadió. "Ahora veo, que no me confundía."
El hombre llamado Jeremías, cuyos ojos marrones claros la observaron, dio un gruñido indiferente.
"Sigo creyendo que serán una molestia para nuestra misión." Gruñó el hombre cruzándose de brazos.
"Hablan de una misión o de probarnos como si quisiéramos participar en sus asuntos." Intervino Aurora de mal humor sin deseos de seguir escuchando la discusión sin sentido.
La probaron tal vez queriendo ver la clase de personalidad que tenía y la fuerza y para Aurora tales acciones eran molestas.
Le molestaba pensar en la idea de que un dios jugaba con ella y ni hablar que lo trataran de hacer un par de desconocidos.
"Estarás interesada." Dijo Regis observando a ambas y con una sonrisa, explicó. "Nuestra misión es perseguir a una investigadora que realiza experimentos con tecnología Quoariana y que trabajan para la Secta de Larzura. Secta que está creando a los vampiros y que probablemente la Princesa Cithrel del Imperio Falion debe estar siguiendo."
Aurora no pudo ocultar su sorpresa.
En el séptimo portal abismal, los demonios robaron tecnología y aunque capturaron a la súcubo, que estuvo involucrada, no pudieron evitar que parte de la tecnología se filtrara.
Incluso si no era toda la tecnología que ellos consiguieron, estuvo claro que ahora le estaban encontrándole utilidad al conocimiento que robaron.
Como si fuera poco, también sabían su objetivo, dejando ver que la investigaron a ambas.
"Escucharé." Respondió Aurora e ignoró el resoplido de ese hombre llamado Jeremías, prestando atención al hermano mayor de una de sus amigas.
Regis reveló sus cartas como un modo de disculpa y fue lo suficiente como para captar su atención y disminuir su mal humor.
Aurora se dio cuenta de que la situación estaba escalando cada vez más rápido.
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